José Ríos Lugo: Hacia la república zombies

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Todos los que aún vivimos o sobrevivimos en Venezuela lo sabemos, porque lo experimentamos a diario. El hecho de que nuestro “amado” país se nos está desmoronando encima. Y muchos, ya cansados de luchar, solo pueden optar por contemplar con impotencia y dolor como van cayendo a nuestros pies, uno a uno, cada pedacito de lo que otrora fue una gran nación con un potencial enorme para su desarrollo pleno.

En líneas generales: el facilismo, la corrupción, las injusticias sociales, la dependencia solo del petróleo, un sector privado que se dedicó a vivir de las rentas y de la llamada “economía de puertos”, más una dirigencia política partidista que definitivamente falló en la formación política de las generaciones que le sucederían, fueron el “caldo de cultivo”, la génesis de la llegada del chavismo y por consiguiente de lo que hoy tenemos como país.

Claro que hay que sumarle la campaña de antipolitica que los “amos del valle”, entre quienes principalmente se encontraban los dueños de los grandes medios de comunicación de la época (periodo democrático de 1958 a 1999). Quienes trabajaron en favor de crear una matriz de opinión de animadversión contra partidos y políticos. Recordemos a la famosa telenovela “Por estas calles”. Punta de lanza de dicha campaña.

Los “amos del valle” promovieron o por lo menos no se opusieron al golpe de Estado dado por Hugo Chávez Frías contra Carlos Andrés Pérez, del cual tenían conocimiento, según lo relatado por quienes participaron en el. Luego armaron un complot con el sector privado, dirigentes adecos y de otros partidos que llevó a la destitución del presidente Carlos Andrés Pérez y por consiguiente a extinción de las necesarias reformas del Estado que él había emprendido y que eran contrarias a los intereses financieros, de poder y control de esos “amos del valle”.

Apoyaron y financiaron a Chávez para que este lograra con votos lo que no puedo con las balas. Llegar al poder. Temprano se dieron cuenta que habían “metido la pata” al escoger a Chávez como su marioneta, pues este resultó todo lo contrario. Nuevamente crearon un complot entren sector privado, parte de las Fuerzas Armadas, de la iglesia católica y de varios partidos políticos, pero esta vez para salir CON BALAS de quien habría sido su pupilo. Cosa que no pudieron.

Desde ese golpe de Estado del 2002, hasta nuestros días con la operación Gedeón o Macutazo, el pueblo venezolano quedó atrapado entre el fuego cruzado de los intereses, caprichos y lucha por el poder de 2 infames bandas delictivas. Los extremistas del gobierno y los extremistas de la oposición.

El gobierno, simplemente se ha dedicado a hacer lo que hacen los gobiernos autoritarios y tiránicos. Hacerse de todo el poder, destruir las instituciones democráticas y someter a su voluntad y caprichos perversos al país.  Mientras que el extremismo opositor, por su parte, nos ha enrumbado por caminos de aventuras que prometieron “salidas rápidas” y que solo han logrado retrocesos, muertes y atornillar más y más en el poder al chavidurismo.

Duele, y es muy duro tener que aceptarlo, pero Venezuela no cuenta hoy con una dirigencia política capaz, honesta y mucho menos con amor patrio, que quiera y pueda ser capaz de salvarla. La dirigencia opositora actual, con sus honrosas excepciones, es profundamente mediocre y absolutamente desleal a su país. Para esa dirigencia primero están sus intereses personales y grupales que los de Venezuela. El pueblo sufrido y necesitado de soluciones concretas a sus múltiples problemas para ellos es invisible.

El político de hoy en Venezuela vive solo para complacer la demanda de las redes sociales dominadas, casi por completo, por los laboratorios mediáticos de los factores políticos de gobierno y oposición. Los dirigentes les tienen terror a dichas redes y no se atreven a decir la verdad por temor a ser linchados, sometidos al escarnio público por esos diabólicos laboratorios.

Los sectores democráticos que pugnan con los extremistas por reorientar a la oposición hacia la lucha por la vía democrática, constitucional, de diálogo, de acuerdos políticos y del voto, ha sido objeto de las más sucias campañas de descalificación y difamación con el objeto de inhabilitarlos moralmente frente al país y truncar esa ruta de lucha con las armas democráticas.

Por su parte, esos factores democráticos dentro del vario pinto opositor han sido timoratos, inseguros y sobre todo muy temerosos de las redes de manera que permitieron que los factores extremistas se adueñaran de la conducción de la oposición y la vengan llevando de aventura en aventura y de fracaso en fracaso. Consolidando al chavimadurismo como consecuencia.

Pero, hoy eso al parecer puede empezar a cambiar. Y dependerá en gran parte del poder de convocatoria que esos partidos y movimientos democráticos muestren frente a las elecciones parlamentarias del 6D y la cantidad de escaños que puedan lograr ganar. Tendrán que superar todos los obstáculos de ventajismo y abuso de poder del gobierno, pero también la campaña sucia de los extremistas de oposición que tras su nuevo llamado a la abstención harán todo lo posible para que esta se imponga, cual 2005 y 2018.

Los dos bandos perversos y criminales que mantienen sometidos a los venezolanos a su guerra de poder e intereses financieros seguirán utilizando todo los recursos de que disponen para intentar aplastarse mutuamente y con ello se siguen llevando por delante a todo un país. Esos bandos polarizados nos llevan derechito hacia LA REPÚBLICA DE LOS ZOMBIES, dónde como en Cuba, llegará un momento en que ya nadie tendrá fuerzas, ni querrán seguir luchando por el cambio. Por lograr un país mejor y terminará por aceptar su karma.

Es el deber de todo ciudadano de este país poner su más alto esfuerzo para evitar que eso pase.

La ruta para el cambio es muy clara, participación electoral en: parlamentarias, alcaldías, gobernaciones y llegar al Referendo Revocatorio del 2022. Se llama acumulación de fuerza y espacios de poder para cercar al gobierno autoritario que tenemos y luego darle el “palo cochinero”, electoralmente hablando.

@joserioslugo

 

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