Turistas pasan el día en la playa el 13 de agosto de Travemünde bajo un sol brillante y temperaturas cálidas. La ola de calor que sacude a Europa y que lleva a los habitantes a las playas pone a prueba la prevención contra los rebrotes de coronavirus en el Viejo Continente. Con temperaturas que superan los 35ºC, las autoridades tratan de que se cumplan las medidas de distanciamiento para frenar la propagación.
DW