Un mercado en Táchira. Los precios de los vegetales se estabilizan en su valor en pesos, pero en bolívares cada semana van aumentando.
Solapado entre la aparente estabilidad del precio en pesos en los que se venden casi todos los alimentos en esta ciudad, el costo en bolívares sigue subiendo día a día, con lo cual se hace cada vez más difícil adquirirlos, por la falta de circulante y por la estrechez de los ingresos familiares.
En muchas tiendas y en los puestos informales de venta de alimentos, adonde los clientes acostumbran acudir los fines de semana para sus compras domésticas, los mismos conservan semana a semana su mismo valor en pesos, que es el que formalmente se anuncia en cartelones y pizarras, pero cuando se hace la equivalencia en bolívares, se aprecia la diferencia.
Hace apenas una semana, en los puestos de vegetales, básicamente en la zona de Palo Gordo, había tres clases de precio. Un renglón que se ocupa de tomate, cebolla de cabeza, pimentón y ají dulce, ofrecía el kilogramo a 3.000 pesos, o 300.000 bolívares, haciendo la equivalencia de 100 bolívares por peso.
Un segundo grupo de productos, la mayoría que incluye plátanos, cambures, aguacates, papa -un producto que sube y baja de grupo frecuentemente-, casi todas las frutas y otros tubérculos como zanahoria, remolacha y apio, se expendían a 1.500 pesos por kilo, o 150.000 bolívares.
Para este fin de semana, los precios de los productos referidos se mantenían en el mismo valor en pesos, pero en bolívares ya no era la misma cantidad, y había diferencias entre 8 y 10 por ciento de un punto de venta a otro.
Los alimentos del grupo de 3.000 pesos se ofrecían ahora entre 320.000 y 330.000 bolívares. Cabe destacar que a este grupo se incorporó el valor de la naranja, igualándose así con el del limón, o sea a 325.000 bolívares promedio el kilo de fruta, que son de las más buscadas en estos tiempos pandémicos de lucha antiviral.
Los del segundo grupo alcanzaron entre 160.000 y 165.000 bolívares, y en algunos expendios ofrecían otro lote de productos a 1.000 pesos el kilo, como yuca, cebollín, sapote, y ramas tipo cilantro, perejil, etc., equivalente en bolívares a 110.000.
Los incrementos en el precio de los productos, generalmente se achacan a los cambios hacia arriba del valor del dólar, que no para de subir, acercándose paulatinamente a los 400.000 bolívares por unidad, arrastrado por los niveles indomables de la inflación en el país.
Pero su efecto es más fuerte, o se aprecia más en el sector alimentario, porque todos tenemos que adquirir esos productos, y en consecuencia, todos comentamos y hacemos tema de conversación cotidiana el impacto que producen en nuestro bolsillo, ante la precariedad del ingreso.
La Nación del Táchira