La Consulta Popular se trata de una estrategia nacional, no de un ciudadano afirmó Robert García

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Robert García, secretario general de Copei, afirma que la Consulta Popular persigue dos objetivos; por una parte, no quedarnos en casa, a propósito del rechazo a participar en las elecciones del 6 de diciembre; por la otra, elevar nuestra voz con mayor resonancia interna e internacional, y decirle a la comunidad internacional, que requerimos el ejercicio de mayor presión, para el rescate de nuestra democracia.

por Enrique Meléndez

¿Cómo están haciendo hoy en día los partidos, que conforman el Frente Unitario, para estimular a la ciudadanía, que se ve muy apática e indiferente frente al tema de la Consulta Popular?

-Nuestra lucha siempre ha sido democrática; pero, lamentablemente, hoy el régimen atropelló nuestros derechos ciudadanos, intervino a las organizaciones políticas, inhabilitó a algunos de sus dirigentes, persiguió a los diputados electos, y eso ha generado una desconfianza en el voto; lo que nos ha obligado a que no podamos participar en las elecciones del próximo 6 de diciembre.

-Ante eso, y entendiendo que nosotros tenemos una gran vocación democrática de movilización y de lucha, se trata de una oportunidad, a propósito de la Consulta Popular de alzar nuestra voz; demostrar que el venezolano no se rinde, que el venezolano no está dispuesto a que su destino, sea el mismo que le pasó a Cuba; que los venezolanos seguimos luchando, y eso lo vamos a demostrar el próximo 12 de diciembre.

-Esta Consulta Popular varios objetivos; porque no es sólo que nos quedemos en la casa, en lo que se refiere a las elecciones del próximo 6 de diciembre, sino que el sábado siguiente salgamos a protestar, pasar a la acción de movilización, y no ser espectadores de eso. En segundo lugar, tiene otro objetivo fundamental: las preguntas, posiblemente, no sean ajustadas para varios entendimientos; pero el objetivo sigue siendo el mismo, y que se refiere al hecho de elevar nuestra voz con mayor resonancia interna e internacional.

-Se trata de una estrategia nacional y no la de un ciudadano; no es un parlamento, y eso no debe menoscabar los derechos de los venezolanos; somos los mismos venezolanos, en forma individual, como una de nuestras responsabilidades, tanto los que estamos aquí, como los que andan por el mundo, elevar nuestra voz, y decirle a la comunidad internacional, que requerimos el ejercicio de mayor presión, para el rescate de nuestra democracia.

¿Eso se podría traducir como una solicitud solapada para una intervención de una fuerza multinacional en Venezuela?

-No, no necesariamente. Hay muchos mecanismos que se han venido adoptando, para que el régimen comprenda que queremos elecciones libres en Venezuela; que queremos unas elecciones presidenciales y legislativas universales. Hay una propuesta incluso de llegar a un acuerdo para un gobierno de emergencia nacional, y que una vez nombrado, pueda encontrarse un cauce en la solución de los problemas.

-No necesariamente tiene que ser la intervención de una fuerza multinacional, cuando hablamos de presión internacional. Hay muchos mecanismos, como los que se vienen implementando; pero lo fundamental es que entendamos que cada semana debemos ejercer la presión necesaria, y que no se produzca ninguna intervención extranjera; para que se logre esa aspiración nuestra a solucionar esta crisis, que estamos viviendo por la vía pacífica y democrática; de modo que podamos volver a una Venezuela donde se garanticen los servicios básicos, más allá de las diferencias políticas.

Se ha visto que por las redes sociales, AD ha iniciado una campaña, llamada a denunciar que le han secuestrado su tarjeta, a propósito de las elecciones del 6 de diciembre. ¿Acaso Copei va a ser lo mismo, con respecto a su tarjeta?

-Totalmente, nosotros incluso arrancamos la campaña con fuerza denunciando; porque sabíamos que genera confusión entre los ciudadano; que nuestra tarjeta había sido secuestrada por el Tribunal Supremo de Justicia; el mismo que persigue a los diputados, el mismo que persigue a la propiedad privada; que persigue a los intereses de los venezolanos.

-Ese mismo TSJ que responde a Nicolás Maduro, decidió intervenir a los partidos políticos, como Copei, Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática, y lo que aspiran es a hacer una gran campaña, para tratar de disimular; a objeto de confundir a la población, y la población perciba que la oposición está participando. Pero que quede claro que esa no es la oposición. Eso son los designados por Nicolás Maduro, y esos son los incondicionales de Nicolás Maduro, y quienes en ningún momento van a luchar, para que se produzca un cambio.

¿Usted cree que el gobierno ha ejercido presión sobre la ciudadanía, a los fines de que acuda a votar el 6 de diciembre?

-Sin duda, el régimen busca de alguna manera coaccionar a la oposición; sobre todo, en el sector de aquellos que reciben una pensión, que reciben los bonos y las cajas CLAP; lo que no es suficiente, dada la situación hiperinflacionaria por la que se atraviesa; pero que, además, es con recursos de los venezolanos; no es que le pertenecen a Maduro ni mucho menos.

-De modo que bajo esa coacción va a tratar de que los ciudadanos tengan que votar, obligatoriamente; para que puedan seguir recibiendo esos beneficios; que son muy pequeños; pero que, no obstante, aunque sean muy pequeño el ciudadano los necesita, y con esta coacción tratan de presionarlo, diciéndole que, si no vota el 6 de diciembre, entonces se les suspenden.

-Por supuesto, el venezolano no participará; como rezan los sondeos de opinión; pero si tiene la oportunidad de participar de la Consulta Popular el 12 de diciembre, lo mejor es no quedarse en casa ese día.

¿Cómo va a ser ese proceso de participación?

-El 7 de diciembre arranca una fase digital, que abarcará todas las redes sociales: facebook, instagram, whastapp, email… Ha varias vías, en ese sentido, para participar. El sábado 12 de diciembre es la jornada presencial en unos centros receptores, que se instalarán, y el que quiera ir a ratificar su participación digitalizada, pues lo hará; pero estos centros se dedicarán a aquellas personas que tienen limitaciones con el uso de la tecnología digital, y los que funcionarán en todas las parroquias de Venezuela.

-De modo que los venezolanos podrán acudir muy temprano en la mañana a expresar su intención y a responder las preguntas, obviamente, que el poder legítimo, que es la Asamblea Nacional, y que son vinculantes, de acuerdo a la Constitución.

¿En caso de que esta Consulta Popular resulte en gran fracaso, acaso no repercutirá también en el liderazgo de Juan Guaidó?

-Como te decía, esta consulta que no sólo la convoca el parlamento, con independencia de Juan Guaidó, sino que, además, se trata de una consulta de carácter vinculante, y la que la comunidad internacional, conformada por 60 países, está observando. Entonces, apostar a que esto no resulte exitoso, no es afectar a uno solo; es a afectar a millones de venezolanos.

-Por eso es que la movilización en Madrid, en Bogotá, en Lima, en Santiago… En todas las ciudades del mundo, donde estén los venezolanos, tienen que movilizarse. Por supuesto, hay limitaciones, porque para poder difundir información acerca de este proceso de la consulta, tomando en cuenta la censura, que ejerce el régimen, y eso ha llevado a que sea muy cuesta arriba.

 

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