Venezuela. Del cielo al infierno.
En la IV República en Venezuela se hicieron populares dos series de Televisión llamadas una la Isla de la Fantasía y la otra la Dimensión desconocida, en las cuales las cosas más inverosímiles, los sueños y deseos más locos e imposibles, inimaginables, los eventos considerados fantásticos y bizarros podían hacerse realidad.
Era épocas de la Venezuela rentista, de puertas abiertas, generosa, irresponsable y boyante que, nacionalizó las industrias del petróleo, el hierro, el aluminio y estatizo la gran mayoría de los servicios públicos que, construyó las represas más grandes del mundo para aprovechar el abundante caudal amazónico, el inmenso potencial hídrico y topográfico de sus impetuoso ríos, el Caroní alimentaria todo un sistema de represas, el sistema hidroeléctrico venezolano (Gurí y las otros embalses) no sólo garantizarían el suministro de electricidad barata a todo el país, sino que nos convertirían en el exportador neto de energía (Electricidad, petróleo y gas) más importante de América latina.
El portentosa y extraordinario desarrollo urbano y cosmopolita, la ingeniería y la construcción a su máxima capacidad edificaron grandes rascacielos y torres, el cielo era el límite. Parque Central, la torre de David, el metro de Caracas, inmensos bulevares, grandes hospitales, universidades, teatros, estadios, instalaciones deportivas, aeropuertos, puertos y el Poliedro de Caracas para ser el epicentro de inmensos y populares espectáculos.
Venezuela era el país de las fantasías, donde todo podía hacerse posible, con un Bolívar fuerte, una economía sin inflación y con escolaridad gratuita y de calidad a todos los niveles.
Las cosas están mal pero vamos bien sentenció Teodoro Petkoff, último ministro de economía y planificación de la Era de la gran Venezuela, el ex-Comunista y ex-comandante guerrillero, autor del libro El socialismo (Checoslovaquia) cómo problema que en conjunto con Alfredo Maneiro trabajaron luego del fracaso de la lucha armada y el modelo foquista Cubano en la división del Partido Comunista venezolano (PCV) y que dieron origen a movimientos heterodoxos de izquierda moderna (El Más y la Causa R).
Teodoro Petkoff acompaña a Rafael Caldera (Ex presidente de Venezuela por Copei y en su 2da presidencia apoyado por el Chiripero y convergencia), en lo que fue la última experiencia de gobierno democrático de la era del pacto de Punto Fijo.
Pero el germen de la destrucción, el virus del resentimiento, el odio y la venganza estaban latentes en su seno. Los microorganismos inoculados de fanatismo e ideologías atrasadas y fracasadas persistirán en su labor clandestina y permanente de erosión y destrucción. Entonces el Cáncer de la antipolitica, el militarismo y el Caudillismo hicieron metástasis y el modelo de los grandes paradigmas democráticos en América Latina se descompuso a velocidad vertiginosa y cuando los barcos se hunden las ratas lo abandonan y rápidamente se mudan de barco. Las ideas anti propiedad privada, anti empresariales, anti libre mercado, la visión de todo regalado porque somos un país inmensamente rico que, por ser venezolanos nos toca de todo gratis fue el abonado campo de cultivo que hizo posible la tétrica y trágica situación actual.
Nos hemos ganado a pulso las terribles condiciones en las que actualmente vivimos, no supimos, no pudimos impulsar los cambios y reformas necesarias en la IV República. Ahora en la V República todo es más cuesta arriba los talibanes de la izquierda atávica que nos desgobierna eleva cada vez más los costos de las acciones y propuestas que hagan posible restituir la democracia, alcanzar una economía sustentable, moderna, competitiva.
Y el infantilismo, el vanguardismo radical e inútil que, vociferara, gesticula y amenaza pero que no actúan en correspondencia con su discurso se multiplica. Esperando que sean otros los que resuelvan los problemas, los que pongan la sangre, el sudor y lágrimas para que el autócrata “tome conciencia” y el muro de Berlín caiga en Venezuela.
Nos toca atravesar el desierto, reconstruir los caminos, reagrupar las fuerzas porque la lucha por la Venezuela que queremos requiere de compromiso, inteligencia, humildad y trabajo duro. El país que nos merecemos lo CONQUISTAREMOS con el sudor en la frente.
caciquecatia@gmail.com – @angelcacique