No era difícil preverlo ni se necesitaba ser pitoniso para adivinarlo: Maduro raspó a Dante Rivas. El tipo demostró su baja calidad dirigente y su nula capacidad para conjurar conflictos. Antes ya lo había echado de un ministerio ramplón en el que Mandrake habría fallado por la circunstancia/país: “Ministro de Pesca y Acuicultura” rezaba la tarjeta de presentación que usó poco. Y pese a ello Maduro, no solo le dio oportunidad de reivindicarse, sino que en las cadenas lo citaba con cierta deferencia. Pero el candelero que se prendió en Margarita hace dos días por el problema de la inexistente gasolina acabó con la paciencia de Nicolás y ordenó su pase a “disponibilidad”. Eso implica, entre otros factores, que no dispondrá de puesto salidor en las listas del parlamento ni tampoco será candidato a gobernador. La alcaldesa de Díaz, Marisel Velásquez, con sobrados méritos psuvistas asumirá el liderazgo oficialista en Nueva Esparta, ahora con mayor formalidad aunque el rango de “Protector del Estado” será -eso se comenta- para la Marleny Contreras (esposa de Diosdado Cabello) quien resultará privilegiada en la postulación a la AN. A Marisel repetidamente se le ha negado su lugar en el podio para favorecer a terceros sin postín político incluido Dante Rivas.
Sobre la designación de la Dra. Contreras hay poco discernible. No se puede determinar la calidad y cualidad de una persona dentro de un escenario/país como el venezolano. En el Ministerio de Turismo donde tal vez pudo haber logrado mejor performance, el entorno la obstruyó y conspiró en su contra por ser esposa de Diosdado, según jura por su viejita un colega de ese ministerio. Sus dos sucesores (Stella Lugo y Víctor Plascencia) para nada han enmendado la plana. Insisten en “ruedas de negocio” y “exploraciones aleatorias”, estrategias erradas, ambas. Del Mintur, Maduro la remitió al MOP, cartera de pobreza extrema sin posibilidad de realizar un solo proyecto. ¿Trampa?
Marleny Contreras pudiera hacer mucho por Nueva Esparta. Ella detenta poder asaz, es sagaz, bella e inteligente. Si asume a Margarita como su “marca política” puede hollar profundo y descollar sin una muleta que no necesita.
Como primera acción deberá desmontar el andamiaje circense de su antecesor. Ese muchacho no tiene idea de lo que traduce el ejercicio de la política. Y para que Nueva Esparta asome su potencia progresista es preciso que se adose a un político, no solo bien posicionado, sino esquematizado intelectualmente para vencer óbices farragosos.
Nueva Esparta, pese a su insularidad, o gracias a ella, es un coto cerrado factible de ser desarrollado con cierta facilidad con un poco de apertura hacia lo externo desde lo político. No sugerimos alianzas contra natura; tan solo hacer de puente entre la inteligencia y el alto gobierno. Ella puede. ¿Quiere? No sabemos.
Artículista
