La misiva que Rodríguez Galvis le dirige a Nicolás Maduro
Sebastiana Barráez La carta del padre del ex jefe de inteligencia de Hugo Chávez a Nicolás Maduro; “No nos cansaremos de repetir que nuestro hijo es inocente”
El ex ministro Miguel Rodríguez Torres está detenido desde el 13 de marzo de 2018, cuando funcionarios del Sebin llegaron a un hotel de Caracas donde participaba en un acto por el día de la mujer
Jorge E. Rodríguez Galvis es un hombre de frontera, que en buena lid ganó la alcaldía Mayor del Alto Apure, conformada por los municipios José Antonio Páez y Rómulo Gallegos; fue creada por Ley Especial en el año 2001, pero entre las pocas cosas que ha hecho la Asamblea Constituyente fue liquidar a las únicas dos alcaldías mayores del país. ¿La razón principal? Quitarle ese poder a Rodríguez, padre del ex ministro Miguel Rodríguez Torres, cuando dejó de identificarse con el principal partido de la revolución Bolivariana.
Le hizo una comunicación a Nicolás Maduro pidiéndole libertad para su hijo, preso en la cárcel de alta seguridad en Fuerte Tiuna, y para todos los presos políticos. La misiva la hace en nombre de su familia.
Rodríguez Galvis no es un padre cualquiera, él era el líder innato en la población del Alto Apure y por ello siempre ganó todas las elecciones para dirigir la alcaldía mayor; primero con el MVR, luego con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y finalmente, en el año 2013, cuando el PSUV no quiso postularlo, se lanzó con el partido Vanguardia Bicentenaria Republicana (VBR), quien logró hacerlo alcalde y ganar la mayoría absoluta en el cabildo con 5 de los siete concejales.
Ahora le dice a Maduro: “Nuestro hijo, el Mayor General Miguel Eduardo Rodríguez Torres, tiene (2) años y seis (6) meses recluido en un calabozo donde no tiene derecho a ser abrazado por sus padres, hijas y al conversatorio de sus abogados”.
“Hoy hace seis (6) meses que sólo hemos tenido una que otra llamada que le permiten. Escucharlo nos da mucha alegría. Su único pecado, si se le puede llamar así, fue el defender y creer en un proyecto transformador que le diera al país la mayor estabilidad posible, la mayor inclusión y participación de los venezolanos en los procesos políticos y económicos, tal como se expresa en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.
Le recuerda a Maduro Moros que “con esa convicción le acompañó a usted, aún en los momentos difíciles al inicio de su gobierno, y aún ya en tiempos posteriores a su desempeño gubernamental; cuando asumió algunas posiciones críticas, lo hizo siempre en las convicciones antes mencionadas”.
“Me permito decirle que en conversaciones con mi hijo siempre me manifestaba su desacuerdo con un golpe de fuerza para acabar con su gobierno y tampoco promover conspiraciones para que eso sucediera. Todo esto se lo digo para que no preste atención a tantas mentiras que le llegan”.
“Por último, le solicito en nombre de mi familia tremendamente afectada por la situación tan dolorosa por la que atraviesa mi hijo, que usted como buen cristiano ordene la liberación de todos los presos políticos, que sus familiares, Venezuela y el mundo lo bendecirán”.
“Y recuerde que no nos cansaremos de repetir una y mil veces más que nuestro hijo es inocente, tal como lo demuestra el expediente que le han instruido”.
Le recuerda lo expresado “por el ex presidente Pepe Mujica: ‘Ningún gobierno que se dice ser democrático debe tener presos políticos’. Libertad para el M/G Miguel Eduardo Rodríguez Torres. Libertad para todos los presos políticos”, finaliza diciendo Jorge Rodríguez Galvis.
Quién es Rodríguez Torres
Es uno de los oficiales del Ejército que participó en la intentona golpista contra Carlos Andrés Pérez, el 4 de febrero de 1992, comandada por Hugo Chávez y otros comandantes. Con la llegada de Hugo Chávez al poder, ascendió en rango militar hasta lograr ser Mayor General, pero su carrera fue en el área de Inteligencia.
Ingresa a la Dirección de Servicios de Inteligencia (Disip), que luego se transforma en el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). Maduro lo nombra Ministro del Interior y Justicia, desde donde tiene un rol definitorio en el desmantelamiento de los campamentos que jóvenes habían instalado en las inmediaciones del PNUD en Caracas.
Rodríguez Torres tenía ambiciones políticas. Pensó demostrar que sería un buen relevo en la revolución, pero no contaba con el hecho de que Maduro no tiene intenciones de abandonar el poder. Y cuando se percata del avance del general, aprovecha la excusa del enfrentamiento con el colectivo 5 de Diciembre para destituirlo del Ministerio y dejarlo sin cargo alguno.
Pero él no era tan fácil de sacar del juego político, no solo porque era un febrerista reconocido, además de integrar a los originarios de la revolución, lo que lo diferenciaba radicalmente de Maduro. Sin cargo y sin uniforme se dedicó a construir una organización política, a integrar el debate político del país: Movimiento Amplio Desafío de Todos (MADT).
Propone, en noviembre de 2016, la necesidad de elecciones generales como salida a la crisis económica del país, en el marco de la instalación de la mesa de diálogo entre Gobierno y oposición. Ese ubica visiblemente en la acera contraria a la de Maduro. Se le hicieron varios absurdos señalamientos, entre esos que era colaborador del piloto Oscar Pérez, quien fue el líder principal de las víctimas en la Masacre del Junquito.
En febrero 2018 la Contraloría General de la República lo inhabilita para ejercer cualquier cargo público, con intenciones de cerrarle el paso hacia alguna elección popular. El 13 de marzo de 2018 funcionarios del Servicio de Inteligencia Bolivariana (Sebin), organismo que lideró por muchos años, lo detienen en un hotel de Caracas donde participaba en un acto por el día de la mujer, se lo entregan a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), quien lo recluye en los sótanos de ese recinto carcelario.
El 11 de junio de 2020 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con la resolución 25/2020, otorgó medidas cautelares de protección a favor de Rodríguez Torres, al considerar que se encuentra en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos.
“Pese a diversas solicitudes presentadas a las autoridades competentes, Miguel Eduardo Rodríguez Torres no estaría recibiendo atención médica adecuada para su situación de salud. La Comisión lamenta no contar con las observaciones del Estado, pese a que fueron solicitadas de conformidad con el artículo 25.5 de su Reglamento”.
“El otorgamiento de la medida cautelar y su adopción por el Estado no constituyen prejuzgamiento sobre una eventual petición ante el sistema interamericano en la que se aleguen violaciones a los derechos protegidos en los instrumentos aplicables”.
El MG Rodríguez Torres ha sufrido incomunicación, una deficiente atención de asistencia médica con deterioro pronunciado de su condición de salud, tortura psicológica y violación al debido proceso.
Su pareja sentimental fue detenida, sometida a incomunicación y recluida en los sótanos de la DGCIM, acusada de preparar la fuga de Rodríguez Torres. Finalmente ella fue liberada, después que Rodríguez Torres se declaró en huelga de hambre.
Ni sus compañeros de la Fuerza Armada, incluyendo el actual Ministro de la Defensa, como tampoco sus amigos políticos, hicieron nada por el otrora poderoso hombre, que quedó a su suerte en manos de una administración de justicia que no respeta proceso judicial alguno.
Ahora el padre del general pide por su libertad.