Esta semana pasada se sucedieron varios eventos que cambian el juego de posiciones políticas en Venezuela. El primero de ellos, el acuerdo de paz en el Oriente Próximo, alcanzado a instancias de EE.UU. y el presidente Trump, entre Israel, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos; el informe de verificación de Naciones Unidas sobre el gobierno de Maduro, y el llamado que Luis Almagro formula a la comunidad internacional, donde les solicita que no sigan en los pequeños actos que pudieran darle legitimidad al régimen; la declaración del grupo de contacto europeo, donde expresan su desacuerdo con las elecciones convocadas, y finalmente, la declaración del propio secretario general de ONU, donde le exige al gobierno de Venezuela que se tome en serio el informe y las conclusiones que contiene.
La misión de verificación de hechos de ONU, el informe, precisa hechos y responsables, no deja lugar a dudas de la violación de DD.HH., tortura, desapariciones forzadas, como una política de Estado.
Como se ve el panorama ahora, en primer lugar, Maduro perdió aliados que en otros tiempos lo ayudaron, con la calificación de haber cometido delitos de lesa humanidad, ya no se pueden seguir ofreciendo salidas como atractivos de impunidad para que abandone el cargo con sus entornos y ministros. Ya la calificación del delito de lesa humanidad no le da alternativas, su destino es la cárcel, sin negociación, el tiempo para ello se le agotó.
La política exterior de Trump logra un triunfo con el Acuerdo de Paz en el Oriente Próximo, y obliga por la política de máxima presión sobre Irán a entrar en el acuerdo. La construcción de nuevos aliados para EE.UU. es fundamental y los está logrando frente a China para reducir el globalismo, toda vez que Europa está atrapada por la izquierda y su anarquía. Esto indica que el tema cubano-venezolano-FARC- narcotráfico-terrorismo, será la agenda de mayor atención ahora.
Tiene la revolución socialista en Venezuela menos margen de maniobra, la pregunta que surge es qué sucederá luego de este informe, que no deja dudas del tipo de régimen que tenemos en Venezuela, donde las posiciones de gobiernos de izquierda moderados no podrán seguir acompañándolo.
Los expertos señalan cinco opciones. 1.- Que el informe se eleve al Consejo de DD.HH. y se incorpore a la agenda de discusión actual, o para febrero 2012; 2.- Que conocido el informe por los Gobiernos, cualquiera lo eleve a la plenaria de ONU, para ser discutido este mismo mes; 3.- Que sea elevado al Consejo de Seguridad y dar el debate frente al veto de China y Rusia; 4.- Que sea remitido a la Corte Penal Internacional, donde no pudieran seguir negando la investigación, en razón a que la fiscal Fatou Bensouda está ya de salida.
Contamos ahora con una comunidad internacional con más y mejores argumentos para tomar decisiones.
Concluyo el informe con las palabras de Almagro, ojalá sean discutidas al interior de Venezuela y la oposición
1-En materia de derechos humanos, la celeridad de las actuaciones de los organismos abocados a su defensa es urgente, cuestión de vida o muerte.
2-Venezuela es hoy un Estado fallido y fragmentando, tanto en su dimensión territorial como en la administrativa.
3-La responsabilidad de estos crímenes se extiende a operadores extranjeros, especialmente a cubanos que operan en Venezuela, en materia de represión, tortura e inteligencia.
4-No podemos dejar de mencionar nuestra preocupación por la presencia de representantes de Maduro en el Consejo de DD.HH. de la ONU.
5-Urgimos a la comunidad internacional a actuar al respecto.
6-Es absurdo pensar que los criminales de lesa humanidad, que reprimen y eliminan oposición, puedan organizar elecciones libres y justas.
7-Es también absurdo decir que aquellos que participan en las elecciones puedan llegar a ser considerados como oposición fragmentada, el colaboracionismo con la dictadura los hace parte de la dictadura, no de la oposición.
8-No es tiempo de ambigüedad, es tiempo de justicia, no es tiempo de encontrar términos de convivencia con la dictadura venezolana, es tiempo de restablecer la democracia en el país.
Dios nos bendice.