La semana pasada Rafael Ramírez publica a través de Aporrea otro de sus artículos [https://www.aporrea.org/energia/a295443.html], destinados a confundir y evadir responsabilidades. Las cifras y afirmaciones allí reflejadas, no guardan relación alguna con la realidad sustentada en los resultados y cifras oficiales contenidas en los informes de gestión, PODE (MENPET) y artículos de prensa. Venezuela debe tener claro que el rescate de PDVSA ocurre entre 2002 y 2003 con el papel protagónico de Ali Rodríguez, Félix Rodríguez, Nelson Martínez y un equipo de decididos venezolanos, del cual me enorgullece haber formado parte.
En ese equipo que se echó PDVSA sobre sus hombros no estaba Rafael Ramírez. Su antigua relación en la ULA con factores afectos a la revolución particularmente allegados al hermano mayor del ex presidente Chávez lo proyectaron a Enagas, de allí al MENPET y finalmente a PDVSA en Noviembre’2004, fecha para la cual la industria ya estaba totalmente recuperada.
Recibe una empresa a plena producción, prácticamente sin deudas, estable y sobretodo cohesionada, pero entrega en 2014 una empresa ya sentenciada al desastre.
El culpable:
Cuando Ramírez fustiga PDVSA por su posición relativa de hoy entre los países de la OPEP, olvida mencionar el efecto de las sanciones particularmente a partir de 2019 y olvida mencionar su corresponsabilidad en la falta de previsión y de acción, no precisamente desde ahora, sino desde tiempos en los que el mismo estaba al frente, para reducir la creciente exposición y vulnerabilidad que se cernía sobre la industria.
Oculta que en el entorno de 2011-12, fecha para cuando afloran las primeras acciones de endurecimiento desde el norte, la industria disfrutaba del mayor nivel de precios en su historia. Era el escenario propicio para las inversiones y los negocios, era cuando Venezuela disfrutaba de un sólido respaldo regional e internacional a pesar del momento político interno y la enfermedad de H. Chávez. Era el momento de actuar; pero no lo hizo. Entre las acciones que debieron haberse implementado se destacan a grandes rasgos las siguientes:
*Protección de activos en ultramar
*Reducción costos, importaciones y dependencia foránea de productos y refinados
*Atender el envejecimiento de infraestructura medular producto de una inexplicable desinversión
*Cambio de esquemas de negocio, apuntando a comprometer al socio
*Disminución del consumo interno y el contrabando de gasolinas
*Aceleración del remplazo de líquidos por gas
Reducir nomina, racionalizar estructuras
Nada hizo Ramírez; todo lo contrario, la situación interna y el entorno país tendieron a degenerarse. Hoy desde la baranda, critica la pérdida de control de PDVSA sobre nuestro circuito internacional de refinación, en la crisis actual de la gasolina que atraviesa Venezuela. Habla de falta voluntad política y habla de escasez de gasolina uno de los coprotagonistas de la fuga de 1/3 de la producción nacional hacia colombia en tiempos que el era la cabeza de la industria y ministro [https://www.aporrea.org/energia/a295270.html].
Cifras falsas:
Entre 2004-05, la gestión que precedió a Ramírez entrega una empresa produciendo 3.274.000 BPD (por inercia operativa) de crudo y 7.000 millones de pie cúbicos de gas, costos de producción de $3.77 por barril, deuda de $2.300 millones, produciendo cerca de 310 MBD de gasolinas, con refinerías utilizadas en 84% y exportando según pode 2004, un gran total de 2.434.000 BPD incluyendo tanto crudo como productos refinados. Existen inconsistencias entre el informe de gestión de PDVSA y PODE. El primero sugiere un nivel de exportación de crudo superior de 1.867.000 BPD, con lo cual el nivel de exportación totalizaría unos 2.527.000 BPD, mientras que el segundo 1.774.000 BPD de crudo además de los refinados.
A la salida de Ramírez PDVSA reportaba una producción de 2.899.000 BPD de crudo, representando un desplome de 375.000 BPD respecto a 2005, además 7.422 millones de pie cúbicos día (MMPCD) de gas. Esta última cifra no es consistente con una empresa que desde 2005 había dejado de producir tal volumen de crudo más su gas asociado, no es consistente con una PDVSA Gas que había dejado también de producir unos 950 MMPCD de gas, es menos consistente considerando que la primera producción de gas costa afuera arrancó en Julio’2015 y los proyectos de gas no asociado en Yucal Placer eran deficitarios. Entre producción del gas asociado a la desaparecida producción de crudo, más el desvanecimiento de la producción de PDVSA Gas Anaco, se esfumaron entre 2005 y 2014 cerca de 2.000 MMPCD, aun así el informe 2014 de PDVSA refleja un falso aumento en la producción de gas.
La razón para tal truculencia apunta al propósito de poder justificar las mil millonarias erogaciones hasta ese momento improductivas en costa afuera tal y como hemos explicado en articulo previo [https://www.aporrea.org/energia/a294708.html]. Explica en parte el porque bajo la mano de Ramírez la industria se endeudó desde $2.300 millones en 2006 hasta $46.200 millones en 2014, en medio de un alza espectacular del barril que lo llevó a promediar sobre $77.4 durante su permanencia en PDVSA.
Cuando critica la escasez de gas domestico que hoy asfixia al más humilde, hay que decirle a Venezuela que el causante de tal desgracia es el mismo Rafael Ramírez. Durante 2013, el propio ex Ministro J. Chacon reconoce públicamente que la producción de gas era deficitaria y que “solo el sector eléctrico” estaba desprovisto de al menos 800 MPCD de gas: Andrés Rojas: 800 millones de pies cúbicos es el déficit de gas,
Bajo la mano de Rafael Ramírez, la producción de LGN (gas natural licuado) pasa de 177.000 BPDE en 2006 @ 114.000 BPDE en 2014. Como consecuencia de dicho deterioro en la producción, nuestro país se ve obligado a importar (GLP) gas licuado del petróleo para poder satisfacer el consumo interno destinado a gas domestico, vehicular e industrial. Dichas importaciones pasaron desde prácticamente cero en 2005 @ 28.000 BPDE en 2013-14.
Dado que sus sucesores han continuado alimentando dicho desastre, lo cual aunado a la sequía financiera y el bloqueo desde el norte alimentado por vende patrias, satisfacer la demanda interna se ha tornado imposible. Para 2008 el déficit de gas en Venezuela superaba 1.500 MMPCD, mientras que hoy estaría rondando 3.900 MMPCD de haberse sostenido el nivel de consumo de entonces. El desplome de la producción de gas tiene diversas causales, todas ligadas a la incompetencia y la corrupción vigentes desde tiempos de Rafael Ramírez. Incompetencia y corrupción que desde Miraflores parece importar poco.
Las cifras de producción que presenta Ramírez en su artículo están divorciadas de la realidad, son inconsistentes e imprecisas, aparte de excluir selectivamente y para confundir, los líquidos del gas natural (LGN). Los volúmenes producidos mostrados seguidamente contienen datos oficiales contenidos en el informe oficial PDVSA y PODE hasta 2016. Ninguna de sus cifras se corresponde con las mostradas en el engañoso artículo de Ramírez.
El hoy adversario del gobierno asegura falazmente más adelante, que para enero’2019 la producción petrolera del país era 1.1 MMBD, cuando en realidad era 1.488.000/1.151.000 BPD según fuentes OPEP directo/secundario. Se afinca en destacar las fuentes secundarias, cuando el mismo defendía desde su posición de ministro durante 2011, la veracidad de las fuentes directas sobre las secundarias. [http://www.pdvsa.com/index.php?option=com_content&view=article&id=4338:9285&catid=10&Itemid=589&lang=es].
Insiste en manipular al asegurar que el colapso de la producción de petróleo ocurre a partir de 2014 [https://gestion.pe/economia/venezuela-considera-importar-petroleo-primera-vez-historia-69385-noticia/], cuando sus propios registros reconocen la creciente necesidad de importación de crudos que se dejaban de producir durante su gestión y cuando en entre 2005 y 2014 se dejaron de producir 375.000 BPD en medio de la mayor bonanza de precios del barril jamás registrada. Desconoce Ramírez que el desplome en la producción inicia a partir de 2005, precisamente desde su llegada a PDVSA.
Desconoce Ramírez que a partir de 2008 nunca se logra ni detener la caída de producción, ni recuperar los niveles previos de 3.274.000 BPD producidos a su llegada durante 2005. Intenta excusarse buscando refugio en los recortes de 2006 [https://money.cnn.com/2006/10/20/markets/oil/index.htm?eref=money_latest] y 2008 producto de acuerdos OPEP, cuando jamás [https://money.cnn.com/2008/10/24/markets/oil/] los niveles previos de producción fueron restituidos, ni menos aun superados [https://www.nytimes.com/2008/12/18/business/worldbusiness/18opec.html].
Coincidimos en que a partir de la llegada de M. Quevedo y más recientemente de A. Chávez, la situación ha arribado a un nivel desastroso. Pero olvida mencionar el papel protagónico que el mismo, al igual que las sanciones han tenido y tienen en dicha destrucción. Olvida Ramírez haber dejado la industria indefensa, con proyectos onerosos que requerían de un barril elevado; una empresa que venía ya en picada desde antes de su salida. Olvida haber dejado a PDVSA endeudada, sin ingresos, superpoblada e inmersa en una profunda corrupción que hoy incluso no ha desaparecido.
Falso mantra:
Para Diciembre’2017 la capacidad instalada nominal de refinación de PDVSA rondaba 1.637.000 BPD y no 1.300.000 BPD como menciona el artículo de Ramírez. Hay que reconocer que para Diciembre’2017 la capacidad real y operativa, ya habían cedido hasta 634.000 BPD y 790.000 BPD respectivamente. Es decir, el factor de utilización ya se había derrumbado. Oculta mencionar elementos que el mismo; durante su gestión no solo creó, sino que es co responsable. Ciertamente el nivel de utilización de nuestras refinerías durante 2014 era de 77%, pero dicho factor se desplomó consistentemente entre 2015 y 2016 a la par del barril hacia un 70% y luego un 65% respectivamente, para aterrizar en 2017 hacia un 45%.
Las causas del desplome experimentado entre 2014 y 2016 lo constituyen la desaparición de producción de segregaciones livianas y medianas, además de productos refinados indispensables para procesos aguas abajo. Crudos y refinados que antes se producían en nuestro país, pero que se dejaron de producir desde 2006-07 para luego tener que ser importados, en medio de un ambiente de creciente estrangulamiento fiscal y financiero, que se radicalizaría a partir del deterioro del barril en Junio’2014.
Aun con ramírez al frente, la producción propia de gasolinas para 2014 se abatió de tal forma, que el nivel de importación de crudos y refinados se multiplicó por 6 desde 14.000 BPD a su llegada, hasta 81.000 BPD a su salida y donde uno (1) de cada tres (3) barriles importados era de gasolinas, cuando a su ingreso a PDVSA, Venezuela era exportador neto. Durante su paso, el factor de utilización de nuestras refinerías se desplomó hasta el 65% @ 60%, habiendo cedido un 20% desde su arribo cuando promediaba un 83% @ 85% en 2005.
La gusanera que había procreado Rafael Ramírez se destapa con el derrumbe del barril en 06’2014. Con su pésima gestión condenó y condicionó PDVSA a vivir de costosas importaciones, donde unos cuantos vivos se enriquecían vulgarmente con cada barril importado. Condenó a nuestra industria a depender de un barril oneroso, a ser una empresa endeudada y la condenó a perder en consecuencia su competitividad y posicionamiento global.
Mientras tanto, por el lado de las exportaciones Ramírez prácticamente perdía el mercado suramericano y norteamericano, reduciendo en un 50% el mercado caribeño, con excepción de Cuba y Nicaragua. Gracias a la miopía Ramírez, aunque hasta 2014 se mantuvo un nivel similar de exportación al del 2004, la nación prácticamente no percibió beneficio alguno del alza inusitada de un barril que pasaba desde unos $33 en 2004 @ $104 en 2012 (cesta criolla), ni tampoco percibía ingresos por la totalidad del volumen exportado. Por un lado el componente nacional en dichas exportaciones perdía peso, al ser gradualmente sustituido por una cada vez mayor fracción de componente de crudos y productos importados para mejoramiento, dilución/mezcla y dieta de nuestras refinerías. Crudos y productos que se dejaron de producir localmente para tener que ser luego importados. Por el otro lado, la deuda inexplicablemente promovida por ramírez en medio del alza sin precedentes del barril, comprometió un volumen cercano de dichas exportaciones de entre 43% @ 48% del total, que no abonaban flujo de caja.
A partir de Junio’2014, fecha para la cual se desploman drásticamente los precios del barril, los ingresos netos de Venezuela ceden hasta $828 millones en 2016 desde $7.345 millones en 2015; una reducción de casi el 90%.
Para entonces la alternativa Oro comenzó a tener fuerza para el gobierno, relegando gradualmente PDVSA a un segundo plano. Según cifras del “World Gold Council”, Venezuela tranzó entre 230 y 250 TM de Oro físico entre 2014 y 2016, evidentemente para compensar el déficit originado por desplome del barril y el menor nivel de ingresos registrados desde la industria petrolera. Desafortunadamente a partir de 2017-18; desde la radicalización de las sanciones, las cifras reportadas de venta de Oro físico no resultan confiables al no reflejar la masa total de dichas transacciones.
Seudo finanzas:
El nivel de manipulación financiera durante tiempos de ramírez no ha tenido parangón. En 2011 por ejemplo, cuando el barril (criollo) promediaba $100.1, la industria reportó ingresos brutos por $125.519 millones, bajo una producían de 3.129.000 BPD, a un costo de producción $7.53 pb, para un ingreso neto de $4.496 millones. Para 2013, cuando el barril (criollo) promediaba $98.08, la industria reportó $120.035 millones brutos, con una producción de 3.015.000 BPD a un costo de producción $11.4 pb, para un ingreso neto de $15.835 millones. Menor producción, menor valor del barril, mayor gasto, mayor costo de producción y sin embargo reporta mayor ganancia neta. La acción truculenta de la magia cambiaria.
El valor de PDVSA representado en activos para 2006 rondaba $80.529 millones, mientras que los pasivos $27.426 millones, con una deuda financiera cercana $2.300 millones. Para 2014, el valor representado en activos se había elevado hacia $217.418, mientras que los pasivos y la deuda financiera habían superado $127.661 y $46.200 millones respectivamente. Entre 2006 y 2014 mientras el valor representado en activos se expandía en 2.7 veces, los pasivos crecían en 4.7, mientras que el patrimonio prácticamente no evolucionaba, manteniéndose con un crecimiento marginal de 1.6 veces. El grueso de los activos incorporados por ramírez y su equipo, no eran productivos. Abundaba la compra de edificios y propiedades a menudo infladas, procesadoras de yuca, cochineras. Era infraestructura inconclusa, eran tuberías, gasoductos y poli-ductos que nunca serian llenados en su totalidad con producción, pero que si representaban jugosos negocios. Eran posiciones en dinero producto de la especulación cambiaria, la cual toma cuerpo precisamente a partir de 2013, cuando los activos muestran una fuerte expansión.
En fin, ese incremento de activos era como todas sus acciones simples espejismos para encandilar a Chávez y confundir incautos. La cruda realidad es que nunca estuvo preparado para tal responsabilidad; nunca estuvo preparado para dirigir PDVSA.
Asesor Petróleo y Gas “Upstream” & RE SME/Estudios de Especialización a nivel de doctorado en flujo de fluido en medios porosos – The University of Oklahoma, 1991 / Master of Science Petroleum Engineering – The University of Oklahoma, 1990 / Ingeniero de Petróleo Universidad de Oriente, 1979. Ha trabajado en activos en Asia, Norte y Suramérica. Encabezó en 2006-07 la comisión técnica que asesoró al gobierno de Bolivia durante la nacionalización de su industria petrolera. Ha publicado y presentado en diversas revistas y conferencias internacionales más de 12 trabajos especializados en materia de Petróleo y Gas. Ha escrito más de 300 artículos de opinión y sido citado en materia de petróleo y gas en: spglobal.com, aporrea.org, NoticiasVenezuela.org, Plattsblog, Oilpro.com, las armas de coronel, Vanguardia de España, segurosybanca.com, The Slush Pit (Oklahoma Oil & Gas News), Energy Economist, Kaieteur-news & Stabroeknews Guyana, Sputnik-news y Los Ángeles Times, entre otros.
@EinsteinMillan