Las Enfermeras de los hospitales Uyapar de Puerto Ordaz y Dr. Raúl Leoni de San Félix denunciaron este lunes en rueda de prensa que continúan las vulneraciones laborales y de higiene en sus sitios de trabajo. Las principales carencias son de equipos de bioseguridad, transporte y salario digno.
Por José Rivas / correodelcaroni.com
Maritza Moreno, presidenta del Colegio de Enfermeras seccional Ciudad Guayana, denunció que las enfermeras cobran un salario por debajo de los cuatro dólares y no tienen insumos ni equipos para protegerse o atender a los pacientes. “El Estado era el responsable de supervisar todo lo relacionado con salario, transporte y materiales, pero resulta que en Venezuela lo que hicieron fue que le rompieron la columna vertebral al sistema de salud”, dijo.
“Nosotros queremos seguir atendiendo a nuestros pacientes, pero no podemos en estas condiciones. No le pueden exigir más a este sector que está duramente golpeado, donde una enfermera acude a un hospital sin comer, sin alimentarse, ¿Cómo voy atender a otro si yo no estoy alimentada?”, preguntó.
Moreno señaló que ni siquiera donde atienden a pacientes contagiados se garantiza de forma correcta los insumos de bioseguridad. “A nosotros nos decían que lo poco que llegaba era para las áreas de COVID (…) pero resulta que esta mañana cuando yo me trasladaba en el transporte y me dijo una enfermera que estaba en el área: licenciada ayer trabajamos en el área de COVID sin tapabocas”, comentó.
El personal de enfermería ha contrarrestado la COVID-19 gracias a los equipos de protección que son donados por distintas organizaciones no gubernamentales y las mascarillas de tela que fabrican en casa.
Sin embargo, esto no ha servido del todo para evitar enfermarse. Romero conoce de áreas donde las cinco enfermeras que laboraban tuvieron sintomatología de COVID-19 y nunca se logró determinar si en verdad padecían la enfermedad al no contar con pruebas.
Sin enfermeras
Los bajos salarios, las pocas garantías de seguridad y el ineficiente transporte ha reducido la asistencia de enfermeras a los centros de salud. Estiman una deserción del personal de enfermería en los hospitales de Guayana de al menos el 70%.
La enfermera del Hospital Uyapar, Fiorella Paredes, expresó: “Hay mucha recarga de trabajo en las enfermeras”. En las salas donde debería haber seis enfermeras, por lo general tan solo hay una sola, encargada de hasta 20 y 30 pacientes en un turno.
Paredes trabaja en el área de emergencia pediátrica y en ocasiones le ha tocado sola atender hasta 20 y 40 pacientes. “Estamos muy preocupados porque los pacientes están solos sin la atención profesional de una enfermera”, agregó.
Las enfermeras están dejando de asistir a los hospitales por la falta de transporte y la escasez de efectivo. Los dos vehículos asignados al personal solo pasan por las avenidas principales por lo que enfermeras deben caminar entre cinco y 10 kilómetros desde su casa hasta los puntos donde son recogidas.
Demilse Garnier, enfermera del Hospital Dr. Raúl Leoni, reclamó que se exponen a la delincuencia al salir en horas de la noche o la madrugada para lograr trasladarse en los transportes y en ocasiones ni siquiera pasa pese a que ellas cumplen horas de espera. “Nos hemos tenido que devolver a nuestras casas volviendo a recorrer esas largas distancias en la oscuridad”, relató.
Sin comer
Como pago de utilidades el personal de enfermería recibió el monto de apenas 700 mil bolívares, menos de dos dólares. Sumado al pago de salario de cuatro dólares quedan lejos de acceder a la canasta alimentaria que para septiembre alcanzó los 253,39, el equivalente a ocho dólares diarios.
“¿Qué calidad de servicio podemos prestar a un paciente si nosotros mismas carecemos de los nutrientes para laborar?, preguntó. Garnier denunció que en ocasiones van a trabajar sin saber qué dejarle de comida a sus hijos o sin haber desayunado ellas mismas.
Señaló que aunque la meta es hacer un buen trabajo dentro del hospital la crisis de salario, transporte, insumos e incluso agua no permite garantizar que los pacientes reciban un servicio óptimo.
Claman por condiciones
Las carencias de insumos vienen afectando desde antes de la pandemia. Luego de registrarse los primeros casos de COVID-19, el personal de enfermería ha denunciado en reiteradas ocasiones que no cuentan con equipos y en los hospitales no se garantiza ni siquiera agua corriente.
Amnistía Internacional lanzó el 28 de octubre una campaña llamada Enfermeras para Cuidarte. Esto con la finalidad de incentivar la solidaridad de la sociedad civil para mejorar las condiciones de trabajo y de vida de las enfermeras.