Hoy en Venezuela tenemos el peor gobierno de los últimos 100 años, y por eso no renunciaré a ser venezolano, no huiré porque sencillamente no creo en el exilio, soy más útil en mi país, que fuera de él.
Nací en esta Tierra de Gracia, de hombres valientes, aguerridos que no se vencen fácilmente, he luchado y sigo en la pelea por el bienestar y un mejor futuro para todos.
Creo en la Iglesia Católica, su formación y mensaje de querer al prójimo como a sí mismo; ciertamente hemos tenido errores y no por eso renunciaré a ser Cristiano y Católico.
En lo político, creo en el Humanismo Cristiano, en la Democracia Cristiana, en el Social Cristianismo, en la doctrina social de la Iglesia.
Creo en Copei. Nunca me iré de este partido y no renunciaré a la tarjeta verde. Esta ha sido mi casa, una organización que sembró los valores Cristianos en la política venezolana, fue pionero en la promoción de la primacía del ser humano, en la búsqueda del bien común, la promoción y el respeto de los valores fundamentales sobre la justicia social. Por todo esto moriré en Copei.
A todos aquellos que quieran dirigir el rumbo del país, les digo que las ambiciones particulares, las divisiones, los falsos apoyos y conspiración permitieron que los más incapaces y corruptos llegaran al poder dado como resultado, el sitial del país más pobre e infeliz del mundo.
Miembro de la Dirección Nacional de Copei – Ex parlamentario por el estado Lara
