A dónde vas (¿Quo Vadis?), es la pregunta que todos los partidos políticos deben hacerse hoy día, es decir, no solo para una mesa de unidad de criterios, ello, es utópico, sino establecer un acuerdo de confianza plural para el objetivo común de sana convivencia por vía constitucional La sociedad está conceptualizada en el mundo político es dos extremos: el capitalismo y el comunismo, en democracia o en socialismo. Tanto la democracia como el socialismo en sus orígenes del poder del pueblo, en ambos, sus postulados son buenos; pero la democracia ha sido subyugada por el capitalismo salvaje y el socialismo por el comunismo, tiránico. Procedimientos y ejecuciones inaceptables. La brújula de lo justo se ha perdido. El dinero en la democracia capitalista como la del socialismo estatista ha corrompido la ética y los derechos humanos. La gente en sus raíces de conciencia, no quiere vivir en estos sistemas de ideología de promesas. Se ha corrompido la decencia. Trabajar, trabajar y tener lo suyo honestamente para beneficio de toda la sociedad, para los hijos y los hijos de los hijos. Así, obtendremos una patria, de amor, constancia, conciliación y paz. Esto es de honor de patria, no de conveniencias personalistas como expresó Don Valentín Espinal en la Convención de Valencia en 1858. Los partidos políticos deben renovarse caminando juntos sin atropellarse y respetándose. Ayer y hoy, hubo y existen errores políticos en los partidos políticos que no deben repetirse, que son fundamentalmente, el personalismo y el poder por el poder. El partido de gobierno, también tiene sus propios problemas, que no debe sufrir la colectividad nacional. No vamos a cantar “no llores por mí Venezuela” sino pensar y hacer realidad el Quo Vadis (a dónde vas?). En aquellos 40 años de democracia, con sus imperfecciones y errores, se educaron muchos de los que están hoy en el gobierno. El gran problema del marxismo es lo difícil de salirse, porque entre ellos, no existe amistad. Aupemos el denominador común en el ideal social para la sociedad justa, sin odios, sin democracia capitalista y salvaje ni socialismo marxista, tiránico y convivir en un Estado de Derecho Justo, de bien común, seguridad y justicia.
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