Mientras que al mundo entero el nuevo Coronavirus lo mantiene paralizado, a los trujillanos la crisis económica los obliga a salir todos los días de sus hogares, para rebuscarse el pan diario, a sabiendas que la vida de estos ya estaba sumergida en un espiral caótico, ahora en pandemia es mucho peor.
“Para todos es difícil, pero para los pobres es mucho peor”, así cuenta su experiencia Pablo Rondón, quien reside en La Hoyada y es barbero. Por casi tres meses sólo he trabajado a domicilio y no se me hace fácil, porque mis clientes están en Valera y como llegar sin transporte público. Esta pandemia le hizo hasta perder su familia, ya que la falta de dinero lo obligó a mudarse con una hermana y dejar a su familia en San Luis.
“Este gobierno cree que con la comida de la bolsa CLAP basta para un mes de alimentación para la familia” somos cinco personas en mi núcleo familiar, incluyendo 4 niños, la última que recibí me trajo en dos oportunidades cinco kilos de arroz, dos de pasta y cuatro de frijol, no tengo gas, sin agua en El Pensil y muchas veces sin luz, tengo que llegar todos los día a Valera a vender cebolla larga y cilantro en la avenida 6 y lo que es peor sufrir la persecución de la policía, que nos quiere robar la mercancía o llevarnos detenidos, como alimento a mis hijos si no me dejan trabajar.”, nos cuenta María de los Ángeles Pérez.
“La semanas tres semanas que llevamos de confinamiento me no he podido trabajar, porque la tienda de calzados donde trabajo cerró”. Y ya no tengo que darle a mis hijos de comer “, afirma Carmen Delgado quien trabaja en una zapatería en la avenida 10 de Valera
Las fallas en los servicios básicos, el alto costo de la vida y la incertidumbre sobre el aumento de los casos de coronavirus en el Estado mantienen a los trujillanos hundidos en la inseguridad y el agotamiento físico y mental de no saber cómo producir dinero que les permita tener tranquilidad y paz en estos día de tanto desgaste emocional.
El Tiempo de Valera