Johnny Galué: El sistema de justicia norteamericana versus las elecciones del 2020

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El sistema de justicia norteamericana la clave de su éxito democrático financiero y económico

 ¿Cuál es la diferencia con otros Países?

Me he sentado, para abordar este delicado tema, al poder verificar que algunas corporaciones informativas y multinacionales de medios de información masivo, han pretendido dejar entredicho, al Poder Judicial Norteamericano mucho antes del pronunciamiento de su decisión con ocasión a las elecciones del 2020, que deberán de responder a sus señalamientos descalificativos, dado a que en los próximo meses, comenzamos a ventilar un caso por ante los tribunales federales en ese País.

La corrupción no es ajena a la política Estadounidense, aquí también los políticos se compran, para ser también honestos, pero que a diferencia de otros países, aquí no se subastan. Pero tienen el mejor sistema judicial del mundo, sus Jueces son guardianes de la democracia como de la legitimidad de sus instituciones.

En estos tiempos difíciles, que vive el Estado Norteamericano, es el Poder Judicial, el que va a marcar la diferencia, y quien va a determinar si en este proceso electoral,  se cometió fraude o no. Si se ha atentado contra el espíritu democrático o no, si se ha atentado contra la Constitución o no. Sobre eso le tocará conocer a un Juez Federal al que le pueda corresponder y en este caso, le corresponderá conocer,  al Máximo Tribunal de Justicia Norteamericano, con absoluta certeza dictaminar la decisión correspondiente,  que deberán acatar cualquiera de los dos bandos en disputa. Pues desobedecer la decisión y la orden correspondiente, que pronunciara el Máximo Tribunal de Justicia, tiene consecuencias desastrosas.

Un poder Judicial así, tiene barreras infranqueables, te garantiza una democracia sólida, con guardianes sólidos. Que no van a permitir que los cimientos de su sistema democráticos, como la legitimidad de sus Instituciones se vean comprometida,  por lo que el más rebelde, va a estar de acuerdo con la decisión que tome el Tribunal Supremo de Justicia Norteamericano.

Eso no lo tenemos en Venezuela. La corrupción escandalosa en el mismo núcleo del Poder Judicial. Que no se ha visto en los Estados Unidos. Porque el Poder Judicial es una joya Norteamericana. No son ni el ejército ni el Congreso como tampoco el Ejecutivo.

A diferencia de otros países, en Norteamérica existe la cultura de elegir a los mejores jueces, en base a lo intelectual, no importa si son de izquierda o de derecha, quienes le seleccionen. Pues la competencia intelectual de los jueces en sus decisiones es muy importante en este País. Como la opinión del Colegio de Abogados es muy importante. Creo que en Venezuela no tenemos esto, ya que la cultura de elegir a los mejores, no está tan arraigada. Acá esta selección de los jueces y fiscales, se basa en las distribuciones, el amiguismo,  los contactos y la influencia política.

La confianza y la belleza del Poder Judicial Norteamericano, no tienen comparación, y constituye la base sólida de su sistema democrático y su éxito financiero y económico.

En los EE.UU., los jueces adquieren cada vez mayor poder en la determinación de las grandes decisiones de sus sistema judicial. Para sustentar esa mayor intervención cuentan solamente, como dice El Federalista, con su poder de convicción. El es el que hace que sus decisiones sean obedecidas y, así, el modo en que construyen su legitimidad política, que adquiere un rol esencial. Los tribunales administran este capital por medio de estrategias comunicativas que definen su posición institucional y los relacionan con los restantes actores del sistema político.

La Corte Suprema de los EE.UU. cuenta con distintos elementos y  simbólicos que se encuentran en juego en el posicionamiento de los Tribunales Superiores, como actores clave del sistema institucional de ese país, actualmente.

Por los que, el Poder Judicial, Norteamericano,  cuenta con una compleja trama de cambios jurídicos, políticos y culturales han hecho que los jueces pasen de ser meros ejecutores de la voluntad legislativa a desempeñar un rol de protagonistas de las decisiones rectoras de la vida comunitaria Estadounidense, (GARAPON, 1997; Thury Cornejo, 2002).

 

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