Vicente Brito: Crisis vs gasolina

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Los venezolanos nos encontramos hoy en una crisis que abarca a todos los sectores de la vida nacional, la cual se ha agravado por la escasez de gasolina. Creando efectos colaterales a las dificultades y limitaciones a las cuales nos encontramos sometidos.

La escasez de gasolina ha traído un componente adicional y mucho más afectativo de cómo resolver nuestras complejidades, su efecto en lograr la paralización de buena parte de las actividades del país ha traído consecuencias angustiosas para la casi totalidad de los Venezolanos.

La caída de ingresos familiares es la primera de sus consecuencias sobre todo en los sectores más vulnerables de la población como lo son los ubicados en las clases E, D y C, las cuales constituyen el 88% de las familias. Buena parte de sus ingresos familiares provienen de las actividades informales que realizan algunos de los componentes del núcleo familiar y contribuyen al sostenimiento de las necesidades de consumo de sus integrantes. Se estima que alrededor de 10 millones de venezolanos ejercemos algún tipo de trabajo informal, incluso personas que tienen empleos estables, utilizan sus tiempos libres para ejercer actividades  eventuales y así generar ingresos adicionales.

El efecto de la escasez de gasolina, ha paralizado desde hace dos meses a casi todo el país, limitando buena parte de la economía, lo cual se observa a niveles de reducciones parciales y totales en sectores que generan gran cantidad de mano de obra. Como el turismo, la actividad agrícola, pecuaria, pesquera, industrial y transporte, al no disponer del combustible para la movilización de sus equipos, maquinarias y camiones. Las comunidades rurales se encuentran muy afectadas al no poder trasladarse a los centros urbanos para vender sus productos y realizar además cualquier diligencia de salud, adquirir alimentos u otra necesidad de consumo que necesiten. Se estima que unos 500 mil carros, camionetas, microbuses y camiones, se dedican al transporte de pasajeros y carga a lo largo y ancho del país, alrededor de un 90% se encuentra paralizada.

Nunca nos imaginamos los Venezolanos que podríamos encontrarnos en tal situación de crisis causada por la falta de combustible, la reducción de la capacidad de refinación nos hizo dependientes de la importaciones de gasolina, lo cual se complicó aun más con las sanciones que nos han sido impuestas impidiendo obtenerla en los mercados internacionales, agravando aun más el suministro de tan necesitado carburante.

Como resultado somos el común de los ciudadanos los principales afectados por esta crisis, cuyas consecuencias son inconvenientes y de angustia para las familias. Hoy somos el único país del mundo casi paralizado por la falta de gasolina, creándose con ello mayores limitaciones a las existentes y crecientes desmejoras en nuestra calidad de vida.

 

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