Ángel Cacique: Aún estamos a tiempo de Salvar y Cambiar a Venezuela

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Luego de 22 años de graves errores y grandes fracasos, está claro para todos que Venezuela requiere de urgentes e imprescindible cambios, reformas, ajustes en función de generar un marco institucional y productivo, una gobernanza sustentable que nos permita superar positivamente los profundos déficit acumulados en todas las áreas por años de destrucción de la capacidad productiva de la nación, pero son: Salud, Educación, Alimentación, Racionalidad Económica, políticas sociales, el renglón de la seguridad jurídica, los derechos humanos, recuperar la institucionalidad democrática los prioritarios, son los temas aunque las diferencias y las contradicciones continúan, debemos alcanzar planes, objetivos, metas, consensos comunes, obviamente esto no es poca cosa y la magnitud del desastre acumulado demuestra que se requiere el concurso mayoritario, sí no es posible el de todos, de sectores representativos del país para intentar resolver los acuciantes problemas que confronta la nación.

Para intentar adecuarnos con éxito a una realidad global compleja, difícil y superar el mayor desastre país de los últimos 50 años, estamos obligados a dirimir inteligentemente nuestras diferencias, el desarrollo y evolución de la pandemia que, tiende a agravar aún más nuestros problemas, marcarán los tiempos e incluso encontrada la vacuna, las secuelas de su paso generan importantes incertidumbres y retos que no son superables en el corto y mediano plazo, es imprescindible en consecuencia construir los consensos necesarios, acordar agenda claras y objetivas que, contando con el respaldo, financiamiento y la ayuda internacional nos permitan en el mediano plazo alcanzar los niveles de productividad, inversión, recuperación de la institucionalidad y la gobernanza  que, posibiliten para importantes sectores de la población hoy excluidos o en situación de pobreza atroz que puedan, con las acciones y correctivos pertinentes, alcanzar un digno nivel de sustentabilidad y la calidad de vida que nos merecemos como país.

¿Cómo desarrollar e impulsar procesos con calidad y eficiencia que permitan reinsertarse con éxito en la ruta del progreso y la modernidad? ¿Cómo  reconstruir las fortalezas y superar las debilidades que garanticen la sustentabilidad y competitividad en un entorno negativo y de pérdida de la institucionalidad e importantes derechos democráticos?  ¿Cómo logramos los consensos necesarios que nos permitan  afrontar los desafíos de una economía, de un mundo post pandemia y superarlos exitosamente? ¿Quién y cómo se pagarán las cuentas,  se financiarán los planes y programas que hagan posible superar los déficits acumulados? ¿Cómo recuperar la infraestructura de servicios que permitan garantizar los planes de desarrollo y modernización que son necesarios de implementar?

La institucionalidad democrática y la economía en  el país ya seriamente y estructuralmente debilitadas antes de la llegada del Covid-19, requiere ante el colapso operativo de la estatal Pdvsa, principal y casi única fuente de ingreso del fisco nacional, de medidas de emergencia nacional, por supuesto las actuales autoridades ejecutivas intentarán, absurdamente, sacar ventajas de esta terrible situación y la polarización aguda del país les facilitara la tarea, pero la reflexión y la preguntas que hay que hacer es sí estás estrategias garantizarán la resolución efectiva de los graves problemas del país, todos los indicadores, resultados y las experiencias anteriores señalan que no. Los que fracasaron en la abundancia no pueden aspirar al éxito en la escasez.

Los expertos, instituciones académicas, los distintos organismos multilaterales en la aplicación de programas de ajustes macroeconómicos, estructurales ofrecen una batería de opciones y posibilidades para que en consenso la mayoría del país, en conjunción con los expertos, la academia Nacionales y organismos internacionales se puedan desarrollar e implementar los diversos programas que reviertan Progresivamente los terribles déficit sociales, políticos, institucionales y económicos que Venezuela padece en la actualidad, pero para ello se requiere cabal comprensión de la dura tragedia nacional y lograr que sectores importantes del país en su conjunto se encamine en la misma dirección o en su defecto no se constituyan en escollos insalvables. Unidad Nacional para el Progreso.

Naciones con gobiernos de orientación ideológica y política similares a la venezolana, China luego de la gran hambruna, el fracaso de la revolución cultural y después de la muerte de Mao pudieron encontrar con éxito el camino del progreso económico aunque no el de la libertad y la democracia. Caído el Muro de Berlín y disuelta la URSS, los rusos construyeron vías menos exitosas en lo económico e igualmente con muchos déficit en las áreas de la libertad y la democracia pero, el Glasnost y la Perestroika representaron una solución a su fracaso político y debacle económico.

Alemania ha logrado la unificación y constituida la Unión Europea, a pesar de sus actuales problemas, numerosos detractores y la salida de Inglaterra de ella es otra opción a considerar con su modelo de economía social y ecológica de mercado.

Pero lo que sí está suficientemente claro y demostrado es que  de continuar el camino trazado en los últimos 22 años, tal vez les permitan garantizar, alcanzar el punto de no retorno y  consoliden el modelo de dominación en el país, pero el proceso de empobrecimiento y destrucción del país continuará inexorablemente.

Los indicadores de pobreza, el nivel de destrucción y rezago tecnológico de las empresas estatales de Petróleo, Gas. Hierro, Acero, Aluminio, entre muchos otros, el insuperable déficit en la prestación de los servicios públicos (agua, electricidad, comunicaciones, etc.) la imparable devaluación e inflación, el deterioro creciente de toda la infraestructura vial, educativa, sanitaria y muchas otras áreas más obligan a la negociación, a la construcción de consensos nacionales que procuren apoyos internacionales. No olvidemos que lo perfecto es enemigo de lo bueno y que la magnitud de la crisis obliga a aceptar sus realidades.

Resistir con madurez, independencia e inteligencia. Reconstruir y  reorganizar. Convertir las dificultades en oportunidades, ampliar y conquistar cada vez más y mejor democracia, profundizar los derechos humanos en el país, masificar las luchas no Violentas. Aumentar  la participación ciudadana, vencer la anomia social. No darnos por vencidos porque entre otras muchas cosas tenemos la verdad y la razón. Yo sí voto el #6DeDiciembre por #UniónProgreso

Ángel Cacique @angelcacique, caciquecatia@gmail.com. O4241685307.

 

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