La empresa tecnológica china Huawei anunció hoy la venta de la marca de teléfonos móviles de bajo coste de su propiedad Honor “para salvar la cadena industrial” de esta última, en un momento en el que el gigante tecnológico chino se enfrenta a sanciones por parte de Estados Unidos.
Huawei ha vendido todas sus participaciones en Honor a Shenzhen Zhixin New Information Technology, un consorcio formado por una treintena de representantes y distribuidores, indicaron ambas empresas a través de un comunicado conjunto publicado hoy.
“Esta adquisición representa una inversión impulsada por el mercado para salvar la cadena industrial de Honor. Es la mejor solución para proteger los intereses de sus consumidores, vendedores, proveedores, socios y empleados”, reza el texto.
La venta -cuyo importe no detalla el comunicado- se produce en un momento en el que Huawei está sometida a varias presiones por parte de Estados Unidos.
La Administración presidida por Donald Trump considera a Huawei una amenaza para la seguridad nacional, ya que los aparatos de la marca -opinan- podrían manipularse para que Pekín espíe a sus usuarios, algo que desde Huawei siempre han negado.
El pasado mes de agosto, EE. UU. adoptó una serie de medidas para que impedir que Huawei adquiriera microprocesadores u otros componentes producidos por otras empresas pero realizados parcial o totalmente con software o hardware estadounidense.
Productos
En la práctica, esto supone que los principales productores de chips de Europa y Asia, como la holandesa NXP Semiconductors, la taiwanesa MediaTek o la coreana Samsung Electronics solo pueden vender sus productos a Huawei si Estados Unidos lo autoriza.
“Es posible que la venta permita que Honor use tecnología de Estados Unidos y software como Google, y también hay posibilidades de que Honor recupere nichos que Huawei ha perdido en el mercado internacional”, dijeron analistas citados hoy por el diario estatal Global Times.
Washington también protagoniza una campaña contra las redes de 5G desarrolladas por Huawei por sospechas de espionaje y, en diciembre de 2018, ya había abierto otro frente contra la empresa al solicitar a Canadá el arresto y extradición de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, a la que acusa de fraude bancario para evadir las sanciones comerciales impuestas contra Irán.
Meng, hija del fundador de la compañía y una de las mayores fortunas de China, está en libertad bajo fianza en Canadá a la espera de que los tribunales del país resuelvan si la extraditan a Estados Unidos.
EFE