Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar, compartió el lunes 13 de julio de 2020 sus apreciaciones sobre la economía nacional en el Congreso Internacional Tendencias Empresariales, innovación y emprendimiento, organizado por la Universidad Católica Andrés Bello, extensión Guayana.
De sus declaraciones destacaron especialmente las siguientes:
“Aquí lo que hay es pobreza y hambre”.
“La realidad es que tenemos que empezar a abrazar una economía de mercado con competitividad y productividad”.
“Para salir de la crisis hay que avanzar la economía del libre mercado, la iniciativa de la empresa privada y promover un marco institucional, especialmente en el área económica, que le permita al empresario asumir riesgos”.
El evento organizado por la UCAB así como las palabras del máximo responsable de empresas Polar podría servir de preámbulo para iniciar o profundizar la proliferación de estudios y análisis sobre el Marco Institucional en el área económica en Venezuela.
El país y sus débiles instituciones han estado durante muchos años alejadas de las buenas prácticas estatales y de gobierno. Adicionalmente la teoría económica sobre Law and Economics, regulación económica-sectorial, la Economía del Comportamiemto, la Economía del Sector Público, la política y el derecho de defensa de la competencia, la protección al consumidor, la protección a la propiedad intelectual, normativas sobre comercio interno, etc., ha evidenciado una enorme evolución y enriquecimiento a lo largo de los últimos 40 años a nivel mundial, periodo en el cual se enmarca el actual régimen venezolano que durante los últimos 20 años, como asoma el representante de empresas Polar, ha hecho que el país sufra no una paralización sino un enorme retroceso, de incluso 80 años en lo que al poder de compra e ingresos per capita se refiere.
Un elemento destacado por el representante de empresas Polar que exige un esfuerzo mayor en siquiera iniciar la discusión -la cual debe ser permanente- sobre dicho Marco Intitucional y buenas prácticas de gobierno, lo constituye la descapitalización humana que ha sufrido el país, tanto en el sector público como en el sector privado.
El esfuerzo de pensar dicho Marco Institucional en el área económica, no podría pretenderse que se materialice en un simple documento que recoja peticiones o propuestas por parte de un sector, porque dicho Marco Institucional así como la democracia se trabajan, defienden, analizan y perfeccionan a lo largo del tiempo, siempre. Este hecho que debería constituir una realidad que con mucho dolor hemos aprendido en carne propia en el país, demanda la proliferación de espacios e instituciones de análisis, investigación, seguimiento y propuestas de políticas públicas y regulatorias.
La mejora de las prácticas gubernamentales y regulatorias en países desarrollados y de altos estándares de calidad de vida, resulta fruto del esfuerzo e intercambio del análisis y seguimiento constante por parte de instituciones que garanticen check and balance de las acciones publicas, exige funcionarios públicos altamente formados en el Area económica, microeconómica, de Derecho y Economía, regulación económica, etc., lo que exige a su vez una academia con los recursos y conocimientos para formar profesionales y discutir temas de política pública. Exige un sector privado cuya representación cuente con sus propios espacios de análisis económico del derecho y de las políticas públicas que puedan aportar efectivamente argumentos y propuestas de política. Por supuesto requiere, como lo hemos reiterado, una academia actualizada y de alto nivel, con la suficiente especialización en temas específicos de políticas públicas y regulatorias.
Un tema que aunque parezca trivial debemos reconocer y concientizar que no existe en Venezuela y habría que trabajar en ello es: se requiere una comunidad de profesionales especializados en las numerosas áreas de políticas públicas, desempeñando distintos cargos y responsabilidades en el sector público, en el sector privado, desarrollando actividades de consultoría, académicos formando e investigando, toda vez que estos constituyen el capital humano que puede hacer posible dicha transformación del Marco Institucional en el área económica.
Pareciendo existir un consenso respecto a la necesidad de un nuevo Marco Institucional eficiente en favor de una sociedad de progreso que genere bienestar social, sería extraordinario observar el inicio y la creación de dichos espacios de análisis así como el fortalecimiento de las “cátedras” que eventualmente existen o que se han creado para dicho propósito.
Economista UCV