De los 5 millones de venezolanos que se han visto obligados a vivir, o sobrevivir, fuera del país, se calcula que hay unos 2000 periodistas. Son cifras por verificar, pero no deja de ser motivo de preocupación y estudio por todas las implicaciones de un fenómeno inédito en la historia de Venezuela.
De exilio, emigración, diásporas, conocíamos los testimonios. Han sido procesos estudiados a distancia tanto geográfica, como históricamente. Si se quiere, la más dramática es la persecución, movilización y liquidación sistemática de gran parte de la población judía por el régimen nazi.
Luego se viven procesos parecidos, salvo la utilización de hornos crematorios, bajo los regímenes comunistas en la Unión Soviética y países de Europa del Este hasta su derrumbe con la caída del muro de Berlín donde solo quedó Cuba como testigo de la guerra fría.
Los periodistas venezolanos, acostumbrados a reseñar tragedias de otros, a buscar testigos, a entrevistar a sobrevivientes, pasamos de ser espectadores a protagonistas y víctimas del experimento chavista.
No podemos dejar de mencionar la tragedia que viven países del Medio Oriente envueltos en conflictos históricos en los que hay poblaciones enteras liquidadas y millones de desplazados.
Al decir de Sabina “duró la tormenta hasta entrados los años ochenta” y Venezuela recibió a cientos de miles de chilenos y argentinos que huían de la persecución de las dictaduras militares. Luego, colombianos que se alejaban de la violencia guerrillera y otros latinoamericanos que llegaban por diversas causas.
Hasta que nos alcanzó el coletazo. Y los periodistas venezolanos, acostumbrados a reseñar tragedias de otros, a buscar testigos, a entrevistar a sobrevivientes, pasamos de ser espectadores a protagonistas y víctimas del experimento chavista.
Periodistas profesionales en Venezuela, mesero en Madrid, cocinero en Buenos Aires, taxista en Miami, limpiador de casas en Orlando, y decenas de oficios diversos asumidos con dignidad para sacarle brillo a la palabra ahorro y comprender plenamente el significado de la frase “llegar a fin de mes” o lamentarnos por no haber querido aprender inglés y respirar hondo cuando nos dicen “venecos”.
Los periodistas venezolanos en el exterior están dialogando y organizándose, están creando vínculos entre los diversos grupos y ya hablan de crear una federación global que reúna a todas las asociaciones que se están creando en decenas de países.
Después de años alejados de nuestra tierra, comienza a madurar una visión diferente de la que teníamos cuando pisamos, por última vez, el mosaico de Cruz Diez en el aeropuerto de Maiquetía.
Es una nueva experiencia que enriquecerá nuestra personalidad, es una actitud positiva ante el destierro y fortalecerá el vínculo con los colegas que están regados por el mundo y, naturalmente, con nuestros hermanos en Venezuela.