Madres y niños tuvieron el encuentro con Caritas Carúpano en el estado Sucre.
Según datos de la organización Ángeles con Microcefalia, estos niños nacidos en 2015 y 2016 presentaron el trastorno neurológico a raíz de que las madres contrajeron el virus en el último mes de gestación. Ellas también afrontan la carencia y altos costos de los medicamentos
Thailis Salazar es madre de Roger, un niño de 6 años diagnosticado con microcefalia cuando tenía seis meses de nacido. Esa es la consecuencia de ella haber padecido el virus del Zika cuando le faltaba un mes para dar a luz.
Esta historia forma parte de las 18 que maneja la organización Ángeles con Microcefalia en Carúpano-Paria, en el estado Sucre, por las secuelas dejadas por el virus.
En la fundación, aunque existen registrados 30 niños con el trastorno neurológico, primero buscaban concentrar a todos los nacidos entre 2015 y 2016, pero se integraron madres con niños más grandes.
«Tenemos niños que no son enfermos a consecuencia del virus sino por la situación que vive el país. Ahorita es muy difícil encontrar los medicamentos. Me motivé a organizarlos porque tengo una niña de cuatro años con microcefalia a raíz de ese virus», expresó la coordinadora de la fundación, Yuliannis González.
La situación de las madres es difícil a la hora de buscar los medicamentos por los altos costos y la escasez en la zona. «Mi hijo de seis años fue diagnosticado con microcefalia al nacer, también pasé por Zika y los medicamentos están muy costosos. Cada quince días debo comprarle ácido valproico, que cuesta 10 dólares y no es fácil de conseguir», narró Geraldine Rótulo, madre de un niño del municipio Benítez.
Los predilectos
El Pitazo contactó a estas madres durante el segundo encuentro de Los Ángeles con Microcefalia, «Los Predilectos del Señor», realizado por Caritas Carúpano en la Casa de la Caridad Santa Ana, el miércoles 14 de octubre, a propósito de celebrarse el 30 de septiembre el Día de la Microcefalia.
Durante el encuentro, los niños recibieron la bendición del director de la institución, padre Jesús Villarroel, quien también les entregó kits de medicamentos. «Nosotros siempre los apoyamos con consultas médicas, terapias y medicinas. Este año quisimos ayudarlos a organizar su segundo encuentro», refirió.
El presbítero manifestó que hay medicamentos, como los anticonvulsivos, que actualmente no se encuentran y son costosos, por lo que buscan resolver para ayudar a las madres. «Estos niños traen amor, aquí no hay condición».
En la jornada, las empresas privadas también realizaron donativos de cestas con pañales y productos de higiene personal.
El Pitazo