El presidente Nicolás Maduro sigue manteniendo el control del país. Aunque los casos de Covid-19 siguen aumentando, las medidas de confinamiento y el plan especial 7×7 se siguen aplicando en el país. La paralización del sector empresarial es lo que no cuadra en este caso, porque, tomando las medidas necesarias para evitar el contagio entre los trabajadores y los venezolanos en general, algo se puede hacer.
Desde Fedecámaras han pedido que se reorganicen las medidas de confinamiento, porque a casi 4 meses de cuarentena, simplemente hay sectores que no van a poder aguantar más.
Entre tanto, la inflación sigue en aumento. Ya no se habla de bolívares, para casi nada, porque el venezolano de a pie, el que gana sueldo mínimo, percibe apenas 1.2 dólares, frente a los 100 millones de bolívares que ya cuenta la canasta básica familiar.
El abastecimiento se mantiene igual porque los sectores productivos se han empeñado en seguir adelante. Es la gente común la que no puede comprar mucho con esos 800 mil bolívares.
De paso, la inflación va a seguir allí por la cantidad de subsidios o bonos no laborales, que actualmente representan 45% de los ingresos de los hogares en pobreza extrema y 35% en los no pobres, según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) 2019-2020.
Este retorno de la o hiperinflación es la principal consecuencia económica del coronavirus por el deterioro del poder de compra de la población.
Definitivamente el Ejecutivo debe incentivar la actividad de las empresas, e incluso lanzar estímulos para rescatar los emprendimientos. Por el bien del país.
tsociasl@gmail.com