La llegada el 7 de abril de 1815 a Margarita en calidad de “Pacificador” del general Pablo Morillo, al frente de más de diez mil experimentados soldados, complica la situación emancipadora. Bolívar en la goleta Santa María de la Popa, propiedad del prócer curazoleño Luis Brión, los primeros días de diciembre de ese año trataba de auxiliar a las fuerzas que se encontraban sitiadas en la fortaleza de Cartagena de Indias. A través del barco corsario El Republicano se entera de la rendición de la heroica plaza, luego de soportar ciento dieciséis días de verdadero sacrificio y heroísmo.
Conocedor de la hospitalidad mostrada hacia las familias venezolanas, el Libertador opta por dirigirse hacia Haití, arribando al puerto de los Cayos la noche del 24 de diciembre de 1815, país libre donde permaneció tres meses. El 2 de enero de 1816 se entrevista en Puerto Príncipe con el presidente Alejandro Petión, de quien recibe las mejores atenciones, protección y apoyo para continuar la lucha redentora. En Puerto Príncipe fue alojado en la casa parroquial de la Catedral, gracias a las gentiles atenciones del Padre Gaspar, quien por cierto al quedar ciego cuatro años después, fue sustituido por el sacerdote venezolano José Cesario Salcedo, designado Vicario General de Puerto Príncipe.
Poco a poco y a partir del día 6, llegaban a Haití los oficiales que con mejor suerte pudieron escapar de Cartagena en las goletas “Constitución”, “Sultana” y “La Estrella”, y en la fragata “Americana”. A proposición del rico armador y benefactor Brión, el 7 de febrero se reúne la Asamblea en los Cayos. Agradecido Bolívar por el valioso apoyo prestado por el marino en navíos y dinero, lo denominó “el primer protector de América y el más liberal de los hombres”.
En la Asamblea se designó al Libertador Jefe Supremo de la Expedición en lo político y militar, Capitán General de Venezuela y de la Nueva Granada. El presidente Petión, conocido como “El Magnánimo”, ordena apoyar inicialmente con dos mil fusiles y sus respectivas bayonetas y cartuchos. Más adelante le enviaría cuatro mil fusiles adicionales. Bolívar, en carta de agradecimiento, le diría: “Un día la América le proclamará Libertador”. La única exigencia de Petión a cambio del apoyo prestado, era la libertad de los esclavos, noble solicitud que Bolívar decretaría en varias ocasiones.
El 8 de febrero Bolívar asciende a Brión a Capitán de Navío, designándolo comandante de la expedición naval. Al general Ignacio Marión, mano derecha de Petión, Bolívar le obsequió un medallón con su retrato, un vaso de plata maciza grabado con sus iniciales (S.B) y le prometió enviarle los mejores caballos de Guayana. La expedición salió el 31 de marzo de 1816 de los Cayos de San Luis en los navíos “Bolívar”, “Mariño”, “Piar”, “Constitución”, “Brión”, “Félix”, “Conejo” y “Fortune”. Unos trescientos hombres iban organizados en ocho unidades de maniobra, la mayoría de ellos oficiales, de allí la denominación de la “Expedición de los soñadores”.
El 2 de mayo en el islote Los Frailes al noreste de la isla de Margarita, divisan los barcos españoles: la goleta “Rita” y el bergantín “El Intrépido”, procediendo en breve combate a abordarlos y capturarlos. Ese día asciende a varios oficiales, entre ellos, a Brión a Almirante, siendo el primero de Venezuela. El 3 de mayo la escuadra arriba a Juan Griego. El día 7 de mayo realizan en la iglesia de Villa del Norte una asamblea, la cual ratifica a Bolívar con todos los poderes conferidos en Haití. El Libertador deja encargado de Margarita al general Juan Bautista Arismendi, dirigiéndose a Carúpano, adonde llegan el 31 de mayo; puerto protegido por las baterías realistas, que al ser destruidas huyen a Cariaco.
Mariño y Piar son enviados a ocupar Güiria y Maturín. Bolívar, en cumplimiento de lo ofrecido a Petión, decreta en Carúpano el 2 de junio la libertad de los esclavos, continúa hacia Ocumare de la Costa con setecientos soldados, arribando el 6 de julio con la intención de avanzar sobre Caracas. En Ocumare emite su segundo decreto sobre la libertad de los esclavos. Una vez bajado el parque, las naves sin autorización del Libertador se trasladan a Curazao a buscar provisiones. Soublette es derrotado el 13 de julio en “Los Aguacates”.
Bolívar, con intenciones de atentar contra su vida por la cercanía de los realistas, pudo ser rescatado y llevado a Bonaire por el corsario francés Juan Bautista Bideau, eficiente colaborador desde 1811. Regresa a Choroní y al no encontrar a Soublette, se dirige a Güiria, donde es desconocida su autoridad por Mariño y Bermúdez. Sigue a Margarita y de nuevo a Haití en la goleta “Indio Libre”, donde volverá a recibir la hospitalidad y apoyo de sus autoridades, para reiniciar su incansable lucha por la independencia.