José Ángel Borrego: Margarita sin dolientes

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(A 30 años del Periódico de Margarita)

Por estos días primeros de julio del año 1990 iniciamos las diligencias para crear en Nueva Esparta un diario diferente a lo que existía. Una aventura muy aleccionadora en diversos sentidos. Yo no contaba con capital y contacté a 50 personas de las cuales 43 respondieron positivamente con aportes de entre Bs. 5.000 y 20.000. (Para la época de $ 930 a 4.651). Un apresuramiento irreflexivo nuestro, aunado a devaneos pusilánimes y de vanidad extrema de 5 directivos, echó por tierra el proyecto. Cinco sujetos, que antes del periódico eran cinco desconocidos a quienes hicimos “famosos” y creyeron realmente serlo y desde el cierre del periódico volvieron a sus anonimatos. Este servidor retornó a La Isla, con apoyo moral de Morel Rodríguez, se hizo un segundo diario, pero esta vez con músculo financiero; y en ambos diarios, que es a lo que vamos, dedicamos el grueso de nuestros espacios a alertar sobre la debilidad estructural de Nueva Esparta dada su condición de insularidad y a la necesidad de crear esquemas que configuraran una plataforma económica fuerte y estable que garantizara el tejido social. Muy poco se hizo al respecto y hoy Nueva Esparta está colapsada como generadora de felicidad para los neoespartanos. Sin embargo, y también hemos insistido en ello infructuosamente, aún es tiempo para tomar decisiones que sin comprometer el Erario Público puedan consolidad una estructura capaz de repeler los vaivenes que pudieran originarse en el alto gobierno.

En fechas recientes hemos reintentado traer el asunto a colación proponiendo tres proyectos que tienen un costo conjunto de 365 millones de dólares que NO provienen del gobierno. Y que aparte de los proyectos en sí generan un proceso de activación del Agro con inyección de $ 10 millones; dinamizan el turismo masificando el interno y estimulando el internacional; crean miles de plazas de trabajo; descolapsan la economía global del estado; resucitan al Puerto Libre sin necesidad de sacrificar divisas que son importantes para otros requerimientos, entre ellos bolsillos de generales y civiles enchufados. Y en términos generales, consolidando un PIB local muy superior al nacional que podría instar a los mandatarios regionales a ser más creativos que políticos.

Pese a ello, nadie hasta ahora asume el banderín. Ni siquiera el gobernador actual (mal visto por Maduro) realiza el gesto de amagar con una propuesta que le haga merecedor del aplauso de su estado y del país. En síntesis: “Margarita No tiene dolientes”.

Importante acotar que la insularidad en este caso le resulta ventajosa por diversas razones, entre ellas que se hace más visible cualquier éxito. Y que en el “Factor Agro” es posible que buena parte de lo que se produzca, por excedentario, sea exportado a las islas del Caribe haciendo atractiva la actividad de cría y siembra. ¡Ah malaya un Chico Herrera!

 

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