El año 2012 fue inolvidable para el esgrimista venezolano Rubén Limardo Gascón. Los juegos olímpicos realizados en Londres, Inglaterra, fueron un parte aguas en la carrera de este deportista de élite nacido en Ciudad Bolívar, Venezuela.
Tras haber dado una estocada al noruego Bartosz Piasecki, su oponente en ese momento, se hizo de la medalla de oro, un hecho al que suma el factor de que con eso se convirtió en el segundo latinoamericano en ganar la más alta presea en esa disciplina desde 1904, 108 años después que lo hiciera el esgrimista cubano Ramón Fonst en las olimpiadas de San Luis, Missouri, EE.UU., según lo explica el sitio web oficial del comité olímpico internacional.
Limardo ha representado a su país desde el año 2000 en distintas competencias internacionales y actualmente se encuentra en Polonia, donde lo sorprendió la pandemia cuando estaba entrenando con miras a los juegos olímpicos de Tokio 2020 y lo que ha significado para él un nuevo reto.
Ahora, este medallista de oro, está replantenado su estrategia contra este oponente que ha ha dado una estocada al mundo entero por lo que ha tenido que adaptarse y rehacer su estrategia con miras al futuro.
“Hay que adaptarse a un nuevo sistema, en muchos países, todos los atletas de élite, no han podido entrenar al 100%. No hay competencias durante este año, no hay un calendario fijo, yo me estoy preparando para los juegos de Tokio 2021, pero yo tengo pensado también ir a París 2024”, dijo Limardo
Pero no ha sido fácil, para este medallista de oro, adaptarse a esta nueva realidad e incertidumbre con respecto al futuro de las competencias, ni al hecho de estar lejos de su familia a la que no ha podido abrazar desde hace tres meses.
“Mis dos hijos, y mi esposa están en Venezuela, yo tenía que haber regresado el 26 de marzo pero justamente en esa fecha decretaron cierre de vuelos, el cierre de fronteras. Tengo un hijo que va a cumplir 6 meses al cual he visto solo 9 días por un permiso especial y es un poco difícil”.
Eso lo motiva para seguir adelante y esforzarse por entrenar cada día y dedicarle tiempo a su proyecto denominado, Fundación Rubén Limardo, con el que está preparando a otros jóvenes venezolanos para que alcancen nuevos logros para su país en esta disciplina deportiva.
“Tenemos una fundación, un proyecto donde tenemos a más de 20 atletas venezolanos aquí en Europa”, contó a la Voz de América. Su fundación se encarga de que los deportistas reciban lo necesario para su buen desempeño como esgrimistas en las distintas armas que manejen, además de asegurar la participación en copas mundiales, competencias dentro y fuera de Europa.
Limardo está consciente que las circunstancias no son las mejores para ningún deportista de élite, pero está decidido que, sin importar cuándo se defina la fecha de los próximos juegos olímpicos, dará lo mejor de sí para volver a estar entre los primeros en el mundo del esgrima.
VOA