La dolarización de nuestra economía es la expresión más concreta del desastre del gobierno en la administración de la Hacienda Pública. Un dólar fuerte y omnipresente en la vida diaria del venezolano, es el resultado de la claudicación del gobierno a su responsabilidad de dirigir la economía del país, es parte integral de una postura: la de dejar que los factores económicos del madurismo asuman la conducción de la economía nacional.
El viernes 20 de noviembre, de acuerdo con el Banco Central de Venezuela (BCV), el mercado cambiario alcanzó una cotización de Bs. 782.025,16 por dólar, un incremento de 51% en tres semanas, mientras que los operadores paralelos (altamente especulativos), se manejaban con una cotización promedio superior a Bs. 850.000, lo cual se refleja de inmediato en la escalada de los precios y el encarecimiento de todas las transacciones de la vida diaria. El gobierno no dice nada, maduro solo se concentra en sus objetivos políticos inmediatos, ni el pueblo ni la economía son sus prioridades.
Hoy día la economía está en manos de los agentes especulativos más rapaces del capitalismo local, un “capitalismo de compinches”1 como definiera el 19 de noviembre el The New York Times a la economía madurista, atrasado, dependiente, depredador, que despoja todos los días al país y al pueblo de sus riquezas y de su trabajo.
La dolarización, así como, su impacto en la economía del país, se refleja en que más del 60% de las transacciones económicas se hacen en dólares, ésto no es producto ni de la página del “Dolartoday”, ni de la “agresión imperialista”, ni mucho menos, de la mala suerte, la dolarización es producto de un conjunto de errores y decisiones del gobierno en la administración de nuestra fuente de economía estatal desde finales de 2013, lo que llevó a la dilapidación de los inmensos recursos de los que disponía el Estado en el inicio del primer gobierno de maduro.
Las decisiones económicas del gobierno, más que atribuirse a la ya legendaria incapacidad de maduro y sus equipos económicos, responden a un planteamiento político de abandonar la orientación al socialismo de la política económica del Presidente Chávez, plasmada en el Plan de la Patria Original2, para retrogradar la economía a un modelo –o antimodelo– de desmantelamiento de la economía estatal y así ceder su conducción a los agentes económicos del capital.
Para entender el origen de la situación que hoy vive nuestra economía, –porque si no se estudia o no se comprende, mal podemos luchar contra ella o tratar de resolverla–, hay que remontarse a las decisiones gruesas que, en materia económica, ha tomado maduro desde los primeros años de su gobierno.
¿Podemos prescindir de la renta petrolera?
La peor decisión del gobierno de maduro ha sido el desmantelamiento de la industria petrolera nacional; y, en consecuencia, el desplome del ingreso fiscal petrolero, que para 2013 significaba el 96% de los ingresos en divisas del país. La realidad de los últimos años, demuestra que Venezuela, país petrolero por excelencia, no puede y no tiene porqué prescindir de la renta petrolera.
Los voceros del madurismo, proclamaron el “fin del rentismo petrolero”, mientras aplaudían o guardaban silencio ante la arremetida del gobierno en contra de PDVSA, un error de cálculo de maduro que le ha costado mucho sufrimiento al país y que será, al final, la causa de su salida del poder. Pudieron más los intereses de los grupos del madurismo y la revancha política en contra del chavismo en PDVSA, que los intereses del país.
Si el gobierno no dispone hoy día de suficientes ingresos en dólares para poder incidir en la economía, es porque, al destruir la industria petrolera privaron al país del ingreso petrolero que, por lo menos durante los últimos 70 años, ha sido el soporte fundamental de nuestra economía.
Ésta es la consecuencia más concreta de la arremetida de maduro en contra de PDVSA y en contra de los cuadros de dirección que estuvimos al frente del sector petrolero durante 12 años, acompañando al Presidente Chávez, con una gestión evidentemente exitosa en el área y en PDVSA, que permitió el desarrollo económico y social del país durante los años 2004-2012, un período revolucionario, de bienestar y del “vivir bien” que ahora resulta lejano y olvidado por todos.
Hoy día no hay producción ni de petróleo, ni de gasolina, ni de gas; no hay exportaciones petroleras; y, en consecuencia, no hay ingresos, no hay divisas. Ésto no es producto, ni del imperialismo, ni del bloqueo, ni de las sanciones, tampoco es culpa de una “conspiración” dirigida desde el exterior, con “agentes” que siguen operando en la industria, ni del terrorismo, ni de la “corrupción” de los gerentes petroleros, como han mentido al país maduro, Diosdado y Tareck.
La realidad, y creo que luego de 6 años de gestión directa de maduro en PDVSA está claro para todo el país, es que maduro subestimó el manejo de la industria, persiguió y encarceló a diestra y siniestra, desvió recursos, colocó a los suyos a desmantelar la industria, hasta que la militarizó y descuajó para entregarla a sus compinches.
Ésto es una realidad aplastante, hoy día, la producción de petróleo es de apenas 367 mil barriles día, una caída de 2,486 millones de barriles día en 6 años que representan un 87,8 % de la producción, lo cual coloca al país en los mismos niveles de producción de 1930, cuando Venezuela era un país todavía semi feudal, con 3,3 millones de habitantes.
Producción de petróleo de Venezuela (2013 – Octubre 2020)
Fuente: OPEP Reporte Mensual de Monitoreo del Mercado, elaboración propia.
El gobierno prescinde así de un ingreso petrolero que, entre 2004-2014 fue de 1,16 billones de dólares, de los cuales, 841 mil millones de dólares correspondieron al ingreso fiscal. Un terrible error, cuyas consecuencias pagamos todos los venezolanos.
En los Estados Financieros auditados de PDVSA correspondientes al año 2013, está asentado que, solo ese año, ingresaron 114.770 millones de dólares a la empresa, aportándose a la Nación 61.390 millones de dólares, entre Regalía, impuestos, FONDEN y desarrollo social, mientras la empresa tuvo 12,9 mil millones de dólares de ganancias.
Señalo estos números, auditados y disponibles en fuentes públicas, para que los venezolanos tengan una idea más clara de lo que significa el petróleo en nuestra economía. Es por ello, que la Constitución3 en su artículo 302, por razones de “conveniencia nacional” reserva esta actividad al Estado Venezolano.
El gobierno de maduro proclamó4, el año 2017, y ratificó5 en 2019, que “el tiempo del modelo rentista petrolero se acabó”, con lo cual justificaba así la debacle de la industria petrolera. A partir del año 2017, con la militarización de la empresa y la pésima gestión de “tierra arrasada” del general Manuel Quevedo en PDVSA, el gobierno abrió la vía para privatizar PDVSA y entregar el petróleo y el gas.
Lo denunciamos en innumerables artículos y entrevistas. Toda la persecución en contra de los trabajadores, el desmantelamiento y debilitamiento de la empresa, tienen como propósito, definido por el madurismo como política, entregar el petróleo y privatizar PDVSA. Lo hicieron y no les sirvió de nada, ni ellos, ni sus operadores y “agentes” privados han sido capaces de levantar la producción petrolera del país.
No hay en Venezuela otra actividad económica que sustituya a la petrolera, ni el saqueo del oro y de otros minerales del Arco Minero, ni la venta del oro monetario del BCV, ni las remesas que envían los millones de venezolanos desde el exterior, ni la venta de empresas estatales, ni la “burguesía revolucionaria”, ni la estafa del “Petro”, ni los “motores”, nada le ha funcionado al gobierno. Ha sido un fracaso en “toda la línea” como diría Chávez.
El paquetazo de maduro
El 28 de agosto de 2018 el gobierno optó por un paquetazo con el que definió su política económica: abiertamente entreguista y profundamente antipopular. La crisis generada por ellos mismos la pagarían el pueblo y los trabajadores. En el marco de un conjunto de medidas monetaristas, donde se trazó el objetivo de “déficit cero”, se creó un nuevo “cono monetario” y se dio luz verde a la escalada especulativa del dólar paralelo, al asumir la tasa del tan defenestrado “dólar criminal” de las páginas especulativas como el nuevo nivel de tasa cambiaria. A partir de allí, con el sistema DICOM, el BCV entró en una competencia devaluacionista que muchas veces supera al tan defenestrado “Dolar Today”, dando como resultado la renuncia a la conducción de la política cambiaria por parte del ejecutivo y su entrega al sector financiero-especulativo del país.
A partir de allí, el gobierno acordó, con la “burguesía revolucionaria”, la liberación de precios y el levantamiento de cualquier tipo de control y regulación del Estado en la fijación de precios. Se desató la especulación, el ajuste de mano de los privados, florecieron los “bodegones”. Si observamos el Índice de Precios al Consumidor de diciembre de 2019, éste se disparó a 10.711.919.274, un incremento de 1,275,987,902% (mil doscientos setenta y cinco millones %) con respecto al Índice al Consumidor del año 2014 de 839,50. Para septiembre de 2020, este indicador del aumento de los precios se ubica en 101.126.220.212, un 844,05% de aumento con respecto al Índice de diciembre de 2019.
Ello quiere decir, señora vicepresidenta y ministra de finanzas, que la inflación no solo existe, sino que se mantiene como hiperinflación, es decir, Venezuela lleva más de tres años con una inflación mayor al 100%. Al día de hoy, se estima una inflación de 1.433%.
La devaluación del bolívar, su destrucción como signo monetario, y la dolarización de la economía, no sólo tienen su origen en que el gobierno de maduro acabó con el ingreso petrolero y con las reservas internacionales, las que hoy día se estiman en tan solo 6.423 millones de dólares, sino en la decisión del gobierno-BCV de liberar el tipo de cambio por encima de lo que indican los factores especulativos del mercado negro.
En el marco de los anuncios del paquetazo de maduro en aquel “agosto negro”, el gobierno anunció la creación de un nuevo “cono monetario”, quitando cinco ceros al Bolívar Fuerte, para crear el “bolívar soberano”. Sin embargo, ese bolívar que en septiembre de 2018 se cotizaba en 62,17 bolívares por dólar, hoy día se cotiza en 782.025,16 bolívares por dólar, una devaluación del 1.257.881,8%, y si lo comparamos con el valor del bolívar fuerte, es decir, con sus cinco ceros, nos encontramos con una devaluación del signo monetario del 125.788.180.000% en sólo 2 años.
Un desastre que convierte el salario mínimo mensual de 600.000 bolívares en tan solo 0,76 dólares, si incluimos el valor del cesta ticket, el ingreso mensual es equivalente a 1,53 dólares al mes, es decir, 0,05 centavos de dólar al día, muy por debajo del umbral de pobreza establecido por la ONU, el cual es de 1,90 dólares día, lo que lleva a más del 96,2% de los venezolanos al nivel de pobreza. Esta situación contrasta con la del año 2012, con el Presidente Chávez, cuando el salario mínimo mensual en Venezuela se ubicaba entre los más altos de la región con 700 dólares al mes6.
Por otra parte, el gobierno no ha dejado de emitir dinero inorgánico, no hay cifras con respecto a la masa monetaria que circula en el país porque el gobierno, en su ejercicio demagógico emite, de manera sistemática, “bonos” de todo tipo, billetes de monopolio, sin valor alguno. Por eso, cualquiera que necesite hacer transacciones de cualquier tipo recurre al dólar, no hay bolívares, no existen denominaciones de billetes en bolívares que le permitan al ciudadano comprar o transar operaciones, el billete de más alta denominación es de 100 mil bolívares y no es suficiente para comprar, ni siquiera, 1 kilo de carne (2.300.000 bolívares), o 1 cartón de huevos (820.000 bolívares), o 1 kilo de pimentón (1.100.000 bolívares).
Cualquier ciudadano, para preservar sus escasos recursos recurre al cambio del paralelo, al dólar para protegerse. Ahora existen dos categorías de venezolanos: la minoría que tiene acceso a dólares y la inmensa mayoría de trabajadores, profesionales o pensionados, que solo perciben bolívares, porque cada día u hora que pasa, son más pobres, sin ninguna posibilidad de satisfacer sus necesidades básicas.
El gobierno ha estimulado esta migración masiva al dólar tanto por las declaraciones del mismo maduro, que hasta llegó a “agradecer a Dios”7 por la dolarización de la economía, sino por las medidas que ha venido tomando el ministerio de finanzas y el BCV, con el fin de permitir la apertura de operaciones bancarias en dólares, cuentas, transacciones y depósitos en dólares.
Entonces, ¿por qué Delcy Rodríguez declara que mantendrán el bolívar?
La vicepresidenta y ministra de finanzas de maduro sostiene, en uno de sus acostumbrados actos de cinismo político, que el gobierno mantendrá y defenderá el bolívar: mantendrán el bolívar sí, pero para pagar sueldos y rematar el país.
El gobierno ha decidido cargar la crisis sobre las espaldas de los asalariados, trabajadores y profesionales, el que no tenga posibilidades de salir del país o recibir dólares de alguna manera, el que solo reciba su salario en bolívares entonces será más pobre con el paso de las horas: trabajadores, ingenieros, profesores, generales, y un largo etc. de venezolanos empobrecidos por la política económica del gobierno, sin acceso al mundo de fantasía del madurismo, ni al hotel Humboldt8, ni a los bodegones, ni a la zona rosa de las Mercedes. El país en bolívares es el país del hambre y la miseria.
El gobierno, dentro de su anuncio de “déficit cero”9 de agosto de 2018, consigna ésta por excelencia de los programas de ajustes monetarios de la derecha, se trazó como meta disminuir, como dice la derecha “la carga laboral”, es decir, sueldos, prestaciones, derechos laborales, beneficios sociales. Por eso, mantener un bolívar devaluado le conviene al gobierno, a la “burguesía revolucionaria” y al capital trasnacional que asiste al remate del país.
Por eso, el gobierno colocó al frente de la empresas del Estado y de la Administración Pública a generales dedicados a reprimir a los trabajadores y llevarse presos a los pocos dirigentes que se atreven a defender los derechos de los mismos, como la detención10, el pasado 18 de noviembre, del dirigente sindical y directivo de la FUTPV Eudis Girot, trabajador que ha venido denunciando el maltrato y la eliminación de los derechos de los trabajadores de PDVSA y como ha sucedido con otros tantos trabajadores y dirigentes en PDVSA, Corpoelec y otras empresas del Estado. El gobierno anti-obrero reprime con fuerza a la clase trabajadora y le arrebata sus derechos para así reducir “la carga laboral” y el “déficit fiscal”.
Pero; por otra parte, el gobierno usa la denominación en bolívares para rematar las empresas del Estado. En el marco de la muy entreguista “Ley Anti Bloqueo” el gobierno ofrece a precios de “gallina flaca”, es decir, en bolívares devaluados, tierras, empresas y actividades estatales. Es la gran rebatiña.
En este momento, “los agentes del gobierno” o cualquier aventurero, con poco capital –provenga éste del narcotráfico, de los Bolichicos, de la corrupción, de los agentes del madurismo– compran, a precios de remate, el país entero.
Todos los sectores están afectados por la dolarización estimulada por el gobierno. Una claudicación a la soberanía económica, que nos coloca a la cola de lo que se decida como política monetaria en los EEUU, sin tener ni las fortalezas ni los intereses de sus agentes económicos.
El gobierno ha despojado al país de su soberanía económica, de su industria petrolera, de su signo monetario, del Bolívar, ha despojado a la economía nacional de cualquier posibilidad de salir de esta crisis, la cual sigue afincada sobre las espaldas y las tumbas de los trabajadores, de los asalariados, del pueblo. El madurismo entregó a Chávez y a Venezuela por un puñado de dólares.
Referencias bibliográficas
- Defendieron la revolución de Venezuela. Ahora son sus víctimas, New York Times, 19 noviembre 2020.
- Propuesta del candidato de la Patria Comandante Hugo Chávez para la Gestión Bolivariana y Chavista 2013-2019, SITEAL UNESCO, 2013.
- Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, SITEAL UNESCO, 1999.
- Nicolás Maduro dice que «se acabó» el rentismo y el cadivismo, Descifrado, 23 marzo 2017.
- Maduro afirma que “el tiempo del modelo rentista petrolero se acabó” en su país, Xinhua Español, 19 septiembre 2019.
- Resumen de Indicadores Sociodemográficos, Instituto Nacional de Estadística INE, diciembre 2012.
- Nicolás Maduro: “Gracias a Dios existe la dolarización”, Infobae, 17 noviembre 2019.
- Fiestas y tragos dolarizados en el hotel Humboldt: el reflejo de una Venezuela de contrastes, El Diario, 14 noviembre 2020.
- Gobierno busca déficit fiscal cero, pero no frena su financiamiento, Banca y Negocios, 21 agosto 2018.
- Funcionarios de la Dgcim detienen a sindicalista petrolero Eudis Girot, Tal Cual, 19 noviembre 2020.