El periodista y activista social Jesús «Chúo» Torrealba, quien fue secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática entre 2014 y 2017 considera insólito que, a tres meses de un evento político importante, como la convocatoria a elecciones el 6-D, el presidente encargado, Juan Guaidó, diga que está estudiando una hoja de ruta.
Chúo Torrealba: Es detestable buscar el cambio político con el sufrimiento de la gente.
Venezuela está en uno de los momentos más difíciles en su historia, uno en el que incluso ve amenazada su continuidad como proyecto nacional y cuando el Estado no ejerce soberanía en diversas zonas de su geografía y gran parte de esto se debe a la falta de articulación de los actores políticos, no solo entre oposición y gobierno, sino en el de los factores entre sí de la oposición y entre estos y una población que clama por soluciones a sus graves problemas mientras los bandos políticos utilizan su energía en conservar o procurar el poder de cualquier manera.
Así lo piensa Jesús “Chúo” Torrealba, periodista y activista social, conductor de los conocidos programas de radio y televisión Radar de los Barrios, quien se declara absolutamente preocupado ante el peligro de la disolución nacional y no deja de señalar los errores cometidos por la oposición prácticamente desde que Hugo Chávez asumió el poder como agravantes de la situación provocada por las erradas políticas gubernamentales en los últimos 21 años y propiciadores de que aún no se visualice salida alguna ante el totalitarismo y la incapacidad gubernamental.
“La naturaleza, profundidad y gravedad de la crisis no es ni siquiera rozada por los discursos de ninguno de los actores políticos. Si tuviéramos una articulación perfecta de todos los actores, gobierno, opositores, civiles, militares, sector privado, público, si tuviéramos en perfecta sincronía, concertación, nuestro chance como país de salir bien librados de esta crisis como país fuera mínimo. Al no estar unidos, no estar concertados, sencillamente no tenemos chance”, afirmó «Chúo» Torrealba, quien se desempeñó como secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) entre 2014 y 217, durante una entrevista telefónica con TalCual.
La oposición ha hilvanado una cadena de errores
-¿Cree que la inscripción del grupo de Henrique Capriles le da una oportunidad a la oposición o ayuda al gobierno de Nicolás Maduro?
-Estamos enfrentado una pandemia que ha arrasado los sistemas sanitarios de países del primer mundo, está destrozando países vecinos como Brasil, Perú y Colombia, que tienen instalaciones sanitarias más robustas que las nuestras, y EEUU que es uno de los países más poderosos del planeta se encuentra convertido en el principal proveedor de víctimas para esta desgracia.
El profesional de la comunicación aclara que la carencia de articulación entre los actores políticos de la que habla no hace referencia meramente a que no haya problemas en la oposición, o a que haya una severa dificultad en la interacción entre la oposición y gobierno, sino que todos los actores políticos están desarticulados.
Argumentó que, desde el lado del Gobierno, actualmente se ataca a quienes fueron sus aliados por todos estos años y a activistas de sus propias filas. “Jamás habíamos visto en 21 años que desde la dirección del chavismo se condujera la invasión judicial de sus partidos aliados, la expropiación judicial de sus partidos aliados, el uso de los recursos de inteligencia del Estado, del Sebin, para hostigar un partido aliado como el Partido Comunista de Venezuela, y no me refiero a situaciones con estructuras, sino elementos de la base chavistas. Ya son varios casos que han sido denunciados de asesinatos de dirigentes chavistas; tenemos el caso de un dirigente de base chavista, en Güiria, un locutor de un programa radial; los dos trabajadores de Guacamaya TV en Cabimas, varios casos de activistas chavistas presos, Aryelis Torrealba y Alfredo Chirinos; presos por denunciar la corrupción, como el caso de Alcedo Mora; y el caso de un chavista desaparecido ahora no es tan excepcional, tenemos el caso extrañísimo de Carlos Lanz, eso no había ocurrido nunca, es parte del proceso de erosión y degradación que ha experimentado este actor oficialista en estos cinco o seis años”.
No se puede avanzar sin convertir los errores en aprendizaje
Del lado opositor, Chúo Torrealba observa lo que califica como todo un drama. En su opinión, no es que actualmente existan dos políticas, sino que hay tantos agrupamientos como ambiciones existen. “El que existan políticas diversas no sería el problema, ni siquiera estando referidas a cosas estratégicas como el uso o no del voto, hay mecanismos suficientes en la historia reciente política en el continente en el que corrientes que tienen objetivos comunes logran convivir, coexistir, está el caso del Frente Amplio Uruguayo, la Concertación chilena, numerosos ejemplos en los que liderazgos y tendencias tienen un objetivo superior y logran mecanismos para maximizar acuerdos, asordinar (sic) desacuerdos y regular el procesamiento de tales diferencias. En el caso venezolano desgraciadamente no es así, las diferencias de agendas están prácticamente vinculadas al desarrollo de los personalismos”.
“No es posible analizar, en el caso de la oposición, lo que está ocurriendo hoy como si estuviéramos evaluando los dos últimos años. Es absolutamente inexacto, tratar de evaluar el desastre opositor pensando que esto arrancó en enero 2019, ciertamente el período en el que Juan Guaidó ha sido cabeza del movimiento opositor y que ha sido una gran oportunidad nuevamente perdida; pero no hubiera existido 2019 y 2020 sin ese desastre de haber llegado sin acuerdo sobre cómo presentar una opción unitaria en 2018”, aseveró «Chúo» Torrealba.
Argumentó que no hubiera existido 2018 sin el desastre que significó todo 2017, hasta el 30 de julio, “cuando toda la oposición asumió una agenda de naturaleza insurreccional que, una vez derrotada, sin darle ningún tipo de explicación al país se asumió una agenda electoral y no los electores, sino la misma militancia, quienes estaban acostumbrados a llevar padrones electorales, quedaron fuera de base, el resultado fue el desastre de gobernadores y alcaldes, así como el proceso fraudulento de las votaciones en el estado Bolívar”.
Continuó relatando que a la dirigencia opositora, no se le ocurre nada sino acudir a un proceso de negociación en República Dominicana que tuvo un resultado anticlimático. “En 2017 se perdió en la calle, en las urnas y en la mesa de negociación, pero no hubiese ocurrido un 2017 si en 2016 no hubiéramos acudido a un proceso insólito, que dinamitó la estrategia que le había permitido la victoria de 2015, como fueron las luchas por las instituciones, y búsqueda del voto y movilización ciudadana. Esa estrategia fue echada a un lado y el instrumento que permitió esa lucha, la MUD y las pocas estructuras que le daban corporeidad a esa unidad fueron echadas a un lado, la tarjeta de la manito, la más votada en la historia político electoral del país, fue dejada perder sin que nadie luchara por ella”, lamentó Chúo Torrealba.
Incrementar el sufrimiento de la gente
Para «Chúo» Torrealba, el exgobernador del estado Miranda Henrique Capriles tiene razón en algo, “dice que es el peor momento de la oposición, pero también es verdad que este momento ha sido construido en cinco largos años de errores tras errores. No entender este hecho impide a la oposición transformar la experiencia en aprendizaje”.
Señala el periodista que los únicos errores que puedes transformar en aprendizaje son los que asumes y que si no lo haces encuentras respuestas como las de Juan Guaidó y Leopoldo Lopez, quienes a su juicio lo que hacen es insistir en el error. “Eso no es perseverancia, es una vocación suicida, eso ya lo ha visto Venezuela en otros momentos históricos”.
“Puedes hacer el cambio con la gente –prosiguió Chúo Torrealba-, puedes intentar hacerlo sin la gente y eso es mucho más difícil; las élites ilustradas creían que se podía hacer; pero hay una cosa aún peor, suicida, que es la idea que puedes hacer el cambio contra la gente. Es lo que estamos viendo ahorita”.
No le está haciendo daño a Nicolás Maduro
Explicó que hay sectores de la oposición que creen que un instrumento para detonar el cambio es incrementar el sufrimiento de la población. “Quienes hacen eso no solo expresan la más antigua y detestable forma de hacer política, sino que revelan el desconocimiento de cómo es este país, y demuestran su absoluto desconocimiento de su realidad y del adversario que estamos enfrentando”.
Sostiene Chúo Torrealba que, cuando hay escasez de alimentos y combustible en un país democrático, la gente se molesta con el gobierno y la erosión de su base secular lleva a que el gobierno se fracture y caiga, pero que, en una dictadura comunista, cuando hay hambre y escasez de combustible el que sale fortalecido es el régimen. “Al monopolizar los alimentos y el combustible controla todo, porque controla el hambre y decide, determina quién se puede mover y quién no y condena a sus adversarios a ser un blanco fijo, inmóvil, los cerca y los destruye”.
Por ello, acotó que quienes crean que evitando que llegue gasolina al país o haciendo lobby para que cierren el acceso de combustible diésel, le hacen daño a Maduro se equivocan. “Yo les pregunto ¿cuándo los han visto ustedes empujando sus camionetotas blindadas para llegar a una bomba de gasolina? Buscar el cambio contra la gente es una estupidez”.
Cierre de espacios de participación política
-Se dice que Henrique Capriles inició una negociación con el Gobierno que contemplaba la postergación de las elecciones. Con las más recientes declaraciones de él y de Stalin González ¿cree que se cayó en una trampa del Gobierno?
-No conozco los detalles, no formo parte de ningún dispositivo opositor en estos momentos. Yo diría que plantearse la situación del seis de diciembre como una jugada en corto, ‘voy sí y solo si logramos la intervención de la Unión Europea y logramos una postergación, aunque sea mínima, de la fecha de los comicios’, planteárselo de esa manera pudiera ser inadecuado. No estamos hablando de unas elecciones simplemente; la próxima Asamblea Nacional va a estar a cargo de designar Fiscal, Contralor y Procurador General de la República, y al CNE, que a su vez va a regir todas las elecciones en los próximos siete años. La decisión de participar o no no es decir que no hay condiciones, que no me gusta ese CNE donde está (José Luis) Gutiérrez, la decisión de participar o no tiene que ver con la decisión de desaparecer de los escenarios de participación política por lo menos en una década, la decisión de participar tiene que ver con un diseño estratégico relacionado con el rescate de la política, del concepto de acumulación de fuerzas, y con una sólida autocrítica de qué hacer con esas fuerzas una vez recuperadas. Lo vivimos en 2015, puedes tener apoyo del país, puedes ganar clamorosamente unas elecciones tanto en La Lagunita como el 23 de Enero, y desperdiciarla.
“La decisión de retomar la cultura y la lucha democrática –abundó-, es un asunto que no se para en detalles. No es tratar de aminorar la paliza que me estás dando en Twitter, hay que comprender que Twitter tiene el ocho por ciento de la población y que parte importante de ella no reside en el país ya”.
Desde la perspectiva de Chúo Torrealba, se requiere una corrección de rumbo de fondo y asumir que el actor social de cambio es otro.
Reorientación estratégica
“Desde 1996 el actor social fundamental en política fue un sector muy importante de la clase media, que se hizo eco de la prédica de grupos corporativos contra la política, los partidos, y que, a despecho de esos grupos que querían ser hegemónicos, encontraron el instrumento para castigar a AD y Copei no en el grupo Roraima sino en Hugo Chávez, que gana en 1998 no con el voto de los sectores populares, porque en los barrios no se votaba, en los días de elecciones en los barrios se hacía parrilla, se bebía cerveza, pero no se votaba”, explicó el activista social.
“Luego del intento golpe de Estado en 2002 -prosiguió-, se produce una operación de reingeniería política y electoral muy audaz. Chávez hizo tres cosas importantes en su momento, las misiones, cedulación masiva y poner centros de votación en el corazón de los barrios, con esas tres cosas el Chávez derrocado en 2002 se transformó en el que venció en el revocatorio de 2004. Cambió el ring donde se daba la pelea. La oposición, en vez de ver los cambios que se habían producido, entender lo que había pasado, hizo la cosa más sencilla, cantó fraude y como consecuencia del fraude fue a la abstención en 2005 y como consecuencia de eso le regaló el país, toda la institucionalidad democrática, al chavismo. Y eso puede ocurrir nuevamente dentro de tres meses”.
En definitiva, Chúo Torrealba afirma desconocer si a Capriles o a González le ofrecieron algo, o los engañaron, pero considera que estos dirigentes deben tener clara la naturaleza estratégica del paso que están dando y que eso no puede ser interferido por una alharaca en Twitter. “Tiene que ver con darle voz a ese país que pide un cambio en la dirección opositora. Esta reorientación estratégica la han venido pidiendo la Conferencia Episcopal Venezolana, Fedecamaras, movimientos laborales de base y las más importantes organizaciones de la sociedad civil venezolana, como acuerdos por la vida. Tiene que ser para dotar al campo democrático de una reorientación estratégica que ponga la necesidad de cambio con la Venezuela en crisis, hambreada”.
Partidos actúan como la fusión de una agencia publicitaria y otra de festejos
-¿Qué opinión tiene sobre que Juan Guaidó haya anunciado que va anunciar una nueva hoja de ruta para los venezolanos? Habla de una nueva consulta a los venezolanos.
-Me preocupa mucho la tendencia de algunos actores políticos a creer que los partidos no son organizaciones para educar, organizar y movilizar al pueblo, sino que son una mezcla de agencia de festejos con agencias publicitarias, que deben cada cierto tiempo producir un eslogan que sea sexy. Si ayer fue el TIAR, mañana es la R2P, y luego el gobierno de emergencia nacional, sin explicar nunca cómo se llega a eso. La intención de esas frases no es diseñar una ruta sino acariciar la emocionalidad de la población, que siga esperanzada con un eslogan de corto plazo. Y entonces viene la parte de la agencia de festejos, hacer cosas para que la gente siga entusiasmada. Es una forma absolutamente irrespetuosa de manejar la actividad política. Ejercicios de entretenimiento y catarsis pueden tener graves consecuencia en la población.
“Soy activista ciudadano y mi actividad está vinculada a lo que pasa en la base de la pirámide. Lo que yo he conocido en la Venezuela profunda, tanto en la pobreza urbana como rural lo que me dice es que la gente quiere cambio, para bien, no caos, no guerra civil, no aventura militar, la gente quiere un cambio sostenible y tiene en altísima estima al voto”, añadió Chúo Torrealba.
-¿Qué opinión le merece la estrategia abstencionista de la oposición? Ya lo hizo en 2005 y costó mucho recuperar la vocación hacia el sufragio ¿Qué pasará ahora?
-Tenemos demasiado tiempo sin hacer política. Desde Chávez, con quien comenzó la destrucción de la política, porque hacía bullyng (acoso) y ejercía las palancas del poder para colocarse en ventaja utilizando los recursos del petroestado para montar un sistema de extorsión clientelar, y Maduro lo que ha hecho es dar continuidad y en muchos aspectos superar al maestro.
“En la oposición (continuó) pasamos de la duda sobre la utilidad del voto como instrumento de lucha democrática a cuestionar incluso la organización de base, el trabajo de base, la movilización ciudadana, todo eso ha sido abandonado y cuestionado por unos dirigentes y ciudadanos que creen que esas cosas solo se pueden hacer cuando vives en Noruega, con una democracia perfecta, porque en una dictadura tienes que convertirte en un clon de los activistas de la dictadura, es decir, para luchar contra unos malandros tienes que malandrizarte. Han renunciado a los instrumentos de la lucha democrática y la lógica, tenemos ese problema a ambos lados del espectro político. Enfrentamos tres adversarios poderosísimos, para el gobierno no son Capriles, Leopoldo (López) o Guaidó ni para la oposición Diosdado (Cabello), Maduro, sino la pandemia, la hiperinflación y la hambruna, que pueden conducir no al triunfo al chavismo sobre la oposición o al de la oposición sobre el chavismo, sino a la disolución de Venezuela como proyecto nacional.
“Hay extensas zonas de la geografía nacional donde el Estado no ejerce soberanía, que están bajo el control de jefes guerrilleros, sectores hamponiles o jefecitos con poder de fuego; no hablo solo del municipio Catatumbo, del estado Zulia o toda la frontera del Táchira o la frontera sur, de Amazonas y Bolívar, sino de la Cota 905 (Caracas), la troncal 9 entre Barlovento y Anzoátegui, el corazón mismo del país”, alertó el periodista.
Hizo énfasis en que esta situación es muy peligrosa, y argumentó que no se trata simplemente de un problema de desorden, anarquía puntual y parroquial. “No podemos olvidar que, por errores terribles, tanto de la dirección opositora como de la oficialista, el tema venezolano forma parte del menú de la carta geopolítica mundial”, señaló.
Añadió que, fuera de Venezuela hay intereses geopolíticos, mundiales, corporativos, interesados en negociar el petróleo venezolano, el oro, los diamantes y el coltán no con un Estado nacional, sino con señores de la guerra, mini caudillos, militares, guerrilleros, pranes y que los dolientes somos todos los venezolanos.
“Todo lo que está ocurriendo está signado por lo tardío e improvisado, ¿cómo es posible que, ante un evento político importante, relevante, que va a ocurrir el 6 de diciembre esté diciendo el presidente interino Juan Guaidó que esté discutiendo, organizando una hoja de ruta?”.
Ganar la confianza
-¿Qué puede motivar a la gente a votar?
-El tema no es el seis de diciembre, sino el seis y mucho más allá. La confianza no es un concepto abstracto, es el resultado de una acción continua, comprobable, verificable. Si tienes un liderazgo que empiece a hacer política de la gente y para la gente, pague los costos que eso implica, pero también reciba los réditos, eso va a cobrar, va a generar un impacto positivo en un plazo que probablemente no sea corto, pero sí más breve de lo que muchos suponen. Hay que ver las potencialidades de todo aquél que no quiera hacer política de filigrana. El béisbol de fantasía puede ser atractivo, en la computadora, pero siempre es más beneficioso para el desarrollo del cuerpo agarrar el guante y el bate y hacer unos cuantos swings.
“Puede ser atractivo formar parte de gobiernos de fantasía, las redes sociales permiten la ubicuidad, y que personas que están en Madrid, Washington, Bogotá y en Miami crean que están haciendo activismo político en Venezuela, pero hacer acá el cara a cara, casa por casa, construir la casa de adentro para afuera, de abajo hacia arriba, eso paga”, sostiene Chúo Torrealba.
En su opinión, la gente de Nicolás Maduro no tiene cómo responder en términos económicos a la crisis que ellos crearon. “El mundo post pandemia va a estar en recesión, todos los países van a estar concentrados en su reconstrucción. La idea de que otros van a venir a rescatarnos… hasta la válvula de escape de la emigración se va a cerrar, no va a haber economías donde llegar y prosperar, vamos a estar un mundo en recesión. Nos vamos a dar cuenta todos de que la única cosa que tenemos por delante es de la necesidad de reconstruir el país. Las fuerzas del béisbol de fantasía seguirán frente a la Tablet, el teléfono inteligente, a la computadora, y los que estén haciendo trabajo de base, construyendo músculo y trabajo democrático van a cobrar”, finalizó.