El balneario de Camurí Chico estuvo concurrido este domingo a pesar de la prohibición de uso de balnearios.
Balnearios del este de Vargas lucieron con bañistas que desatendieron la orden de cierre de playas y balnearios. Trabajadores playeros aseguraron que cada fin de semana llegan más visitantes, especialmente de la capital venezolana
La cola de vehículos en la autopista Caracas-La Guaira fue el primer indicio de una movilización inusual hacia el estado Vargas, este domingo 11 de octubre. Durante los últimos siete meses de cuarentena por el COVID-19, la orden de cierre de los balnearios ha permanecido y los visitantes se contaban pocos, mayoritariamente varguenses que buscaban un poco de oxígeno y salitre.
Pero este domingo 11, fue diferente. Como si no estuviésemos enfrentando una pandemia o no existiera restricción alguna, muchos caraqueños decidieron visitar las playas del litoral central, especialmente balnearios instalados en las parroquias Caraballeda y Naiguatá como Camuri Chico, Los Angeles y Pantaleta.
La dinámica se repitió al oeste, en playas de las parroquias Catia La Mar y Urimare. En estas últimas funcionarios de la Policía Municipal de Vargas desalojaron playas adyacentes al balneario de playa Candilejas.
«Tanto encierro no es bueno. Hoy es un último día de flexibilización y además mañana es 12 de octubre, así que por eso nos vinimos a la playa bien temprano, para cargar las energías y poder regresar temprano a Caracas. Algunos policías, han pasado y nos han dicho que debemos salir porque las playas no están permitidas, pero los kioscos están abiertos y hasta nos alquilaron sillas y sombrillas», contó a El Pitazo la caraqueña Ana María Lugo, quién posee un apartamento vacacional en Macuto.
Las autoridades regionales indicaron que la prohibición de uso de balnearios y playas en el estado Vargas se mantiene, sin embargo reconocieron que este domingo el registro de visitantes fue superior al de otros fines de semana desde que inició la cuarentena.
«La semana de flexibilización es para sectores puntuales, los espacios públicos, las playas y los balnearios, aún no están permitidos. Eso está claro en el decreto del presidente Nicolás Maduro y en el decreto regional suscrito por el gobernador Jorge Luis García Carneiro. La policía ha estado haciendo su trabajo, pero las personas no quieren entender que la prohibición de playas es para cuidar su salud. Estamos viendo repuntes importantes en países que han otorgado permisos para las playas y para espacios públicos, nosotros no queremos enfrentar un repunte similar aquí en Vargas», explicó vía telefónica el procurador del estado Vargas, Pedro Rodríguez, al ser consultado sobre un posible permiso para el uso de estos espacios por la semana de flexibilización.
Por su parte, los trabajadores playeros indicaron que ven como «un sin sentido» mantener los balnearios cerrados.
«En los autobuses la gente esta más apretada y allí no dicen nada los policías o los funcionarios. Uno aquí lo que quiere es ganarse la vida, como lo hacía antes. Menos mal que muchos no le paran y se han venido a la playa, a darle vida al balneario», contó José Serrano, quien labora en Camurí Chico.
El Pitazo