El que hayan liberado a Juan Requesens va más allá de una simple medida humanitaria, el país le implosiono en la cara al chavismo, esa es la verdad verdadera. Ya no se puede seguir ocultando la realidad de la crisis.
La situación no es que es insostenible, es que no hay situación. Organismos discretos como el BID no salen de su asombro cuando hablan de un salario mínimo de 1 dólar mensual. Igual es su asombro cuando le dicen que es mejor cobrar los bonos de 3 dólares que regala el gobierno a los que no trabajan ya que a los que trabajan 8 horas diarias le pagan un salario de 1 dólar mensual.
El país se quedó sin gasolina, sin gas, sin profesionales, sin energía eléctrica, sin comida, en el país no hay nada. Y el chavismo lo acaba de descubrir, por eso anda buscando una tabla de salvación, que pareciera que ya no le va a servir, están en el medio del océano Pacifico de noche en pleno huracán.
El gobierno obrero de Nicolás Maduro huye, sale pirado, disparado, despavorido, cuando le hablan del aumento salarial. De los pensionados del Ivss “chito” de eso no se habla, está prohibido hacer cualquier mención de su situación dentro del gobierno. No saben qué hacer con el país.
Y como dirían algunos parece que lo que estamos empezando a ver es la punta del iceberg o las primeras olas del tsunami.
Medidas económicas para la creación de nuevas empresas son algo así como la locura de alguien que delira, no pueden funcionar y laborar las que ya existen, van a crear unas nuevas y cómo van a funcionar.
A la oposición le pasa alago parecido al chavismo, se le perdió la brújula y se quedó sin norte. Por eso lo único que queda es esperar, el tsunami y tener; Fe de que, no se, pero tener fe es lo único que nos queda.