Ya no sorprende. Evidenciar, una vez más, que ese sector de la oposición cuyo líder es reconocido por +50 países, no ha aprendido nada. No conoce a su adversario político. Mientras que su adversario sí lo conoce perfectamente. Es absolutamente predecible, reactivo y profundamente errático. No son proactivos que es lo que el país realmente requiere para poder avanzar hacia el cambio.
El mensaje político-estratégico de Vladimir Padrino, de este 5 de julio, ha producido en ella el resultado por el gobierno esperado, Espantar el voto opositor. Esa dirigencia opositora sin formación política, visceral, arrogante, sectaria, excluyente, de oídos sordos e irreflexivas. Que tiene 21 años de absoluto fracaso por las vías aventureras. Desde el golpe de Estado del 2002, hasta la infame Operación Gedeón, pasando por las completamente inútiles abstenciones del 2005 y 2018, principalmente. En su ineptitud, falta de visión 360 y pensamiento estratégico no se da cuenta que todas las acciones que ha desarrollado el gobierno de Maduro en las últimas semanas y las que faltan en los próximos meses, tienen un único objetivo, que la oposición, nuevamente, se hunda en el fango sin fondo de la abstención. Para quedarse así con la mayoría del único espacio de poder, reconocido por el mundo en su totalidad, de la oposición como lo es la Asamblea Nacional, para dejarnos sin nada. Sin el chivo, ni el mecate.
Visto que definitivamente no vendrán los marines USA a salvarnos. A lo único que apuesta hoy esa oposición extremista fracasada, es a que con la presión de las sanciones que solo afectan al pueblo y no a Maduro, se produzca una explosión social que a su vez conduzca al derrocamiento del gobierno chavidurista. No les importa que en ese camino largo e incierto, Cuba lleva en él 60 años, mueran miles o millones de venezolanos. Para ellos son solo insignificantes “daños colaterales”.
Al fin y al cabo, Padrino López tiene toda la razón cuando afirma que: “No serán poder político jamás en la vida”. Refiriéndose directamente a esa oposición con la azotea movida que busca llegar al poder a través de la fuerza, de la violencia de las armas, que por cierto no tienen, y que son tan ineptos que ni para contratar mercenarios sirven.
El mensaje de padrino está dirigido directamente a los sectores aventureros del país. Pero, además está estratégicamente construido y expuesto para que cumpla la función de espantar el voto.
Una vez más, habrá un sector de la población que sucumbirá ante esa estrategia, nada novedosa por cierto, que desarrolla desesperadamente el gobierno de Maduro. Lo que falta por ver es cuán amplio en números decisivos resulta ser. Como igualmente falta por ver si los partidos democráticos que participarán decididamente en las parlamentarias tendrán la capacidad de organizarse bien y construir un mensaje esperanzado que cale profundo en la población, como para aspirar a obtener un triunfo significativo. Igual reto tendrán con la escogencia de los mejores candidatos y con el “ejército” de testigos de mesa que se requiere para cuidar el voto. Esto último al final es lo más importante de todo.
@joserioslugo