Uno de los temas planteados por los candidatos y voceros oficialistas en las elecciones fraudulentas del 06 de diciembre, gira en torno a su soñado y macabro proyecto de Estado Comunal, conectado a la propuesta del Parlamento Comunal como visión del poder legislativo del Régimen, para quien la constitucional Asamblea Nacional es un estorbo en los planes soterrados de secuestrar las instituciones democráticas y convertir la CRBV en jarrón chino.
Las macabras intenciones no son nada nuevas. Para quienes hemos venido trajinando el tema del corporativismo de deriva autoritaria desde el año 2000, este se materializó con sus primeros zarpazos a través del Referéndum Sindical de diciembre de ese año, con el que se disolvió a las centrales sindicales mediante una votación contra natura del electorado venezolano; es decir los 20 millones del REP decidiendo suspender a directivas sindicales nacionales y regionales, aun cuando votara un exiguo 3%. Esta decisión del régimen chavista inexplicablemente fue apoyada por algunos sectores opositores, quienes creyeron que con este acto estatista interventor se renovaría al cuestionado sindicalismo venezolano.
Semejante felonía contra la libertad sindical tuvo su antecedente en otra dictadura, mediante el Decreto 56 de la Junta Militar de Gobierno firmado el 25/02/1949 por Delgado Chalbaud, Pérez Jiménez y Llovera Páez, que disolviera a la CTV y a sindicatos nacionales y regionales. (Tomo I Congresos de la CTV, pág. 362)
Luego en 2006 con la promulgación de la ley de los Consejos Comunales (CC) se inició la ofensiva gubernamental contra el poder municipal, creando estos organismos paralelos a las juntas parroquiales que teniendo rango constitucional fueron fulminadas, sin que surgiera oposición alguna en su defensa, salvo la planteada por los propios integrantes de estos organismos locales abandonadas incluso por el TSJ. Fue tal el desparpajo que los legisladores municipales opositoras incorporaron la figura comunal en las ordenanzas, haciéndole un guiño al régimen, ya que estos estos entes no figuran en la CRBV
En 2007 La posición firme de la sociedad civil y del movimiento 2D, impidió la pretendida reforma de la Constitución en el referéndum constitucional de ese año, promovida desde el Ejecutivo bajo la propuesta de la nueva geometría del poder, la reelección indefinida presidencial y la instauración del poder comunal, lo que detuvo temporalmente la ofensiva gubernamental de suspender definitivamente la Carta Magna.
Esta derrota del proyecto dictatorial no detuvo al presidente Hugo Chávez en su objetivo de imponer la reelección indefinida. Para lograrlo extendió la competencia del mandato indefinido a alcaldes y gobernadores, la cual fue aprobada con apoyo de sectores de la oposición en un nuevo referéndum realizado en febrero 2009. Todas estas tropelías acompañadas de Leyes Habilitantes abusivas que le otorgaban al Ejecutivo competencias en el control absoluto del territorio nacional, mediante la designación de autoridades paralelas donde la oposición ejerciera mandatos regionales y locales.
En 2010 el descaro se consuma con la aprobación inconstitucional de las Leyes del Poder Comunal, en el contexto de una Asamblea Nacional electa en septiembre de ese año donde el oficialismo había perdido la mayoría absoluta, extendió la gestión de la Asamblea Nacional electa en 2005 que, si registraba más de 2/3 de votos, para así imponer un rosario de leyes comunales que servirían de marco jurídico al trasnochado Estado Comunal en ciernes.
Finalmente, en 2015 al lograr la población venezolana un triunfo arrollador con el voto masivo por la MUD opositora, pudo haber sido la oportunidad para desmantelar definitivamente el proyecto corporativo de estado vertical, mas no fue así. Se perdieron 5 años en aventuras y desventuras de una gestión legislativa que no supo afrontar la cita con la historia que el pueblo esperaba.
Hoy, la tiranía prepara el escenario labrado previamente por una farsa de Asamblea Constituyente electa en 2017, y por elecciones fraudulentas que designaron desde 2018 a presidente, gobernadores y alcaldes con sus respectivos órganos legislativos, preparándose mediante el fraude del próximo 6-D 2020, a perpetrar un fiasco de poder legislativo, orientado a imponer un estado cuyos antecedentes son los peores de la historia en el siglo XX, los estados fascistas que asolaron a Europa, incluida la vivencia soviética, en Libia con el libro verde de Kadafi, la idea Suche de Corea del Norte y en América Latina con el castroestalinismo en Cuba.
En definitiva, convertir en una caricatura a la Asamblea Nacional para sustituirla por un remedo denominado Parlamento Comunal, cuyos integrantes sean electos por organismos controlados por la tiranía, es el resultado final para convertir a Venezuela en rehén de sus malvados objetivos.
En esta encrucijada histórica las reservas morales y democráticas deben congregarse a fin de producir un cambio fundamental, hacia una dirección política capaz de enfrentar tamaño reto de refundar la nación, en este objetivo el liderazgo político opositor debe renunciar al monopolio de representación, y abrir las compuertas a que otros sectores de la vida nacional, participen con peso específico en el destino de la Venezuela que queremos.
Movimiento Laborista