Las estaciones de servicio de Tucupita permanecen con sus portones cerrados
Desde el pasado viernes, 3 de julio, los conductores de vehículos particulares, transporte público y motorizado no tienen acceso al abastecimiento de gasolina en las estaciones de servicio de Tucupita
Las estaciones de servicios de Tucupita permanecen con sus portones cerrados y se desconocen la reapertura de las mismas en el Delta. Foto: Melquiades Ávila.
La gobernadora del estado Delta Amacuro, Lizeta Hernández, informó el pasado fin de semana sobre el cierre temporal de las estaciones de servicio en el municipio Tucupita. La mandataria regional justificó la acción como parte de las medidas para evitar la propagación del COVID-19 en la entidad. Luego del anuncio realizado en cadena regional de radio han transcurrido siete días y las gasolineras permanecen cerradas.
El transporte público fue suspendido en su totalidad y los vehículos de los sectores priorizados, como el de los alimentos y medicina, se encuentran prácticamente paralizados por falta de combustible en la ciudad. No obstante, la gobernadora ordenó que continuaran cerradas las parroquias que colindan con la capital. Tres de esas parroquias se encuentran fuertemente custodiadas por efectivos militares.
Un conductor que se identificó como Marco Cortes cuestionó la medida al señalar que las autoridades pretenden ocultar la ausencia de la gasolina: “Esto se acabó. No hay gasolina y se trata de justificar la situación encerrando al pueblo”, afirmó Cortes.
Hasta la tarde del jueves 9 de julio se comprobó el cierre total de las estaciones de servicio. Las cuatro gasolineras que funcionan en Tucupita se han mantenido con sus portones cerrados durante los siete días transcurridos desde que Hernández hizo su anuncio. Sobre el tema del cierre absoluto, los conductores aseguran que se agota toda la reserva de los vehículos y la ciudad está al borde de una paralización total.
De acuerdo con el conductor Cortes, los usuarios del transporte público son los más afectados. La suspensión de las unidades y el cierre de las gasolineras afectan directamente la movilización para la búsqueda de alimentos y medicina, y además imposibilita atender las emergencias que se presentan en las comunidades.
El Pitazo