Ante los problemas de escasez y distribución del gas de bombona en Venezuela, el uso de leña para cocinar los alimentos se ha venido extendiendo en todo el territorio nacional.
A través de una consulta, una serie de profesionales del área ambiental, acopiaron 79 reportes de 21 entidades del país, incluyendo datos de 9 capitales de estado, se analizó de manera cualitativa cuán extendido está el uso de leña y cuáles son los potenciales impactos sobre nuestras áreas naturales.
A partir de los datos obtenidos y los aportes de otros estudios se puede inferir que en la actualidad:
1- en varias localidades del país la leña constituye el principal sustituto al gas doméstico y ello también está asociado a los problemas de suministro eléctrico.
2- Existen al menos seis fuentes de obtención de leña, y entre ellas están las áreas naturales urbanas y algunas áreas protegidas, lo cual representa una amenaza para la calidad de vida, la conservación y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sustentable.
La manera como ha venido ocurriendo el deterioro de servicios públicos como la electricidad y el suministro de agua potable en Venezuela, que han pasado de ser problemas puntuales a convertirse en problemas extendidos, genera una legítima preocupación percatarnos de que la leña y su uso como energía para la elaboración de alimentos se está extendiendo.
Es necesario garantizar el acceso a gas doméstico de bombona y que se desestimule el uso de leña para la preparación de alimentos. Estas son dos acciones prioritarias para evitar que la afectación de zonas arboladas de áreas urbanas y rurales, y especialmente de zonas protegidas, se siga extendiendo y se convierta en mediano plazo en otro de los factores que contribuye a la deforestación en el país.
Fundación Tierra Viva