Redescubriendo al Venerable que ya es Beato
Monseñor Tulio Ramírez: “En tiempos de pandemia el anuncio de la beatificación del médico de los pobres y cristiano ejemplar, es un símbolo de esperanza, alegría y fortaleza para todo el pueblo venezolano” (…) “Ahora con esta esperada noticia, solo nos queda imitar las virtudes inspiradoras de la fe, la esperanza y la caridad del médico de los pobres en tiempo de crisis sanitaria, el venerable o siervo de Dios está siempre en el espíritu de todos los venezolanos. El milagro que ahora estamos esperando, es el milagro del encuentro social de todos los venezolanos”.
El proceso del Dr. José Gregorio Hernández, la ahora del símbolo cultural que agrupa la identidad nacional en Venezuela.
A mis padres Martha y Marcelo
Luis Maza (Luisito)
El Doctor José Gregorio Hernández (JGH), científico, investigador, músico, docente universitario, humanista, filántropo, nacionalista, doctor de los pobres, cristiano ejemplar, activista social, defensor de los derechos humanos, Venerable laico, Siervo de Dios, Beato, hombre que cultivó la fe católica y sólidos principios morales como proyecto de vida, y que finalizó su transitar por el mundo debido a los avatares agridulces del destino.
El Médico de los pobres, fue beatificado el 19 de junio del año 2020 por las autoridades científicas y teológicas de la ciudad santa del Vaticano.
En medio de esta realidad surgen las siguientes interrogantes: ¿Por qué con la figura del venerable (JGH) convergen de forma amigable y de la misma forma, creyentes y no creyentes de la fe católica a nivel local e internacional? ¿Por qué será que su imagen e historia han sido usadas como parte del folclor social, religiones sincréticas y figuras políticas del país en las culturas mágicas y religiosas en Venezuela? ¿Cuál será la causa que determinó su lento y tardío proceso de beatificación, cuando en el caso de otras figuras santas en la historia de Venezuela, fueron beatíficadas y canonizadas de una forma más expedita y sin mayores tropiezos? ¿Cuáles fueron los pasos científicos y teológicos que se cumplieron para hacer posible su proceso de beatificación? ¿Quiénes participaron en el proceso de beatificación? ¿Cómo se recibió la noticia de la beatificación por parte del pueblo venezolano y por los creyentes fuera de Venezuela?
En este trabajo de corte periodístico, pretendemos con toda modestia, heurística, hermenéutica y epistemología, descubrir la respuesta a estas dudas, consultando las fuentes primarias (fuentes vivas) y fuentes secundarias que protagonizaron y cristalizaron la beatificación de Dr. José Gregorio Hernández (JRH), en tiempos de pandemia o Covid-19, a nivel mundial.
Escribo este trabajo de investigación periodística, y me imagino tener al frente de mi mesa de redacción al venerable JGH. En medio de mis cavilaciones escriturales, le pregunto en forma metafórica: ¿Por qué su estampa como oración está en todos los hospitales y centros de asistencia médica de Venezuela? ¿Porque su iconografía religiosa inspira a católicos y ateos en todo el mundo?
Siento que las respuestas a estas dudas son parte de la construcción lógica de este intento de reportaje de investigación, como un acto de fe y de creatividad profesional.
Beatifican al médico de los pobres
El 19 de junio del 2020, quedará registrado en la historia venezolana, como el día que fue beatificado el Dr. José Gregorio Hernández, en medio de la pandema mundial del Covid-19. Los connacionales del país, de no creencia católica y los cultivadores de la fe religiosa, conmemoraron esta noticia con alegría, devoción y un elevado sentido del nacionalismo venezolano; en este setido el Cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de Caracas afirmó que: “El propio papa Francisco, en esta ocasión escribió una frase muy bella, sobre esta noticia, afirmando que ayudará en mucho a la renovación de la fe en Venezuela”.
Ante la interrogante sobre si el tema de la beatificación del venerable, ha sido excusa para politizar esta noticia, Porras respondió: “Es normal, en todos los tiempos de la historia, que los politicos y los comunicadores, que tienen responsabilidades, quieran montarse en aquello que más brilla; pero la gente es bastante sensata, y sabe donde esta la virtud y el gran parecer”.
“Que esta buena nueva nos sirva para unirnos y encontrar los caminos de la superación de todos los males que tenemos en medio del júbilo nacional”. Así lo afirmó Monseñor Porras.
En relación con la beatificacón, Porrras informó durante rueda de prensa realizada en la iglesia de la parroquia El Rosal, que: “El deseo de la arquidiócesis nacional, es que cada iglesia tenga un altar dedicado al beato José Gregorio Hernández”.
“Hoy es un día de Gracia para Venezuela”, aseguró el Cardenal Baltazar Porras al celebrar la autorización de la beatificación del Dr. José Gregorio Hernández.
En este sentido, durante la misa oficiada en la Iglesia de Santa María ubicada en El Rosal, en Caracas, la máxima representación venezolana de la iglesia católica, exaltó que: “José Gregorio representa lo mejor de nosotros los venezolanos“.
El cardenal invitó a los venezolanos a participar en una vigilia en el transcurso de los próximos dos días para celebrar la beatificación de José Gregorio Hernández, “y después, el paso a seguir es la exhumación de los restos del beato para trasladarlos a nuestro santuario donde reposarán”, aseguró Porras.
A manera de crónica, es importante destacar, que al momento del anuncio de la beatificación del venerable, en el interiror de la iglesia de La Candelaria, de Caracas, se oían cantos y campanadas, mientras que afuera en la plaza, la muchedumbre reunida, a pesar del confinamiento, celebraba con orgullo patrio la beatificación del popular venerable. Personas rezando de rodillas, otros parados ante la reja de la sede religiosa, se hacían notar. Se postraban ante la imagen del beato deplegada en la puerta de la iglesia, comentaban sobre su historia, la gran cantidad de favores alcanzados por su intercesion, entretanto se alegraban y felicitaban por este nuevo escalón en la historia postmortem de José Gregorio.
Es significativo acotar, que pasaron 71 años para que pudiera verse la beatificación del venerable, el primer beato laico del país, dato curioso porque para el resto de las tres beatas de Venezuela (madre María de San José, madre Candelaria de San José y madre Carmen Rendiles) el proceso fue más rápido y menos complejo. La historia se encargará de aclarar esta circunstancia en un futuro inmediato.
El venerable aparece en la ciudad de caracas en tiempos de pandemia
Ya decretada la pandemia en Venezuela, la imagen del beato Dr. José Gregorio Hernández, se aparecerá de sorpresa en las calles del país con el propósito de verificar y exhortar al pueblo a cumplir con las medidas de prevención de bioseguridad, tales como el uso del tapaboca, cumplir con la higiene y el distanciamiento social, para cortar la propagación de la Covid-19 en el país.
Al respecto, se crea una representación teatral, producto de la iniciativa del gobierno nacional en la lucha contra el coronavirus. Un actor reconstruye de forma viva, la presencia del venerable en las calles de Caracas, recordando a sus habitantes la importancia de respetar las normas de bioseguridad para así evitar y prevenir la expanción del virus.
Dicha iniciativa surgió de un proyecto promovido por las autoridades del Instituto de las Artes Escénicas y Musicales en conjunto con la Compañía Nacional de Danza (CND).
Entre tanto el productor artístico, Ronny Istúriz, manifestó que el Siervo de Dios comenzó a recorrer la ciudad y estableció el contacto con las personas, además acotó que se realizará un registro audiovisual que posteriormente será publicado en los medios de comunicación.
“El Dr. José Gregorio Hernández, como personaje histórico, trae consigo la experiencia de haber vivido la gripe española y la atención directa a los enfermos” refiere una publicación en el portal Alba Ciudad.
Por su parte, el actor que personifica al beato, Jesús García, agradeció la oportunidad recibida al ser escogido para formar parte del proyecto, “ver la reacción de amor de la gente es muy emocionante, me pedían con lágrimas en los ojos que erradicara la pandemia”.
Dra. Silvia Correale la primera postuladora de la causa del venerable opina sobre la noticia de la beatificación
La postuladora de la causa de la beatificación de José Gregorio Hernández, doctora Silvia Correale, explicó ante los medios de comunicación que “hay que preparar la ceremonia de beatificación, que se llevará a cabo en Caracas, y que debe ser coordinada de manera conjunta con el Vaticano. El papa nombra un representante para eso”, detalló Correale.
Cualquier gracia importante (como una enfermedad que se cura sin explicaciones científicas) puede ser tomada en cuenta por el Vaticano para la próxima canonización, destacó. Correale.
“La beatificación ha sido fruto de la oración de tanta gente devota, así como de sacerdotes y obispos” (…) “Su camino a los altares no se detiene. Cualquier gracia importante atribuible a José Gregorio Hernández, debe ser comunicada al cardenal Baltazar Porras, porque puede ser el medio para la canonización”, subrayó Correale.
“El Venerable”, como es conocido por los feligreses, no puede aún considerarse santo, ya que ahora falta la canonización. Es el tercer paso en el camino de convertirse oficialmente en santo. El primero es Siervo de Dios; el segundo, Venerable, el tercero Beato y el cuarto, Santo.
El beato se puede venerar públicamente, el santo es una figura que entra en la fiesta litúrgica como parte del elenco de los santos a nivel mundial para los feligreses de la iglesia católica.
Para que una persona pueda ser considerada beata la Congregación para las Causas de los Santos, que es la encargada de realizar el nombramiento, debe confirmar que el fallecido estaba apegado a los valores cristianos y que los vivió de forma heroica; o si el feligrés sufrió martirio a razón de su fe. Esto lo enmarcará en los fieles que, se cree, ya gozan del paraíso por sus acciones en la tierra.
Por su parte, la santidad se lleva a cabo a través de una declaración papal, en la cual se reconoce el poder de la persona de interceder ante Dios para el cumplimiento de las peticiones de los creyentes.Se precisan dos milagros para que el Vaticano declare a un beato como santo.
En este caso, la Santa Sede autoriza rendir culto público y universal a este fallecido. Incluso se le asigna una fiesta litúrgica y su imagen es colocada en las diferentes iglesias.
Posterior a la beatificación de la madre María de San José (1875-1967) por el papa Juan Pablo II en 1995, también contamos con la madre Candelaria de San José (1863-1940) beatificada por el papa Benedicto XVI en 2008, y luego con la igualmente madre Carmen Rendiles (1903-1977), beatificada por el papa Francisco en 2018. Ahora, el 19 de junio del 2020, le tocó el turno al primer beato de Venezuela, el galeno trujillano José Gregorio Hernández (1864-1919) primer hombre laico, beatificado por el papa Francisco en audiencia presentada por el cardenal Angelo Becciu.
En este mismo sentido, es importante destacar que a través de un comunicado de la Cancillería venezolana, el gobierno de Nicolás Maduro manifestó su júbilo por la aprobación de la beatificación de José Gregorio Hernández.
En el texto expresa su agradecimiento al papa Francisco, a la Congregación para la Causa de los Santos y al nuncio apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, por su apoyo al proceso de beatificación del Médico de los pobres.
El gobierno de Maduro manifestó su disposición a seguir colaborando con las autoridades de la iglesia católica bajo un “clima de respeto y cordialidad”, todo esto para hacer posible los pasos que siguen en la santificación del beato. Sobre esta misma realidad es importante destacar que el Ejecutivo Nacional sostiene operativa la “Misión José Gregorio Hernández”.
La notica de la beatificación y próxima canonización del venerable
“La beatificación y consiguiente canonización del Dr. José Gregorio Hernández, médico de los pobres y cristiano ejemplar, es una alegría que el pueblo venezolano recibe con devoción y fe católica; el Siervo de Dios es ahora parte de nuestra cultura nacional”, así lo afirmó el obispo auxiliar de Caracas y vice postular de la causa de beatificación del venerable Doctor José Gregorio, monseñor Tulio Ramírez Padilla.
“Nuestras plegarias son por la gracia de un gran milagro social para Venezuela, hacer posible el entendimiento entre todos los venezolanos a través del vínculo de la paz”, así lo apostilló monseñor Ramírez.
Desde la dimensión teórica del catolicismo clásico, se puede entender el concepto de beatificación, como el logro de una persona que pueda ser venerada con culto, previa aprobación de las autoridades eclesiásticas, mientras que la canonización es la declaración solemne de santidad de un siervo de Dios ya beatificado y la santidad es el respeto al santo y veneración en el marco de las prácticas religiosas.
“La beatificación, así como la canonización, son regalos del Espíritu Santo para los fieles cristianos devotos, en la iglesia universal. Cada uno de los pasos es un acto formal, mediante el cual el papa hace uso de sus facultades legislativas para reconocer los méritos de la persona propuesta. Después de un proceso de estudio y verificación de sus virtudes y del o los milagros comprobables, se llega al último nivel en la escala, la canonización es un acto formal con el cual se reconoce el título de santo”, así lo argumentó monseñor Ramírez.
El caso de la beatificación del venerable, pasó por el estudio y la positiva aprobación del milagro, científicamente no comprobado, de la niña venezolana Yaxury Solórzano Ortega, quien a los 10 años recibió un disparo en el área encefálica en el caserío Mangas Coveras en el estado Guárico y que sobrevivió de forma milagrosa.
Es importante destacar que el Médico de los pobres tiene registrados un sinfín de testimonios de presuntos favores, gracias y milagros, pero el caso de la niña Yaxury Solórzano es el punto de arranque para la ahora probada beatificación del venerable.
Igualmente debemos destacar, que el protagonismo principal en el proceso de beatificación del Médico de los pobres, lo llevan sus feligreses, en este caso los venezolanos y no venezolanos que veneran la imagen del Dr. José Gregorio Hernández, pero en el plano de la gestiones administrativas, legales y canónicas, la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), juega un primer orden, mediante las diligencias realizadas ante las autoridades del Vaticano, todo esto liderado por el cardenal Baltazar Porras, como administrador apostólico.
En segundo lugar, la responsabilidad en los procesos administrativos recae en la institución del Vicariato de los Santos y en tercer lugar, la Arquidiócesis de Caracas, todo esto con el acompañamiento y apoyo del gobierno nacional de Venezuela.
Todos estos temas son debatidos y ampliados en profundidad en el chat de watsap titulado “Jornada Nacional de Encuentro. Camina con JGH”, dirigido por monseñor Arzobispo de Caracas Tulio Ramírez.
El milagro en Yaxury Solórzano
El 10 de marzo de 2017 ocurrió el incidente, la herida de bala en la cabeza de la niña Yaxury Solórzano. Según el parte médico la niña sufrió “una marcada pérdida de masa encefálica, de sangre y huesos” (…) “En caso de sobrevivir, quedaría con discapacidad motriz, lingüística, pérdida de memoria y de la visión.
Sin explicación, fue dada de alta y salió del hospital completamente sana a los 20 días, caminando y hablando con normalidad”.
Al término de los sucesos narrados, pasaron varios meses de intenso trabajo por parte del tribunal eclesiástico creado en la diócesis de San Fernando, estado Apure, cuyos resultados fueron avalados el 18 de diciembre de 2018, con la finalidad de elevar el caso de posible beatificación del venerable en la ciudad del Vaticano.
El 27 de abril del 2019, la comisión médica investigadora y la comisión teológica del Vaticano, “aprobaron por unanimidad” las evidencias presentadas para el estudio del milagro, todo esto con los buenos oficios de la Doctora Silvia Correale residente en la ciudad de Roma y postuladora principal de la beatificación ante la plenaria de obispos y cardenales del Vaticano.
Es importante destacar que la Dra. Silvia Correale, abogado italo-argentina, es la postuladora principal de la causa de los santos en favor de la canonización. Esta dama, según las autoridades eclesiásticas en Venezuela, y en palabras de monseñor Ramírez: “refleja las competencias canónicas, porque está inscrita en el colegio de postulaciones con residencia en la ciudad de Roma, además su competencia profesional es reconocida por la causa de los santos en el Vaticano, ha hecho posible la santidad de personajes históricos en Colombia, Guatemala y Argentina”.
Es significativo señalar que en este caso, los gastos administrativos en los procesos de beatificación corren por cuenta de la Conferencia Episcopal venezolana.
El 2 de octubre del 2019, el papa Francisco pidió públicamente celeridad a la postuladora de la causa de beatificación y canonización del Dr. José Gregorio Hernández Cisneros, la abogada Correale, el santo papa le expresó: “¡Apúrense, apúrense!”, en el marco de una audiencia papal en el Vaticano.
Es curioso resaltar que debido al confinamiento de la pandemia o covid-19 que experimenta el mundo y nuestro país en particular, los testimonios verificados para este reportaje, fueron contactados vía telefónica, realizados a distancia digital; todo el arqueo documental biblio-hemerográfico que requiere la construcción de este trabajo se realizó bajo el respeto disciplinado del confinamiento social, producto de la pandemia mundial, todo esto debidamente abalado por la rigurosidad metodológica que implica realizar un ejercicio heurístico, hermenéutico y mayéutica documental de una investigación de este estilo.
Desde una postura laica es puntual afirmar que se adoptaron los códigos del ejercicio escritural canónicos, con todo lo que implica asumir la disciplina comunicacional de la doctrina de fe católica para poder redactar de forma informativa y de corte periodístico este modesto trabajo de investigación.
Confieso que desde mi condición cristiana poco practicante y no católica, investigar y escribir sobre la vida y obra del Dr. José Gregorio Hernández, fue toda una aventura, todo esto para intentar explicar en códigos periodísticos, los procesos de beatificación y canonización que exige el Vaticano para llevar a los altares a un hombre de ciencias que se inmortalizó en la historia local e universal, producto de su devoción y de la práctica de sus convicciones sobre el espíritu humano, tanto para creyentes como para no creyentes. El venerable, hoy beato, médico de los pobres, es parte de la cultura nacional venezolana como una muestra más de nuestra diversidad historiográfica.
Dejo constancia personal, del redescubrimiento que ha generado el personaje del Dr. José Gregorio Hernández en mi modesta concepción de la fe católica; el Venerable, como objeto periodístico e historiográfico de estudio es un personaje curioso y fascinante. También dejo registrado que este intento de ejercicio desde el modesto oficio periodístico, nació como una nota de prensa en tiempos de coronavirus o covid-19, que después se transformó en un reportaje investigativo de corte historiográfico, aplicando las técnicas y metodologías de trabajo que implica hacer posible el periodismo para la web, con una publicación en formato PDF, con micro documental para TV y Radio, incluido en el siglo XXI, y finalizó siendo un acto de auto reflexión filosófica sobre la alegría de vivir con el orgullo de ser venezolano, reinterpretando a un personaje humilde y sencillo, pero insigne para la historia científica y cristiana de un país.
Recorrido por la beatificación del médico de los pobres
“En este instante celebramos, la declaración de beato para el Dr. Hernández y la firma del decreto por parte de su santidad el papa Francisco”, aseveró monseñor Ramírez vice postulador de la causa.
El último recorrido de investigación por la beatificación del médico de los pobres se inició el viernes 18 de enero de 2019, cuando el cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de Caracas entregó a la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano en la ciudad de Roma-Italia, la documentación necesaria para la apertura oficial de la revisión del caso sobre el Venerable, la cual se inició el jueves 31 de enero de 2019.
El milagro atribuido fue estudiado por una comisión médico-legal que lo aprobó el 9 de enero de 2020; también fue estudiado por una comisión de teólogos y por unanimidad con fecha 27 de abril del presente año dio la aprobación requerida; en este sentido, monseñor Ramírez aseveró que: “Estamos felices por el cumplimiento de todos los pasos para la postulación ante las autoridades en la ciudad del Vaticano en Roma”.
Como dato histórico es preciso señalar, que mientras estaban en curso las investigaciones para la posible beatificación del Venerable, ningún familiar de la niña Yaxury Solórzano, milagro estudiado por las autoridades del Vaticano, podía declarar a los medios públicos. Las autoridades canónicas sugieren un silencio ponderado y prudencial.
Sobre los avances y aprobación en el estudio de la beatificación, monseñor Tulio Ramírez subrayó que: tal como lo señalara el Cardenal Baltazar Porras, “el día 9 de enero, la comisión médica compuesta por siete (7) médicos de alto nivel, reunida en el Vaticano, aprobó por unanimidad la presentación de este milagro, para cumplir con los pasos esenciales en el proceso de beatificación, ya ahora celebramos la beatificación del Venerable”, destacó Ramírez.
Entretanto, “el 27 de abril, el señor cardenal Baltazar Porras, anunció que la comisión de teólogos suscribió por unanimidad, la invocación de aprobación, a través de los testimonios presentados por la señora Carmencita Solórzano, madre de la niña Yaxury Solórzano Ortega”, explicó monseñor Ramírez.
“Después de presentar el tema de la invocación del milagro, estas dos comisiones, tanto la médica como la teológica, solicitan a la comisión de cardenales el posible estudio para el paso final de la beatificación”, agregó Ramírez.
El cardenal Baltazar Porras anunció en un vídeo publicado el día 27 de abril de 2020, en la cuenta de Twitter de la Arquidiócesis de Caracas, que la Comisión Teológica del Vaticano aprobó el milagro del venerable doctor José Gregorio Hernández en la curación de la niña de 10 años de edad Yaxury Solórzano Ortega.
“Hemos recibido de Roma el veredicto de la Comisión de los siete teólogos nombrados por la Congregación para las Causas de los Santos, para examinar el presunto milagro de la niña Yaxury Solórzano y ha sido por unanimidad, en un expediente bien extenso, de más de 50 páginas” afirmó el cardenal Baltazar Porras desde su plataforma digital.
Al respecto, es significativo destacar que, ante la decisión de la santa sede, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, celebró el importante paso para la beatificación del denominado médico de los pobres, cuya travesía para ascender a los altares inició en 1949.
“Celebro con alegría que, luego de muchos años, el Vaticano apruebe uno de los tantos milagros del santo del pueblo humilde, el Dr. José Gregorio Hernández. Es, sin duda alguna, un paso importante para su beatificación que nos llena de júbilo a los venezolanos y a las venezolanas”, afirmó en un mensaje difundido a través de su cuenta en la red social Twitter @NicolasMaduro.
Sobre esta misma realidad, monseñor Ramírez aseveró que: “Realmente nos alegra el cumplimento de estos pasos para así lograr la beatificación tan esperada por todo el pueblo venezolano; y agregó que es justo reconocer la modesta participación del Dr. José Gregorio Hernández junto al Dr. Luis Razzetti, quienes hicieron posible el positivo combate contra la pasada pandemia de 1818, denominada la gripe española, crisis sanitaria que padeció el mundo entero y nuestro país para ese momento de nuestra historia”.
“En términos de cifras históricas, es importante destacar que desde el año 2006 hasta el presente 2020, se han registrado un total de 2.400 testimonios de presuntos milagros del venerable, todo esto sin contar las innumerables gracias alcanzadas por el venerable a través de su intersección ante Dios” puntualizó Ramírez.
Visión histórica sobre el cristiano ejemplar desde el secretariado de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV)
El obispo José Trinidad Fernández, Secretario General de la Conferencia Episcopal en Venezuela (CEV), sobre el proceso de la beatificación del venerable, sosteniendo una larga, pero amena conversación telefónica afirmó que: “La causa del médico de los pobres ya ha sido aprobada por su santidad el papa Francisco”.
Sobre el caso del Dr. José Gregorio Hernández, gira un fenómeno interesante, y es que creyentes y no creyentes católicos cristianos, lo respetan y lo veneran por igual, esta figura de la historia venezolana es parte del gentilicio nacional, es seguida por la mayoría significativa de los venezolanos, así como también es reconocida su figura santa a escala mundial.
Con la investidura que representa la secretaría de la Conferencia Episcopal, monseñor Trinidad, en términos de reflexión biográfica en torno al venerable argumentó que: “Fue un hombre de Dios y de la ciencia que dedicó su vida con fe a lograr la salud del pueblo venezolano; un ciudadano a carta cabal que supo exponer el mejor ejemplo de desprendimiento por la causa de la salud y las creencias espirituales como parte de una filosofía de vida”.
En este mismo orden de ideas biográficas, el obispo Trinidad perfiló el siguiente testimonio: “Como los seres humanos justos, su ejemplo de hombre de fe es recordado por todos los venezolanos en tiempo de alegría y en tiempo de desesperanza, tanto en la geografía local como internacional. Su figura es invocada tanto en la alegría como en las tristezas, es parte de nuestra cotidianidad cultural”.
“Llevar al médico de los pobres a su beatificación, es un regocijo muy grande para todos los venezolanos en tiempos de desesperanza como es el caso de la pandemia que experimentamos actualmente”, asintió Trinidad.
Con relación a la devoción del pueblo venezolano en torno a la figura del venerable, el obispo Trinidad destacó que: “Los que siempre apostamos al amor a Dios y a la hermandad del prójimo, celebramos esta noticia, la tan esperada beatificación. Con la memoria del médico de los pobres, estamos llamados a cultivar la devoción por la fe y la ciencia de forma humana, sobre todo, en tiempos de crisis sanitaria local y mundial”.
Para finalizar esta parte del reportaje, Trinidad perfiló su siguiente conclusión: “todos los pasos realizados sobre la causa del médico de los pobres, son para hacer posible una mejor iglesia, que brota en el católico encuentro con el Señor, sobre todo, sosteniendo una actitud de servicio al prójimo, valorando la vida de los más vulnerables, manteniendo la buena disposición para servir a los más pobres”.
Testimonio desde la jefatura de prensa de la Conferencia Episcopal sobre el caso del venerable
Pedro Pablo Aguilar, Director de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) y también periodista de oficio, en torno al caso de la beatificación del Dr. José Gregorio Hernández, puntualizó desde un contacto telefónico que: “Es la noticia más esperada por los venezolanos, creyentes y no creyentes, porque la figura del médico de los pobres está arraigada en el sentimiento nacional como un ícono que representa parte de nuestras tradiciones históricas, entre otras razones”.
Sobre la beatificación del Dr. Hernández, juega un papel protagónico el concepto de gracias, favores y milagros, para Pedro Aguilar, un milagro se puede comprender como: “un hecho irreversible, completo e inmediato, sin explicación de orden científico”.
Para el derecho canónico, un milagro debe ser un hecho demostrado en términos teológicos sin argumentos científicos; por esta razón, los millones de casos que giran en torno a la figura del médico de los pobres, conciben el estudio de su beatificación y próxima canonización.
“La Causa de la Congregación de los Santos, es la institución encargada de estudiar el expediente de la persona propuesta. Los procesos de beatificación y canonización pasan por la previa aprobación de esta institución. Es importante destacar que en estas instituciones trabajan médicos y especialistas no creyentes, con el fin de generar mayor credibilidad al estudio de los casos. Los milagros no deben tener explicación científica, el milagro es una intercesión de una persona, en este caso José Gregorio Hernández, porque el milagro lo hace Dios. Es importante subrayar que los laicos son protagonistas de la fe”, agregó Aguilar.
Pasos claves para recibir la beatificación y canonización de JGH
El Excmo. Monseñor, Tulio Ramírez Padilla, obispo auxiliar de Caracas, y vice postulador de la causa, del venerable, sobre el tema de los pasos a cumplir para hacer efectiva la beatificación del Dr. José Gregorio Hernández, explicó que: “La seña histórica del proceso de beatificación, se inicia con una Fase Pre jurídica en la cual se trata de probar una genuina y existente reputación de santidad, se puede promover la devoción privada, en el caso del Dr. José Gregorio Hernández, se inicia en el año 1945, con la publicación del libro, Homenaje al Dr. José Gregorio Hernández, de su sobrino Ernesto Hernández Briceño, quien preparó el inicio del proceso y envió la solicitud a Roma el 19 de marzo de 1948 con la aprobación de monseñor Lucas Briceño Castillo; la solicitud fue aceptada”.
Sobre este proceso, Ramírez explicó, a través de una nota de voz que: “El siguiente paso es la Fase informativa, su propósito es suministrar a la congregación, si el candidato merece un proceso formal. Desde esta fase el Dr. Hernández es denominado Siervo de Dios, después de una solicitud iniciada por monseñor Lucas Briceño Castillo, el 15 de junio de 1949. El día 12 de abril de 1964, se promulgó del decreto Súper Scriptus Servi Dei, que en su traducción significa, Sobre los Escritos del Siervo de Dios; el 4 de mayo de 1972, se emitió el decreto de introducción de la causa, y el 5 de enero 1973 el decreto de No Culto, Juicio de Ortodoxia; en este punto los escritos del candidato se envían a Roma donde se estudian y se rastrean enseñanzas heterodoxas, si no se encuentra ninguna, recibe de Roma el Nihl Obstat”.
De forma anecdótica nos sugirió “el juicio de ortodoxia, del Dr. José Gregorio Hernández, tuvo un elemento adicional, introducido por monseñor Nicolás Eugenio Navarro, el año 1961: el tribunal diocesano, que se constituyó para analizar las objeciones, consideró rebatirla por observaciones falsas e infundadas, el 2 de abril de 1964, la Sagrada Congregación de Ritos, no encontró objeciones, ni en los dicasterios de Roma (organismos especializados de la Curia Romana) ni en los escritos del Dr. José Gregorio Hernández, por lo que se emitió un decreto con la fórmula Nihl Obstare Quominus AD Ulteriora Procedatur, es decir, que no se encontraba ningún obstáculo”.
Seguidamente, mencionó “El examen del cadáver: en algunas ocasiones se exhuma el cadáver del candidato, únicamente para su identificación, por el obispo local; el 23 de octubre de 1975, los restos del Dr. Hernández fueron exhumados y trasladados a la iglesia parroquial de La Candelaria, habiendo sido previamente estudiados en la Universidad Central de Venezuela (UCV)”
Es importante destacar que los restos de Dr. José Gregorio Hernández, fueron trasladados desde el Cementerio General del Sur en Caracas, a la iglesia de la parroquia La Candelaria, debido – entre otras razones – a que los feligreses tienen repleto el panteón de la familia Hernández con placas alusivas a las gracias y milagros concedidos, y ya reflejaba un avanzado deterioro en ese panteón; además, también estaba latente la posibilidad de saqueo de la tumba por parte de los seguidores de otras creencias religiosas. También se asume como elemento anecdótico que en una oportunidad las velas y las ofrendas florales hicieron llamas, generando una escandalosa llamarada en el Cementerio General del Sur.
Retomando el tema de los procesos para la beatificación, Ramírez explicó: “La Fase Romana, consiste en asignar un postulador en Roma, quien junto a un promotor de la fe, estudian y aclaran objeciones a la documentación, se escoge la vía de la virtudes, o del martirio, y si todo sale bien se declara Venerable al Siervo de Dios, la causa se introduce el 4 de mayo 1972, el proceso apostólico fue realizado en Caracas, desde 1973 a 1976, en septiembre de 1985 fue aprobado el expediente sobe las virtudes heroicas para ser declarado Venerable, título que otorga la iglesia a quienes considera un modelo de vida cristiana digno de ser imitado, el 16 de enero de 1986, el papa Juan Pablo II, lo eleva, de Siervo de Dios a Venerable”.
Con respecto al último nivel, la canonización, según la metodología del Vaticano, es necesario cumplir con diez (10) pasos establecidos por el derecho canónico para hacer posible santo a una persona postulada ya sea laico o consagrado a la religión católica, esto se debe en gran medida a lo proclamado por el Concilio Vaticano II. Es importante destacar que para iniciar una causa de canonización es preciso que pasen al menos cinco (5) años desde el fallecimiento del candidato o postulado a santo.
Ahora bien, sobre el mismo tema del derecho canónico vinculado a los estudios de casos relacionados a un postulado a santo, vale la pena aclarar que las tres (3) virtudes teologales: 1. La Fe. 2. La Esperanza. Y 3. La Caridad, son categorías fundamentales para hacer efectivo el estudio del caso sobre la posible canonización de algún postulado, en el que juega un papel protagónico la presencia, en revisión de la vida sobre el postulado a santo, de las cuatro (4) virtudes cardinales, expuestas de alguna forma en el mismo derecho canónico como lo son: 1. Prudencia. 2. Justicia. 3. Templanza. Y 4. Fortaleza, virtudes ontológicas y deontológicas en el plano ético sustancial para estudiar el caso de una posible canonización.
En términos canónicos, la “Positio”, se somete al examen teológico con un posible resultado favorable, dando cumplimiento al riguroso procedimiento propuesto por su santidad el Papa, para firmar el decreto de la aprobación.
Sobre el tema de los milagros, monseñor Ramírez, consideró que: “debo decir como vice postulador de la causa, que en los años 1986 y el 2009, se enviaron a la Causa de la Congregación de los Santos, dos testimonios que no pasaron la evaluación de la santa sede. En el año 2015 se envió informalmente un testimonio a Roma, pero éste tampoco pasó esa primera revisión, sin embargo se siguen enviado testimonios para mantener viva la esperanza de encontrar uno que sea la señal que esperamos de Dios”.
No obstante, Ramírez afirmó que: “Se ha producido un “Cairos”, un momento de gracia: Dios es el autor de los milagros, ese momento se produce para dar testimonio de su amor y presencia en el mundo. En el año 2018, el cardenal Baltazar Porras, entrega junto a la postuladora, un presunto milagro con fecha del 10 de marzo del 2017, dicho expediente fue aceptado y verificado por los miembros de la Congregación para la Causa de los Santos”.
Para finalizar esta parte de la explicación pedagógica de los pasos a cumplir en el proceso de beatificación, Ramírez nos confiesa que: “ahora entramos en la Fase Súper Miro, el presunto milagro de la niña Yaxury Solórzano, que es aprobado y pasa en primer lugar por la comisión médica, quien verifica las características del presunto milagro, inexplicable por la ciencia médica, curación sin tratamiento médico, curación total e irreversible; después pasa por la Comisión Teológica, que verifica que la invocación a José Gregorio fue realizada de forma unívoca, por la madre de la niña; ahora estamos en espera del tercer momento, la plenaria de cardenales y obispos que valoran y comprueban la veracidad del proceso anterior, y por último pasará a lo más importante, que es la realización del decreto del papa Francisco en el cual se declare a José Gregorio beato de la iglesia”.
Ahora bien, los procesos de evaluación y aprobación de los milagros, por parte de la Congregación para la Causa de los Santos, pasa primero por la formulación de un decreto de aceptación y en ese momento comienza, la denominada fase “Súper Miro”, la cual está comprendida por la evaluación y aprobación de las siguientes comisiones: 1.Comisión médica. 2. Comisión teológica. 3. Plenaria de cardenales y obispos. Para finalizar con el 4. Decreto de Beatificación.
El Acto Solemne de la Beatificación, debe estar presidido por un Delegado Pontificio, en un acto a ser celebrado en el país o ciudad de origen del postulado ya decretado, como es el caso ya aprobado de la beatificación del Venerable.
Como nota de cierre en esta parte del texto, vale la pena aclarar que el proceso del Dr. José Gregorio se introdujo 30 años después de su muerte, de acuerdo a las normativas de la santa sede para el momento que se iniciaron las gestiones de beatificación. Para 1917 las normas de la Santa Sede decían que había que esperar 50 años después del fallecimiento del postulado, esto para evitar que la fama de santidad fuera un efecto de propaganda y no algo que brotara naturalmente de la gente que conoció al candidato; sin embargo, y progresivamente con el tiempo se fue reduciendo ese lapso con el fin de evitar que se perdieran las pruebas o murieran los testigos presenciales.
Es importante tomar en cuenta que es muy probable que el lapso para la introducción de una causa haya sufrido variaciones, porque mucha gente se pregunta: ¿por qué no se introdujo la Causa de José Gregorio con mayor prontitud?, y se puede pensar de forma injusta, que la Iglesia de ese tiempo fue descuidada; lo más probable es que haya sido porque las normas en esa fecha eran otras, y porque las comunicaciones en ese entonces eran mucho más lentas. El Dr. José Gregorio Hernández fue beatificado 71 años después de iniciar el proceso de investigación científica y teológica. También es importante referir que en el año 2020 el Venerable cumplía 101 años de su desaparición física.
¿Qué puede ser un favor en el marco de una gracia divina y un presunto milagro para la iglesia católica? Categorías básicas para la beatificación.
“En el proceso de beatificación del Dr. José Gregorio Hernández, las categorías de gracia y milagros juegan un papel protagónico”, así lo confirma monseñor, Tulio Ramírez Padilla, obispo auxiliar de Caracas, y vice postulador de la casusa, del venerable.
Con el apoyo documental de las sagradas escrituras, podemos precisar que un favor santo, se enmarca en el concepto de gracia divina, que no es igual que un milagro, pero son categorías sustanciadas para estudiar el caso de una posible beatificación.
Es una categoría que subyace en el derecho canónico, y que tiene un peso protagónico en el proceso de beatificación de cualquier causa a estudiar por el Vaticano.
Para monseñor Ramírez, es importante subrayar que: “Podemos expresar que, para que hablemos de milagros tiene que haber las siguientes condiciones; inexplicable para la ciencia, no intervención médica, curación total e irreversible” (…) El milagro es una acción única y exclusiva atribuida a Dios nuestro Señor por la intercesión, en este caso por (JGH) en favor del beneficio de la curación de una persona a la que llamamos amilagrada, después de comprobar la realidad del hecho de la curación milagrosa por medio de un proceso de verificación que la Iglesia considera necesario. En este caso, cuando se atribuye el milagro a la intercesión de (JGH) se le lleva a un proceso ya aprobado de causa de beatificación”.
En términos católicos el favor agrupa los conceptos de gracia y milagro, donde la gracia se puede comprender como una acción externa en el recorrido histórico de un ser humano, que responde ante la intervención de Dios, teniendo como modelo de gracia a Jesucristo. Para el cumplimiento de una gracia según el entendimiento teológico cristiano, debe existir la libertad humana de invocar a Dios, esto para hacer posible un bien existencial.
Gracia divina o gracia santificante es la respuesta a un favor o don gratuito entregado por Dios. En las sagradas escrituras, como es el caso del Antiguo Testamento, podemos entender la gracia, como “actitud magnánima de benevolencia gratuita por parte de Dios que se concreta luego en los bienes y dones espirituales que el receptor de tal gracia obtiene”.
En el caso del Nuevo Testamento se puede comprender la gracia como la “Anunciación” cuando el ángel Gabriel en el instante de saludar a María “llena de gracia” hace posible la gratitud de lo concedido, en este caso la llegada divina de Jesús.
Una lectura jesuita sobre el concepto de la gracia y el milagro desde el caso de JGH
Sobre el tema de la gracia, recogimos el testimonio del padre Numa Molina, sacerdote jesuita, ex párroco de la iglesia San Francisco de Caracas, y quien ahora ejerce el sacerdocio en la Ciudad Caribia, ubicado al norte de Caracas, además de ser Comunicador Social en pleno ejercicio de la profesión a través de Radio Nacional de Venezuela (RNV).
Molina comprende el concepto de la gracia como: “regalo o don, la gracia que Dios le entrega al santo para hacer posible el milagro, porque es Dios quien hace el milagro, los santos son intercesores ante Dios, y esa gracia es entregada para una persona que vivió el seguimiento de cristo”.
Debatiendo un poco sobre la interpretación teológica sobre la gracia, Molina aclara: “poco se habla del seguimiento de Cristo, a mí me gusta más comprenderlo desde la dimensión histórica, hombres que pasaron por la historia, procurando lo más parecido a Cristo, con sus debilidades y pecados, con sus falencias, pero procurando desde lo que somos parecernos a Cristo, a eso estamos llamados todos”
Sobre la figura del Dr. José Gregorio Hernández, el sacerdote Molina asienta que: “Para seguidores y no seguidores es un símbolo de identidad nacional, porque su vida estuvo insertada en el pueblo, es uno como el pueblo, que proviene de un pueblo perdido de los Andes, que tiene que esforzarse para llegar a ser alguien en la vida en un momento cuando estudiar en una universidad era muy difícil, él se viene, como decimos en criollo, a probar suerte a Caracas”.
“José Gregorio Hernández, no es un sacerdote ni es un hermano de una congregación; fue un laico, un médico que impartió clases en una Universidad y que trabajó en un Hospital, que vive al igual que muchos ciudadanos que tienen que arreglárselas con los problemas de casa y familia, como cualquier ciudadano” advirtió Molina.
En términos biográficos, el sacerdote jesuita, interpreta la vida del médico de los pobres a través de las siguientes ideas: “fue un profesional desde su oficio, que tenemos en los pueblos, esto hace que sea un símbolo nacional. Alguien que se hizo santo como laico, en medio del pueblo, sirviéndole a ese pueblo pobre. La gente lo ve cercano porque lo ve como uno de los nuestros, éste no pertenece a la institución eclesial, es uno de pantalón y camisa, es un médico que además decidió ocuparse como cristiano a vivir el seguimiento de Cristo ayudando a los pobres”.
Para finalizar este capítulo del reportaje, Molina concluye abogando el siguiente criterio: “Las cosas no ocurren cuando uno quiere, sino cuando Dios quiere, y precisamente es este momento el más apropiado para celebrar con alegría la beatificación de José Gregorio Hernández, como un bálsamo para el pueblo venezolano, como una gota de agua fresca en el desierto, porque en el momento que vivimos de pandemia, bloqueo, asedio de países vecinos… en medio de todo esto aparece una buena noticia, es decir, Dios no abandona a su pueblo y lo importante es que tengamos una gran fe como la tuvo José Gregorio Hernández, que todos los problemas tienen solución”.
Bustamante y Hernández: Particular relato de una amistad truncada por los avatares de la vida
El párroco de Nuestra Señora de La Candelaria, (donde reposan los restos del médico de los pobres) y vicario para la santidad en la ciudad de Caracas, el sacerdote Gerardino Barracchini, desde el ejercicio del evangelio, propone las siguientes reflexiones de orden historiográfico como mecanismo metodológico para precisar algunos detalles en torno a la vida del Venerable. En este orden de ideas señaló que: “El Dr. José Gregorio Hernández falleció el 29 de junio de 1919, arrollado por un vehículo en la esquina de Amadores en la Parroquia la Pastora en la ciudad de Caracas. Esto ocurrió curiosamente cuando el médico de los pobres se dirigía a llevarle una medicina a una paciente. Después de ser atropellado es trasladado al hospital Vargas donde lo atiende el Dr. Luis Razzetti y fallece a los pocos minutos”.
Según los relatos históricos, el Dr. José Gregorio Hernández, ofreció su vida por la paz del mundo, y el mismo año que falleció se firmó el tratado de “Versalles”, documento que sella el fin de la primera guerra mundial en los años 1914-1919.
El relato con referencias documentales e historiográficas del párroco de Nuestra Señora de La Candelaria, en la ciudad de Caracas, nos permite comprender un poco más sobre la vida del Venerable, sobre todo la particular relación, como cruce de vida, que se generó entre el médico de los pobres y el señor Fernando Bustamante.
Es curioso señalar que el fallecimiento del Venerable, fue específicamente por un golpe que recibió su cráneo contra la acera donde cayó después de ser atropellado por el vehículo; no fallece producto del arrollamiento sino por el golpe en el cráneo al caer al suelo, así lo reseña la documentación forense post-mórten.
A través de los registros históricos de la época, se puede precisar que Fernando Bustamante, era el conductor del vehículo que arrolló al Dr. Hernández. De oficio mecánico dental – dato curioso del personaje, además vinculado al sector salud -, tenía 25 años de edad era originario del estado Mérida, estado civil casado con un hijo en la familia para aquel entonces; la licencia de conducir de Bustamante era de número 444, certificado por la Gobernación de Caracas.
El modelo del vehículo protagonista del suceso fue un Hudson Essex de 1918. En la ciudad de Caracas existía un promedio de 700 coches de ese modelo, esto desmiente que era el único vehículo de ese modelo en el país para esa época.
Un dato curioso es que Bustamante y Hernández fueron amigos y conocidos de la época, así lo evidencian los registros históricos, incluso se sabe que el Dr. Hernández en varias oportunidades asistió a la familia Bustamante con sus servicios como médico.
Los medios impresos más relevantes de la época como fueron “El Universal” y “El Nuevo Diario” no reflejaron el incidente del fallecimiento del Dr. Hernández en los titulares, se comenta de forma no oficial como parte del cotilleo de la época, que Bustamante era amigo de Alí Gómez, hijo del presidente Juan Vicente Gómez.
Según los registros documentales de la época, el domingo 29 de junio de 1919, día de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, además del aniversario de graduación como médico del Dr. Hernández, a las 2:20 pm, salió de la botica Amadores, había sido requerido para atender un niño herido del vecindario. Estos datos se registran en el libro titulado: “José Gregorio Hernández de Isnotú” del doctor Antonio Sanabria, donde se recoge el siguiente relato: “En carta dirigida al señor Guillermo Schael, y publicada en el diario “El Universal”, el 27 de Octubre de 1964, la señora Rosalía Salazar de Rivas apunta que el día de su muerte, Hernández iba a la casa de la familia del niño apellidado Fagúndez, vivía de Cardones a Aurora. El padre de la señora Rivas, llamado Jacobo Salazar Sucre, al ver al niño herido se ofreció para buscar al doctor Hernández, en su camino el señor Salazar, vio entrar en la botica de Amadores al Dr. Hernández y estando allí, le informó el caso del niño herido”.
Para el año 1977, a los 84 años de edad, Fernando Bustamante habló por vez primera de forma pública del accidente en una entrevista que realizara el periodista Jesús Méndez Castellano, del diario “El Nacional”. “Con lágrimas en los ojos, contó sobre la muerte del “Venerable” José Gregorio Hernández. En medio de su relato comentó que estaba decidido que su hijo, que estaba por nacer, iba a ser ahijado del Doctor Hernández, en gratitud a las tantas veces que el médico atendió a los miembros de su familia de forma gratuita. A los pocos meses de la tragedia nació el niño, pero falleció poco después. Bustamante agregó que él fue la primera persona que le dio la santidad al médico de los pobres, cuando en medio del juicio, aseguró lamentar la muerte del “sabio y santo doctor”; por eso cuando enfermaba pedía a José Gregorio que le sanara de sus dolencias.
Sobre el caso del Dr. Hernández se recogieron 13 declaraciones de testigos presenciales del incidente, y al final en términos jurídicos se estableció de forma unánime que “se concluye en forma irrevocable, que lo acontecido fue un accidente”, dejando al señor Bustamante libre de culpas jurídicas y penales. El médico de los pobres falleció a la temprana edad de 54 años.
Es importante destacar, que los familiares del Dr. Hernández, solicitaron en el proceso de investigación sobre el fallecimiento del médico de los pobres, que el señor Bustamante no fuese condenado por un presunto delito no cometido, debido a que la desaparición física del Venerable fue producto de un accidente y no de una causa provocada con responsabilidad jurídica.
Testimonio histórico: ¿Y después de la partida física del cristiano ejemplar?
El sacerdote Gerardino Barracchini, párroco de la iglesia de la Candelaria, en torno al tema del análisis biográfico del Dr. José Gregorio Hernández, nos ofrece su particular visión anecdótica sobre el velorio y posterior inhumación del médico de los pobres, dato crucial para comprender, el por qué los restos del venerable reposan en la iglesia de La Candelaria.
Barracchini, agregó que: “Ricos y pobres asistieron al sepelio, trasladando la urna desde la Capilla Ardiente en el Palacio de las Academias al Cementerio General del Sur hasta altas horas de la noche, donde al final fueron sepultados sus restos en el panteón familiar de los Hernández”.
En torno a la reflexión historiográfica, el párroco de La Candelaria, destacó que: “Los diarios de la época titularon, ha muerto un santo, por esta razón se puede afirmar que antes de la muerte del médico de los pobres, ya el Venerable tiene investidura de santidad”.
“El peregrinar a la tumba se inicia en el mismo momento de su fallecimiento, era un hombre de ciencias, pero con un espíritu de fe inquebrantable. Para el año 1939 sus restos fueron trasladados a otro panteón del mismo cementerio, decisión que tomó la familia, y es en este instante cuando se inicia la masiva devoción a sus restos”, destacó Barracchini.
“El cardenal José Alí Lebrúm, es quien decide exhumar los restos del Venerable, para trasladarlo a un lugar de mayor dignidad donde se pueda visitar. El 23 de octubre 1975 es sepultado el médico de los pobre, en el antiguo bautisterio de Nuestra Señora de La Candelaria, por ser una zona fácil de llegar desde cualquier lugar de la ciudad de Caracas”, puntualizó en términos históricos Barracchini.
“La proclamación sobre la figura del Venerable, es una ilusión hecha realidad en muchos venezolanos. Es curioso, pero la figura del médico de los pobres ha pasado a ser parte de nuestro gentilicio cultural, para creyentes y no creyentes, y todo se debe al legado que dejó el Venerable como hombre de ciencia y fe católica”, precisó Barracchini.
“Los días que registran mayor cantidad de visitas a la iglesia de La Candelaria, donde reposan los restos del Venerable, son el 26 de octubre, fecha de su natalicio y el 29 de julio, fecha de su desaparición física; cientos de feligreses visitan nuestra capilla”, refirió a forma conclusiva Barracchini.
Ahora, después de la aprobación de la beatificación del Venerable, se espera que en la propia iglesia de La Candelaria, se realice la construcción de un nuevo pabellón póstumo para el primer beato del país.
Relato inédito de un milagro y una gracia a través de la devoción de la feligresía hacia el venerable
La venezolana Gradybel Almeida Noguera, residente del municipio Carrizal del estado Miranda , como devota del médico de los pobres, nos ofrece su sentido testimonio, de cómo ella pasó por la experiencia de recibir una gracia o un milagro del siervo ejemplar, cuando en noviembre del 2008 fue diagnosticada con cáncer en los senos, y relata su vivencia de la siguiente forma: “A los 28 años de edad fui diagnosticada con un cáncer de mama, desde ese momento siempre en familia oramos para solicitar la intercesión del Dr. José Gregorio Hernández, por mi pronta sanación.
Almeida nos confiesa que: “Mi madre tenía la costumbre de encender un velón todas las noches al lado de la estampita y oración del Dr. José Gregorio Hernández, tenía la costumbre de colocar cada noche nuestras ofrendas en el relicario familiar que le tenemos al Dr. Hernández. Es curioso que una noche, al finalizar nuestras oraciones, pudimos notar que al apagarse la llama del velón, se podía reconocer la semblanza del rostro del Dr. José Gregorio, lo negro de la llama apagada definía la forma del bigote acompañado de la forma y el color negro del sombrero, quedamos sorprendidas de esta imagen y el momento lo interpretamos como la enunciación del santo”.
Con voz quebrada, Gradybel Almeida, me confiesa a través de un mensaje de voz, que “ella recibió el milagro, que ella puede atestiguar haber recibido el milagro, porque después de haber pasado por el episodio del velón con la semblanza del Venerable, ella tenía que recibir una intervención quirúrgica, para realizarle una mastectomía radical de los senos o extirpación del tumor como el protocolo del tratamiento post quimio lo sugería, lo que en efecto se le realizó. Debo resaltar que la doctora que me realizó la operación, nos confesó a la familia que realmente la operación no era necesaria, debido a que los exámenes pre operatorios reflejaban que yo estaba curada”.
De esta manera, podemos recoger uno de los miles de testimonios sobre las gracias, los favores o milagros concedidos por Dios a través de la intercesión del médico de los pobres, el Venerable, el cristiano ejemplar.
Vale la pena destacar los siguientes datos, la fecha del diagnóstico fue en noviembre del 2008, con la siguiente definición: “Carcinoma Ducto-Lobulillar Infiltrante con células en anillo de sello, invasión vascular linfática presente” (…) “La historia médica 149876 del Instituto de Ontología Luis Razetti, médico tratante Dr. Carlos Paz y Dr. Gabriel Romero. Tratamiento pre-operatorio: Quimioterapia neo adyuvante con 4 ciclos de A.C.”
Igualmente recogemos el testimonio de un modesto habitante del estado Trujillo, de nombre Luis Nieto, al confesar que “los habitantes de esta localidad del país, en su gran mayoría son devotos del Venerable, ya que es parte de la cultura y el gentilicio local, todo esto como parte del folclor popular y ancestral de los pueblos”.
No obstante, afirma en forma categórica, que: “El médico de los pobres, por ser de Trujillo, nacido en Isnotú del municipio Rafael Rangel, no es solo un símbolo de nuestra localidad, es parte de la conjunción simbólica de todo un país, de la construcción antropológica y sociológica de toda una nación, que ahora en tiempos de pandemia, implora por su inmediata sanación”.
“El médico de los pobres, así como se conoce a este ilustre trujillano, nos muestra su intercesión todos los días a través de la gracia y el milagro de vivir, y de vivir en paz con el prójimo. En este pueblo de Trujillo, todos los días recogemos testimonios de gracias concedidas por el Venerable, ante la salud cotidiana de un vecino, ante la vida de un humilde campesino trabajador del campo, ante la vida de los estudiantes y el cumplimiento de sus constantes retos de vida, por esta razón confieso que el Dr. José Gregorio es el santo de todos los venezolanos”.
Sobre la realidad de devoción, Nieto relata “en Isnotú existe un santuario donde miles de personas, le rinden culto a diario. Es un lugar emblemático para el estado Trujillo, y de visita fija para cualquier visitante, sea seguidor creyente de la fe cristiana o no” (…) “es tradición que todos los principios de año, los habitantes de la localidad realizan una caminata en la periferia del santuario desde Valera hasta Isnotú, en homenaje al doctor de los pobres. Nosotros los venezolanos en tiempos de pandemia o Covid-19, requerimos con humildad la alegría de recibir la noticia de que nuestro ilustre trujillano será Dios mediante, dentro de poco tiempo, el santo reconocido por las autoridades eclesiásticas del Vaticano, para así regalarle al pueblo venezolano una merecida alegría en tiempos de crisis sanitaria mundial”.
“Cabe destacar, que los pacientes se trasladaban a su humilde casa, y cuenta la gente de la época, que el médico de los pobres siempre los atendía, muchas de la veces sin cobrar sus honorarios profesionales, y en varias oportunidades él también colocaba de su bolsillo, para comprar en la botica del pueblo, el tratamiento que el paciente requería, por esta y muchas razones más, el Venerable es uno de nuestros mayores orgullos nacionales, como ejemplo de filantropía y entrega al pueblo en general”, esgrime de forma enfática el señor Nieto.
Desde el estado Trujillo: ¿Quién fue y quién es el Dr. José Gregorio Hernández, antes y después de su beatificación?
“Para el pueblo trujillano, es un orgullo de nuestra cultura y tradiciones regionales. Recibir la noticia de su beatificación es como un milagro para todo el pueblo venezolano, en tiempos de crisis tanto local como mundial, producto de la pandemia del coronavirus”, así lo reconoció, monseñor Oswaldo Azuaje, obispo de la diócesis de Trujillo. Desde su responsabilidad eclesiástica, nos ofrece una particular visión, sobre la tan anhelada noticia de la beatificación y canonización del médico de los pobres.
“Desde hace casi 8 años estoy como obispo de Trujillo, para mí ha sido una experiencia muy hermosa, sobre todo al compartir con los feligreses de esta región del país, recibimos con alegría la beatificación del Siervo de Dios, Venerable y ahora Beato”, de esta manera manifestó su emoción monseñor Azuaje.
Desde la dimensión regionalista, del acervo cultural popular, también se puede proponer que el médico de los pobres, según Azuaje es: “Un trujillano ejemplar, representa los valores más insignes del habitante de esta región del país: honesto, trabajador, sencillo, modesto, puntual, exigente con el sentido de la responsabilidad, respetuoso con el prójimo, desprendido por el tema material, virtuoso, y agradecido por los favores concedidos por Dios”.
“El estado Trujillo fue la patria chica del Venerable, de aquí salió muy joven para finalizar sus estudios de bachillerato en la capital del país, Caracas, que, por cierto, para llegar a la capital en esa época desde los andes era muy complejo”, destacó monseñor Azuaje.
“Proveniente de una familia sencilla, ni pobre ni rica, pierde a su madre a los 8 años y yo creo que este capítulo de su vida lo marcó, el haber nacido en Trujillo, y el haber crecido hasta los 13 o 14 años al lado de su familia, le forjó como persona, lo que nos demuestra la dimensión tan característica del venezolano, un hombre laico, servidor a favor de la ciencia, pero también percibimos al hombre de profunda religiosidad popular, con una formación increíble, él procuró formarse bajo la devoción franciscana, muy religioso, teniendo estas dos dimensiones del hombre, podemos llegar a comprender la altura moral de su pensamiento”. Así lo subrayó Azuaje.
“Como hombre de ciencia era un servidor público, pero como hombre de fe, refleja un hombre consagrado a la fe cristiana, en él podemos encontrar una perfecta síntesis, de hombre de ciencia y profundamente religioso, es el ejemplo de un venezolano santo, por esto se le llama Venerable”, afirmó Azuaje.
Desde la concepción regionalista, podemos intentar comprender la visión multidimensional en la personalidad del Siervo de Dios, su formación inicial de origen rural y campesino, marcó notablemente su carácter como hombre de ciencia y de fe cristiana.
Es importante destacar, que el actual gobernador del estado Trujillo en la región de los Andes venezolanos, Henry Rangel Silva, en numerosas oportunidades ha manifestado de forma pública y notoria la importancia que reviste para el pueblo trujillano y el pueblo venezolana en general la ahora probada beatificación del Venerable.
En este mismo sentido de valor regionalista, también entrevistamos al párroco de la localidad originaria de Isnotú, rector del santuario del Divino Niño del Dr. José Gregorio Hernández, en el estado Trujillo, padre José Magdaleno Álvarez Briceño, quien en torno a la vida y obra del Venerable, acotó que: “La diócesis de Trujillo se llena de júbilo, por la positiva aprobación en el proceso de beatificación del Venerable. Nosotros representamos la voz de los trujillanos desde la dimensión de la fe cristiana, junto con la Arquidiócesis de Caracas, compartimos esta enorme alegría, es que la beatificación de nuestro venerable es ahora una realidad”.
Esta es una buena noticia para todos los venezolanos, la ahora beatificación del médico de los pobres, para Trujillo representa un valor de mayor alegría, porque el Venerable es un hijo de esta tierra, éste ha sido un lugar de referencia para los devotos de Venezuela y de muchas partes del mundo”, así lo consideró Álvarez.
“Isnotú es un lugar de peregrinación, aquí está el santuario dedicado al Niño Jesús del Dr. José Gregorio Hernández, una imagen que le regaló el arzobispo latino de Jerusalén, y esa es la imagen que tenemos aquí en Trujillo”, destacó el párroco Álvarez.
“Aparte de templo, también tenemos el lugar donde él nació, con los horcones originales, así mismo tenemos el museo, donde se guardan todos los objetos que usó en esta vida el Venerable; es importante destacar que era un hombre tan querido para la época, que tenemos en el museo el teléfono que él uso, con el dial número 1, esto representa la importancia de este hombre para la Venezuela de la época”, resaltó el padre Álvarez.
“Aquí reposan, su cama, el escaparate y una cantidad grande de objetos que él utilizó, así como también, tenemos las imágenes sagradas que él utilizaba para rezar en su infancia. Nuestros peregrinos por millones, vienen especialmente el 26 de octubre y el 29 de junio, es un paraje de presencia turística para nuestros visitantes y feligreses. En temporadas de vacaciones son miles de seguidores del Venerable los que visitan este recinto sagrado. Para nosotros el Venerable fue un médico ejemplar pero también fue un ciudadano ejemplar, invitamos a imitar todas sus virtudes”, puntualizó Álvarez.
“Este año 2020 no será la excepción para que los católicos trujillanos y todos aquellos que gusten sumarse conmemoremos un nuevo aniversario del fallecimiento del Dr. José Gregorio Hernández, a 101 de su partida física” indicó el presbítero José Magdaleno Álvarez, párroco de Isnotú y rector del santuario dedicado al Niño Jesús que perteneciera al Venerable.
Ya están acostumbrados los católicos trujillanos, que cada 26 de octubre y cada 29 de junio, participan en las peregrinaciones, eucaristías, caminatas y diversos actos religiosos en el pueblo natal del Venerable Dr. José Gregorio Hernández.
En Isnotú confluían miles de peregrinos para testimoniar su gran devoción y cariño hacia su ejemplar paisano. Otros cientos de devotos provenientes de otras regiones del país se sumaban a las multitudinarias manifestaciones de fe y piedad religiosa.
El sacerdote describió la amplia programación aniversaria preparada por la diócesis de Trujillo, con su Obispo Oswaldo Azuaje a la cabeza. Los actos se iniciaron el viernes 26 con la presentación de la Comisión Diocesana por la Beatificación del Venerable Dr. José Gregorio Hernández. Durante los siguientes días se difundió y realizó un tributo de oraciones haciendo referencia a su vida y obra.
Para la concreción de las actividades se contó con el trabajo conjunto entre el santuario de Isnotú y la Vicaría Episcopal de Comunicaciones, y particularmente con el respaldo de la emisora diocesana Paz Fm 98.9. De igual manera varias radios comerciales y comunitarias se sumarán a la programación religiosa en el estado Trujillo.
“Si las condiciones sanitarias lo permiten habrá posibilidad de una peregrinación simbólica; es decir, esperamos contar con las debidas autorizaciones para que un pequeño grupo de devotos previamente identificados y organizadamente, asistan al santuario el lunes 29 de junio representando así a los miles que quisieran hacerse presentes en el lugar donde nació y creció José Gregorio Hernández. Pero de todos modos esperamos que todos los católicos trujillanos hagan suya esta programación participando a través de los medios de comunicación y las redes sociales y vinculando a sus familias, instituciones y grupos, en esta importante actividad que nos prepara para la ahora beatificación de nuestro coterráneo” finalizó Álvarez.
La Comisión Diocesana pro Beatificación es la organización que viene motivando las orientaciones y actividades en preparación a la beatificación, procurando que no se reduzca a los actos de piedad, sino que el acontecimiento histórico incida en la vida y realidad social de los trujillanos donde se aproveche el caudal de valores humanos y cristianos del Dr. José Gregorio Hernández.
El 26 de octubre del 2020 se cumplieron 156 años del natalicio del Dr. José Gregorio Hernández. Teniendo esta región el lugar donde nació y se formó el médico de los pobres, la Iglesia Trujillana se aprestó a conmemorar la fecha solemnemente en su momento después de haber sido beatificado.
La programación buscó mantener el entusiasmo y la vinculación del pueblo católico en la ruta de preparación de los actos que con motivo de la beatificación se realizaron en Caracas, Trujillo y diversos lugares del país.
En opinión del presbítero Magdaleno Álvarez, Rector del Santuario de Isnotú, los venezolanos tienen en la esperada beatificación un motivo de esperanza en medio de tanta tribulación en tiempos de pandemia, por lo que estos actos contribuyen a afianzar más la devoción y a motivar a la gente para que conozca mejor la vida del Venerable.
Desde el 01 de octubre hasta el día 26, día del natalicio, en toda la geografía trujillana se realizaron actividades relativas al famoso y admirado personaje. En este sentido “se generó una amplia difusión de materiales audiovisuales, mensajes, actos religiosos por los medios de comunicación social y algunas actividades con participación de los fieles”, indicó el padre Álvarez.
Los medios de comunicación como radio Paz 98.9 FM y redes sociales de la Iglesia católica se sumaron a la difusión de material fomentando la oración, motivación y conocimiento de la egregia figura del Dr. Hernández. “Así mismo los medios de comunicación públicos y privados podrán hacer lo propio en sus programaciones. Participaron de la programación el sector educativo, instituciones públicas y privadas, grupos de apostolado eclesial, secretariados de pastoral y otros. Es importante que quienes tengan iniciativas factibles y útiles puedan implementarlas y hacerse partícipes del entusiasmo y fervor que nos prepare a la beatificación” indicó el padre Álvarez.
Una de las iniciativas de piedad popular consistirá en la realización de la novena al Dr. José Gregorio Hernández la cual fue compartida por las redes sociales, medios de comunicación y cadenas de distribución de contenido por los teléfonos inteligentes.
En el pueblo de Isnotú, centro de peregrinaciones que cuenta con el sitio del nacimiento, el santuario y un valioso museo, se presentó una programación especial para la cual se coordinó con las autoridades regionales y locales. Sobre todo, los fines de semana se programaron múltiples eventos religiosos en el llamado paraíso espiritual, actos con presencia de feligreses en reducida cantidad y guardando las respectivas medidas de bioseguridad, producto de los tiempos de Covid-19.
El 26 de octubre se realizó una transmisión especial en directo por varias emisoras radiales. La celebración central de aquel día contó con la presencia del Obispo diocesano monseñor Oswaldo Azuaje, quien, junto a una representación del clero, presidió los actos religiosos.
Cabe señalar que la Comisión Diocesana pro Beatificación es la organización que viene motivando las orientaciones y actividades en preparación a la beatificación, procurando que no se reduzca a los actos de piedad, sino que el acontecimiento histórico incida en la vida y realidad social de los trujillanos donde se aproveche el caudal de valores humanos y cristianos del Dr. J. Hernández. Para ello se crearon comisiones por áreas de la vida social, se alentó la participación activa de la ciudadanía y, entre otras iniciativas, se crearon múltiples comisiones locales en Isnotú y Boconó. Desde la coordinación diocesana se trabajó en comunión con la Comisión Nacional que dirige la Arquidiócesis de Caracas especialmente con el plan Venezuela Camina con José Gregorio Hernández, espacio digital creado con la finalidad de mantener vivo el debate socio-histórico y religioso en torno a la vida y obra del médico de los pobres.
Finamente, el padre Álvarez destacó que a pesar de la crítica situación económica por la que atravesamos en el país, los espacios religiosos de Isnotú seguirán siendo atendidos por la Iglesia para prepararse a la beatificación. Hace unos meses se realizó el trabajo eléctrico del templo parroquial, los vitrales y se inició la restauración de las bancas del mismo. La parroquia aguarda por el proyecto de reparación del techo, obra prometida por los organismos públicos para ser ejecutada en estos meses.
Así mismo desde el santuario se viene impulsando la campaña “Amigos y Devotos del Dr. Hernández para su Santuario de Isnotú” mediante la cual se están ejecutando algunas reparaciones, entre ellas el sistema eléctrico del templo del Divino Niño, del sitio de oración y la plazoleta, ambientes que integran el santuario local. Esta obra será inaugurada durante el mes de octubre.
“Los devotos tienen diversas formas de ayudarnos. La primera es con su oración y con su cercanía, pero también pueden cooperar con sus ofrendas monetarias y materiales y/o contactando devotos que tengan posibilidad de respaldar alguna de las necesidades que en el orden material deben alistarse para los actos que se realizarán en el marco de la beatificación” señaló el párroco.
Múltiples anécdotas. Nacionalista, progresista, disciplinado y hombre honesto, dimensiones en el culto al venerable desde el folclor popular al médico de los pobres
“El Dr. José Gregorio Hernández, era un hombre nacionalista a carta cabal, se enlistó en el Ejército nacional, para el año 1902 cuando las costas venezolanas fueron bloqueadas por la planta insolente del extranjero a profanar el suelo sagrado de la patria”, así lo afirmó, El Director del Centro Nacional de Historia, Alexander Torres Iriarte, en torno a su interpretación de la figura iconográfica del Venerable en términos del nacionalismo patrio.
“Producto de la convocatoria nacionalista contra el bloqueo de 1902, José Gregorio Hernández se alistó en el ejército nacional, al demostrar su profundo sentido patriótico, abrazando la bandera en defensa de la patria, esto quiere decir que el médico de los pobres, también fue un hombre con un profundo amor a la patria”, así los destacó Torres.
Según, el intelectual venezolano, Luis Brito García, en un artículo titulado “La Planta Insolente de la OEA” publicado por el portal, La Haine, del 6/6/2016, con relación a la visión nacionalista del Venerable, sólo en una oportunidad la oposición se había rebajado a solicitar explícitamente una intervención contra su propio país. En 1902, tras ser derrotada estruendosamente en la revuelta de caudillos mal llamada “Libertadora”, la oposición promovió una intervención de Inglaterra, Alemania e Italia, que con 15 acorazados bloquearon y bombardearon Venezuela. “La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la patria”, proclamó el presidente Cipriano Castro, y a su llamado, todo el país, como un bloque, incluido el doctor José Gregorio Hernández, se alistó para resistir”.
“El Venerable es parte del imaginario folclórico popular en la cultura nacional, porque su estampa traspasa el umbral de la fe o la creencia; referimos este argumento, porque existe una línea muy delgada entre el carácter de la fe y lo místico religioso, vinculado a los múltiples temas de la cultura popular. Para los venezolanos, el Dr. José Gregorio Hernández, tengas o no tengas fe, es parte de nuestra cultura popular, es una imagen iconográfica presente en las culturas sincréticas de nuestro país, es parte de nuestra identidad nacional”, así lo refirió el historiador y docente universitario Torres.
“La vida del venerable está escrita entre la práctica de la fe y la razón. Un hombre por redescubrir cotidianamente, todo esto porque fue un hombre de a pie que tránsito la vida cotidiana de los venezolanos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX”, destacó Torres.
Sobre redescubrir al Venerable desde una dimensión histórica, antropológica y sociológica, el filósofo venezolano, Carlos Ortiz, docente universitario y escritor ampliamente reconocido por sus publicaciones en torno al médico de los pobres, nos contó la siguiente anécdota: “Considero que cuando el Dr. Hernández publicó su texto Elementos de Filosofía, lo que realmente quiso realizar, fue un debate público intelectual, al intentar discutir en términos académicos con la corriente positivista de la época, que quería imponer el criterio eurocéntrico y positivista, de eliminar la cátedra de filosofía en la educación básica del país, sosteniendo que la filosofía no era una ciencia. Es bueno recordar que en cuatro meses se agotó la primera edición de su libro, convertido en un Best Seller del momento. Todo esto precedido de su fama de científico formado con los grandes maestros de Francia, reconocido ya como padre de la medicina moderna y la ciencia experimental en Venezuela. Sorprendió a muchos con esta publicación”.
En el prólogo de este texto, tan polémico para la época, el Venerable afirmó que: “El alma venezolana es esencialmente apasionada por la filosofía. Las cuestiones filosóficas la conmueven hondamente, y está deseosa siempre de dar solución a los grandes problemas que en la filosofía se agitan y que ella estudia con pasión. La ciencia positiva, la que es puramente fenomenal, la deja la mayor parte de las veces fría e indiferente” (…) “Dotado como los demás de mi nación, de ese mismo amor, publico hoy mi filosofía, la mía, la que yo he vivido; pensando que por ser yo tan venezolano en todo, puede ser que ella sea de utilidad para mis compatriotas”.
Sobre esta realidad, Ortiz, interpreta desde el relato anecdótico, la dimensión progresista del médico de los pobres, al intentar debatir con la clase intelectual de la época, en aras de hacer posible la defensa intransigente de sus creencias éticas desde un plano filosófico y educativo; en este sentido reiteró que: “Estos comentarios son reveladores, pues el libro salió en 1912, cuando la corriente positivista encabezada por Gil Fortoul amenazaba con eliminar los estudios de filosofía. El Dr. Hernández estaba denunciando que hacerlo era arrancarles a los venezolanos un pedazo del alma. Su protesta fue en vano: antes de terminar ese año la Filosofía fue suprimida como disciplina académica. Pero sus palabras calaron en el público: meses después circulaba la segunda edición”.
“En la antología epistolar del Dr. Hernández, esta una carta dirigida a la señora Carmelina López de Ceballos; en esta carta el Venerable, incorpora una foto que se toma en la cuidad de New York, imagen icónica en la cual aparece con un traje negro y sombrero negro. En el contenido de la carta pareciera que el Dr. Hernández está pretendiendo afectivamente a la dama, lo curioso de la carta es que la dama tiene apellido de casada, y los valores del médico de los pobres eran muy firmes para esa época de nuestra historia, curioso”, destacó Ortiz.
En medio de esta realidad, el historiador Mays Aguiar Fagúndez, también nos ofrece su impresión histórica, sobre el Venerable desde una dimensión ética, al recordarnos su profundo sentido de la honradez; sobre este tema nos apostilló que: “Cuando al Dr. Hernández, lo mandan a estudiar a Francia, lo enviaron realmente con una misión, que era traer para Venezuela los conocimientos y los equipos necesarios para fundar la cátedra y los estudios de genética en las bacterias, bacteriología. De esta forma recibió un dinero para comprar equipos de investigación científica y así fundar el primer laboratorio de estudio médico en el país; la anécdota a resaltar, es que el Dr. Hernández, al culminar sus estudios con honores en Paris, también compró los equipos de investigación científica que requería la nación, devolviendo el resto del dinero o los recursos que no fueron usados con esa intención, sobre este relato podemos reconocer la altura honesta en la vida del médico de los pobres”.
Por su parte, el historiador Aguiar resaltó que: “El doctor de los pobres, también fue pionero de tres especialidades: histología normal y patológica, bacteriología y fisiología experimental y estudió los males endémicos, como el paludismo, la fiebre amarilla, la tuberculosis y la lepra. Aprendió, en París, Berlín y Madrid, técnicas científicas de Louis Pasteur y dos ganadores del premio Nobel, Charles Richet y Santiago Ramón y Cajal, entre otros”.
Con respecto a la obra escrita y publicada por Dr. Hernández, sobre el tema científico médico, el historiador Aguiar nos recuerda que “En resumen sus publicaciones científicas se inician en 1906, cuando aparece Elementos de bacteriología, primer texto de esta materia publicado en Venezuela; en Sobre la angina de pecho de naturaleza palúdica describió, por primera vez en el mundo, esta afección, así como su correcta patogenia. Trabajó sobre el recuento globular, la bilharziosis, nefritis amarílica y terapia de la tuberculosis por el aceite de chalmoogra. Su contribución humanística quedó plasmada en su obra Elementos de Filosofía (1912), en donde expone la visión personal que tenía sobre el mundo y sobre las relaciones que vinculaban a los hombres entre ellos y con el Ser Supremo”
En este mismo orden de ideas anecdóticas, el sociólogo y comunicador social, docente universitario, Ángel Silva, desde su opinión personal reconoce que: “En términos antropológicos, el Venerable es también una figura icónica para las culturas sincréticas, es decir, para los mágico religiosos, el médico de los pobres, también juega un papel sustancial en sus ritos y leyendas, en la construcción mágico religiosa del propio personaje, por esta razón se puede explicar la presencia significativa y muy marcada del Dr. Hernández en la cultura ancestral del pueblo venezolano”.
“Es curioso estudiar: ¿por qué para otras figuras en Venezuela, el proceso de beatificación fue más rápido?, particularmente el caso de las tres monjas ya beatificadas?, supongo que la respuesta se ubica en parte debido a la burocracia interna que debe habitar en la santa sede del Vaticano”, cuestionó y afirmó Silva.
Nelson Guzmán, filósofo, sociólogo y antropólogo jubilado de la UCV, doctor y post-doctor egresado de la Universidad de París 8 en Francia, sobre la lectura antropológica que gira en torno al Venerable afirmó que: “El venerable Dr. José Gregorio Hernández, desde una lectura antropológica, representa el mestizaje de nuestros pueblos, es una figura que se adentra en la cultura popular de la denominada venezolanidad, por la sencilla razón que fue un hombre de a pie, que ejerció su profesión médica con despedimiento sin igual entre la gente humilde, regalando medicina y sin cobrar en muchos de los casos sus honorarios profesionales”.
“En la esquinas de Mijares en la parroquia Altagracia de Caracas, al lado de Banco Central de Venezuela (BCV), se ubica actualmente la sede de la Universidad Experimental de Caracas (UNEXCA), en esta arquitectura de corte colonial, se ubica una de las residencias donde vivió el Venerable en la capital del país; en cuanto a esta infraestructura yo realice las gestiones para transformarla en patrimonio histórico del país, y en los actuales momentos es un depósito de la Universidad”, denunció el Dr. Guzmán.
El padre Francisco Javier Dupla, sacerdote jesuita, docente universitario de (CERPE), desde la publicación de su libro titulado “Se llamó José Gregorio Hernández” nos manifestó a través de un contacto telefónico que: “En torno a la vida del Dr. Hernández se pueden resaltar tres anécdotas, la primera tiene que ver con su ejercicio docente, se cuenta que cuando ejercía su profesión universitaria en la UCV, en la cátedra de bacteriología en la escuela de medicina, era un hombre muy estricto y puntual, en un oportunidad un alumno que no estaba inscrito en su materia, sino que participaba como oyente de sus clases, lo increpó para solicitarle una corrección en una asignación entregada, y el Dr. Hernández le respondió, con un pregunta ¿cuál es su profesión?, el alumno respondió estudiante, y el Dr. Hernández inmediatamente le sugirió con talante pedagógico: ¡entonces ejerza su profesión¡. La segunda anécdota tiene que ver con el panteón donde reposaban sus restos en el Cementerio General del Sur, en ese panteón se acumulaban ofrendas como placas en agradecimiento de un presunto milagro, también había flores y velas, en una oportunidad esas velas encendidas se transformaron en fuego al prenderse las flores, y eso causó un incendio muy grande en el cementerio, ese incidente originó que monseñor Rincón Bonilla, tramitara las gestiones para trasladar sus restos del Cementerio General del Sur a la iglesia de La Candelaria en el centro de Caracas”.
Para finalizar este recorrido anecdótico, el sacerdote Duplas, recordó “una tercera anécdota tiene que ver, con un niño de tres años que estaba prendido en fiebre, hijo del doctor José Méndez Farrera, para el año 1975, se sospechó que el niño tenía leucemia aguda, por el aspecto inicial del diagnóstico en los exámenes de los glóbulos blancos, entonces el padre decidió llevar a su hijo al Cementerio General del Sur, donde todavía reposaban los restos del Venerable; cuando llegan a la tumba, se aparecen con un velón encendido en símbolo de ofrenda, y el niño cantó un cumpleaños feliz, al terminar apagó el fuego del velón, e inmediatamente se le quitó la fiebre y sanó, esa es una de las anécdotas más destacadas en los favores concedidos por el médico de los pobres”.
Siendo testigo de la comprobada riqueza sociológica y antropológica de la vida del Venerable, surge la interrogante: ¿Será posible que el médico de los pobres, al transcurrir de los años en el marco de la construcción histórica de Venezuela, haya pasado del estado culto al de héroe nacional? Se estaría originando de esta forma una interpretación distanciada del personaje que realmente fue el Dr. Hernández.
Dr. José Gregorio Hernández: valor en la vida y obra del médico de los pobres y primer beato laico del país
Sobre el marco del proceso de beatificación y canonización del Dr. José Gregorio Hernández, vale la pena revisitar al médico de los pobres desde sus múltiples dimensiones como ser humano.
Por esta razón finalizamos este reportaje con algunas reflexiones de alcance ético moral, estudiando los datos biográficos del Siervo de Dios (JGH), todo esto en el marco del proceso que cristalizó su beatificación, paso previo para convertirse en santo.
Su santidad el papa Francisco, en una entrevista a los medios públicos españoles, en el programa “Salvados” refiriéndose al ejercicio de la comunicación social, reflexionó los siguientes puntos, en los que, parafraseando sus ideas, argumentó que: “Ustedes los periodistas tienen la posibilidad de caer en cuatro (4) pecados, o cuatro actitudes malas para no hablar en lenguaje teológico, cuatro actitudes que los amenazan constantemente y de las cuales deben defenderse. Primero la desinformación, o sea, doy la noticia, pero doy la mitad nomás, la otra mitad no la doy, eso va contra del derecho de estar informado, informas la mitad, informas mal, la segunda es la calumnia, hay medios de comunicación que calumnian sin ningún problema (…) tercero la difamación, toda persona tiene derecho a defender su reputación (…) cuarto la coprofilia, el amor a la cosa sucia, el amor literalmente a la caca, el amor a los escándalos. Superando estos cuatro límites la comunicación sería algo maravilloso”.
Con relación a esta anécdota, es sustancial recordar el valor de informar y comunicar sobre la base de valores éticos esencialmente humanos, y así fue la vida del médico de los pobres, un profesional entregado con principios de ciencia y fe hasta el final de su vida.
José Gregorio Hernández Cisneros nació en el seno de una familia cristiana en la localidad de Isnotú, estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864. En su hogar recibió una formación religiosa ejemplar, así como los sacramentos del bautismo el 30 de enero 1865 y la confirmación católica, 6 diciembre 1867.
Concluyó su bachillerato en la ciudad de Caracas en el año 1878. Posteriormente se graduó con honores de médico cirujano en la Universidad Central de Venezuela (UCV) en el año 1888 para regresar a su pueblo natal donde realizó la pasantía rural.
Gracias a su sobresaliente carrera universitaria, sus profesores lo recomiendan al presidente de aquel momento de la historia, Rojas Paúl, como candidato a especializarse en medicina experimental en la Universidad de La Sorbona, en París, Francia, para el año 1889. A su regreso a Venezuela fundó en la Universidad las cátedras de Fisiología, Histología y Bacteriología. Modernizó las técnicas de diagnóstico y los estudios médicos con los últimos adelantos de la época.
En términos académicos, es sustancial recordar que el médico Hernández es autor de trece ensayos científicos sobre diversas disciplinas, ampliamente reconocidos por la Academia Nacional de la Medicina, de la cual fue fundador. Publicó en la prestigiosa Gaceta Médica de Caracas, y también incursionó en el ensayo de corte teológico y filosófico. Su trabajo reviste significativa importancia por su capacidad como clínico de someterse al rigor del método anatomoclínico que la escuela francesa había llevado hasta el cénit en su aplicación, como en los casos presentados por Hernández sobre tuberculosis, neumonía y fiebre amarilla, fue uno de los fundadores insignes de la cátedra de bacteriología en la UCV, y se comenta que fue el responsable de traer a Venezuela el primer microscopio usado con carácter científico.
Era conocido como un profesor culto y políglota, hablaba de forma fluida el español, alemán, italiano, francés, latín y el portugués. Un hombre reservado y tímido, que nunca se casó ni tuvo hijos, era músico, tocaba el piano, filósofo de oficio, catedrático, médico exigente y se caracterizaba por la puntualidad en el cumplimiento de sus deberes profesorales.
José Gregorio intentó en dos oportunidades ordenarse en la vida religiosa, la primera, en la orden de San Bruno en la Cartuja en Italia asumiendo el nombre de Hermano Marcelo, por causas de salud desistió, y la segunda fue para el año 1909 cuando recibió el permiso de ingreso en el Seminario Santa Rosa de Lima en Carcas, desistiendo también por causas de salud. Como hombre laico, ejerció su profesión de médico como franciscano seglar, perteneció a la Orden Franciscana Seglar de Venezuela (OFS), en la fraternidad de la Merced en Caracas, en medio de este breve relato surge la pregunta: ¿Será que el destino decidió que José Gregorio nunca fuese ordenado como sacerdote y que desde su oficio de la medicina se entregara a la adoración de Dios?
Retomando el tema de la beatificación, es importante destacar que, el grupo promotor de la causa de beatificación se constituyó en los primeros tiempos después de su muerte y el arzobispo de Caracas Monseñor. Lucas Guillermo Castillo en el año 1949, iniciado así el punto de arranque sobre el proceso para proceder a la petición de beatificación, mediante la apertura de la instrucción correspondiente.
Es preciso destacar, que para el año 1972 cumpliendo con el protocolo del Vaticano declaran al Doctor José Gregorio Hernández, “Siervo de Dios” y años después, específicamente el 16 de enero de 1986 fue declarado “Venerable” por el papa Juan Pablo II.
En estos momentos de pandemia vale la pena invocar la oración del Dr. José Gregorio Hernández:
“Señor Jesucristo, que infundiste en tu siervo José Gregorio la constancia en la virtud, la pureza en sus acciones, un gran amor por ti, a tu Santísima Madre y al prójimo, dígnate glorificarlo ante tu Iglesia. Haz que yo, imitando sus virtudes, me acerque más a ti, y por los méritos de tu pasión y muerte, concédeme la gracia que te pido. Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, intercede por la glorificación de tu devoto”.
Al recibir la noticia de la beatificación del médico de los pobres, el rector de la Universidad Católica Santa Rosa (Ucsar), sacerdote Carlos Alberto Boully Gómez, informó a los medios públicos el miércoles 24 junio del 2020, que mediante un Consejo Universitario Extraordinario, por unanimidad, esta casa de estudios ha aprobado la decisión de conferir al ilustre egresado de esta universidad al Beato José Gregorio Hernández el título de “Doctor Magnífico en Ciencias”.
El rector de la Ucsar, en torno a esta noticia afirmó: “Hoy es un día glorioso para la patria y para el pontificio de la Universidad Católica Santa Rosa. En la universidad estamos bien contentos de esta gran noticia para Venezuela, precisamente en este día glorioso de la patria, este venezolano que ahora es Beato, reciba este maravilloso reconocimiento académico”.
A través de este trabajo de investigación con un toque ligero de perspicacia, exploramos la cultura que nos rodea para intentar explicar la profundidad y la alegría de vivir creyendo en algo a través de la intercesión de lo inexplicable, de vivir apostando firmemente en la bondad humana, todo esto para resaltar que el Venerable hizo de su vida una metáfora universal para intentar explicar la luz de la fe católica desde el oficio de la razón científica de la medicina.
Ahora en el presente histórico, el “Siervo de Dios”, es parte del gentilicio cultural venezolano, en tiempos de pandemia contra el Covid-19, el pueblo creyente y no creyente recibe con alegría la beatificación del Venerable.
Trabajo realizado por: T/Yahvé Álvarez – Yahvealvarez1@gmail.com