Conductores de El Palmar trancan vías al tener más de dos meses sin gasolina
La escasez de gasolina ha repercutido de forma grave en la producción y transporte de alimentos. Los productores agrícolas han disminuido casi a la mitad sus labores al no poder trasladarse a sus fincas.
Conductores de El Palmar, en el municipio Padre Pedro Chien, de Bolívar, trancaron el domingo la vía que conecta a la población (El Palmar), con la comunidad de Villa Lola, como protesta al tener más de tres meses sin combustible.
“El pueblo está exigiendo su combustible”, expresó Alí Molina, productor agropecuario. La tranca paralizó el tránsito de al menos 35 camiones con material aurífero. Habitantes de El Palmar reclaman que estos son los únicos vehículos que transitan al ser los que tienen acceso a combustible.
Los palmareños dependen principalmente de la producción de carne, queso y leche como fuente de ingreso, la cual se ha visto mermada por la escasez de gasolina y diésel. En el estado Bolívar la gasolina puede costar 7 dólares el litro.
En la comunidad las personas se movilizan a caballos, motos o caminando ante la falta de gasolina. Molina ha tenido que comprar cada litro a 2 millones de bolívares, casi siete dólares por litro, al tener que costearlos en efectivo, método de pago en el que el dólar se cotiza a 300 mil bolívares.
El gobernador del estado Bolívar, Justo Noguera, prometió el 21 de septiembre que atendería a la comunidad con una cisterna de gasolina. Ese mismo día ciudadanos empezaron a hacer la cola para abastecerse, pero no fue hasta el sábado 26 de septiembre que llegarían 13 mil litros de combustible. El domingo no despacharon al presentarse fallas en la estación de servicio Río Grande, la única del municipio.
Cinco kilos de queso equivalen a un litro de gasolina en la población agropecuaria.
Los cientos de motorizados que esperan abastecerse han dormido en el suelo y encima de las motos, incluso bajo la lluvia. “¿Cómo se regresan a su casa cuando ya no tienen combustible?”, preguntó Molina.
Al ser una zona rural, en El Palmar, los conductores deben transitar largos trechos para llegar a sus trabajos o viviendas, por lo que es necesario un suministro constante para garantizar la operatividad de los centros de producción; sin embargo, fueron informados que tan solo los abastecerían con cinco litros para las motos y 10 para los vehículos.
Molina de las tres o siete veces que visitaba a su finca por semana, ahora solo puede hacerlo una sola vez. Ha dejado de hacerles mantenimiento a los potreros y de vigilar la salud de los animales. Estima que al igual que él, los demás productores están trabajando a 30 y 50% de su capacidad.
“Esto es una humillación a un pueblo”, expresó Vladimir Pérez, carpintero. Cumplió este lunes una semana en la cola por combustible. Tiene dos vehículos parados, al no tener gasolina no ha podido trabajar dado que no tiene combustible para las motosierras.
Pérez vive cercano a la población de Imataca. El despacho de 10 litros no es suficiente para lo que debe transitar diariamente. “Estamos molestos porque nos tienen abandonados”, expresó.
La tranca paralizó el tránsito de camiones, a los que culpan de la destrucción de las vías del municipio. “Nadie nos está ayudando con la vialidad”, manifestó. Estima que más de 60 camiones transitan por la población sacando toneladas de material aurífero a plantas procesadoras de oro.
Luego que llegara un técnico para verificar la falla de la estación de servicio, notaron que el combustible había sido puesto en un tanque que no contaba con bomba para el despacho. Pasada la 1:00 de la tarde seguían sin ser abastecidos.
El Palmar no solo es afectado por la destrucción de las refinerías del país producto del poco mantenimiento y la falta de inversión, también es uno de los perjudicados por la explotación de oro.
Conductores reclamaron que se priorice el combustible para los camiones que cargan con material aurífero cuando ellos son desatendidos y la comunidad ni siquiera es asfaltada. Solicitaron como mínimo un despacho semanal de gasolina para poder cumplir con sus labores diarias.
Correo del Caroní