Eumenes Fuguet: Venezuela… “La octava isla canaria”

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De esta manera definen con respeto, cariño y agradecimiento a nuestra patria los naturales y descendientes de estas maravillosas siete islas que conforman el archipiélago canario, punto geográfico avanzado, en la ruta de Europa hacia América, siendo sus islas mayores: Hierro, La Gomera, Las Palmas, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote; “Legendarias islas afortunadas de los antiguos”.

En su tercer viaje, con destino a nuestras costas de la “Tierra de Gracia”, el almirante Colón tocó La Gomera para aprovisionarse y embarcar algunos marineros.

Durante la colonia, gran parte de los animales y cultivos provenían de las generosas islas Canarias, siendo la caña de azúcar un cultivo qué destacaría desde aquellos tiempos como base económica en países caribeños.

Los canarios, expertos agricultores, desarrollaron con éxito la caña de azúcar, cacao, café, papa, tomate, cebolla, melón, hortalizas y verduras; y además, realizaron labores manuales como: zapateros, albañiles, amoladores, carpinteros, carniceros y bodegueros; para convertirse en corto tiempo con el sudor de la frente, el ahorro y la honradez, en prósperos dueños de negocios y empresas contribuyendo al desarrollo nacional. A partir de la colonización, los isleños, vinieron para quedarse, dedicándose más a las faenas agrícolas que a la actividad bélica.

En 1681, desde Tenerife, partieron 54 familias con destino a Cumaná y al año siguiente, lo harían otras treinta y seis familias. Son los canarios los primeros pobladores de San Felipe, Los Teques, San Antonio de los Altos, Macarao, La Vega y algunas poblaciones llaneras, entre otras. Durante la colonia, los isleños ocuparon importantes posiciones de la sociedad: obispos, gobernadores y altos cargos públicos; se cuentan por millares, con entusiasmo, sacrificio y dedicación, contribuyeron con la producción de nuestro pan de cada día y el desarrollo del país.

Su fecunda sangre dio origen a dignos hijos de este terruño, entre quienes se encuentran nuestro siempre Precursor Francisco “Libertad” Miranda, el sabio José María Vargas, los presidentes y próceres de nuestra independencia, Carlos Soublette, José Antonio Páez, los hermanos José Gregorio y José Tadeo Monagas. También, Juan Pedro López, abuelo de Don Andrés Bello, excelente pintor de la época colonial, autor de más de ciento cuarenta obras de carácter religioso.

El canario Juan Francisco León, quedó registrado, como uno de los precursores de la independencia, al encabezar el 19 de abril de 1748 desde Panaquire con ochocientos hombres, una insurrección que llegó a Caracas protestando los abusos de la Compañía Guipuzcoana. Durante el movimiento emancipador, muchos canarios participaron en la causa realista, de ellos, el capitán de fragata Domingo Monteverde y Francisco Tomás Morales, quien de pulpero en Píritu llegó al grado de Mariscal de Campo y le correspondería firmar la Capitulación, luego de su derrota en la Batalla Naval de Lago de Maracaibo, el 24 de julio de 1823.

Posterior a la independencia, los canarios tuvieron especial preferencia al facilitarse la inmigración hacia Venezuela el 13 de junio de 1831, cuando el Congreso dio curso a la Primera Ley de Inmigración, autorizando al Ejecutivo a ingresar únicamente “isleños”; el 14 de junio deroga la prohibición de casarse los españoles con venezolanos. Favoreció tal disposición, la identidad de costumbres, religión, lengua, su facilidad de adaptarse a nuestro ambiente socioeconómico-cultural, sin olvidar su laboriosidad y sincera disposición de participar al desarrollo del país.

En 1836, ingresaron quinientos ochenta y cinco canarios; en 1838, noventa y cinco; en 1840, ciento ochenta y luego, trescientos canarios más; todos exentos del Servicio Militar con derecho a recibir préstamos y ocupar tierras baldías. El 12 de abril, se decreta el ingreso de tres mil cien canarios. Entre 1874 y 1888, ingresó al país, un contingente de veinte mil inmigrantes, entre españoles peninsulares y canarios.

A consecuencia de la Guerra Civil Española, miles de canarios escogieron a Venezuela como tierra de esperanzas. Actualmente la colonia canaria, sobrepasa los ochocientos mil compatriotas, ubicados en todo el territorio nacional; en Caracas se congregaron en el conocido sector de la parroquia Candelaria, la parroquia tomó su nombre en honor a la Virgen de la Candelaria, Patrona de los isleños, iglesia que data desde 1696 y declarada Monumento Histórico Nacional el 2 de agosto de 1960; allí se encuentran los venerados restos del Dr. José Gregorio Hernández.

En Valencia la parroquia Candelaria, es de las primeras de la ciudad gracias a la presencia isleña. El Himno Nacional de las Canarias, aprobado el 28 de abril de 2003: Soy la sombra de un almendro -Soy volcán, salitre y lava- repartido en siete peñas- late el pulso de mi alma.

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