Rafael Ramírez: La defensa de los sobrinos se pagó con recursos de Pdvsa

Compartir

 

Maduro, mientes de nuevo. A mí ni me protegiste, ni hubo solidaridad automática, creo que te refieres a tu protección y solidaridad automática con los sobrinos en Nueva York

A Nicolás Maduro como que la jugada electoral se le está complicando cada vez más. Creo que está desesperado; por un lado, ante la baja participación popular proyectada en su componenda; y, segundo, porque la tarjeta del PCV avanza en el poco espacio que deja esta farsa.

Ayer, otra vez, arremetió en mi contra, me insulta y descalifica. Eso se llama incitación al odio, abuso de poder, violación a mis derechos fundamentales, tales como, el derecho a la defensa, a la presunción de inocencia, a la imagen, a la personalidad, al decoro, solo por senalar los más evidentes. Sigue Maduro, mientras más desesperado más miserable, insultándome cada vez que puede. Todo ello, aprovechándose de su poder y de las herramientas del Estado, aun las que no le corresponden, Es un ataque absolutamente desproporcionado. Qué peligroso y tristemente patético a lo que ha llegado este personaje.

En esta ocasión, Maduro reivindica al mismísimo Freddy Guevara, el jefe de las “guarimbas”; y declara que, ante las infames acusaciones en mi contra del entonces presidente de la Comisión de Contraloría, Freddy Guevara, en la Asamblea Nacional, en febrero de 2016, “ellos” (se entiende que se refiere a los 6 que manejan el país),  decidieron protegerme y mostrar solidaridad automática, y eso, para variar no es verdad. Es otra mentira gigantesca

Lo primero que debo decir, es que el madurismo nunca me defendió ante esos ataques infames de la oposición y mucho menos activó una “solidaridad automática”, como afirma este miserable.

La única protección y solidaridad con la que yo he contado durante todo mis años al servicio del Estado fue la del Presidente Hugo Chávez, por eso me tuvo 12 años consecutivos a su lado en las carteras más sensibles de la economía nacional: el Ministerio de Petróleo y PDVSA.

A la infamia de Freddy Guevara y al silencio del madurismo en la Asamblea Nacional, le hice frente con la ley ante el TSJ, quien emitió una sentencia a mi favor.

Lo segundo es que jamás he estado protegido por el gobierno de los EE.UU., tampoco soy multimillonario, ni millonarios, ni vivo en un “Palacete”.

La denuncia de la Asamblea Nacional.

La verdad es que, cuando la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, presidida por este diputado de la oposición extrema, quien meses después se hiciera el jefe de la guarimba integrada por los más furiosos diputados antichavistas de entonces, anunció una “investigación” en mi contra, el 17 de febrero de 2016, yo ejercía como  Embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York; es decir, estaba fuera del país.

En cuanto me enteré de las falsas acusaciones, solicité volver al país para presentarme ante la Asamblea Nacional y hacerle frente a las mismas, pero Maduro no lo autorizó, afirmando que no lo podía hacer porque “el gobierno NO reconocía a la Asamblea”, agregando, “defiéndete tú mismo”.

Me di cuenta de inmediato, que toda la operación de linchamiento moral en la Asamblea Nacional, era parte de un acuerdo entre el madurismo y la extrema derecha para aniquilarme políticamente; por lo cual, el madurismo, no haría nada.

El show en la Asamblea Nacional se desarrolló sin que los diputados del PSUV fueran a la sesión. Es decir, Maduro le ordenó a los diputados del psuv no presentarse ante la sesión de la asamblea, ni me defendieron, ni dijeron nada en defensa de chávez. Sencillamente, no fueron.

Recuerdo que cuando reclamé al entonces jefe de la fracción parlamentaria del PSUV, el hoy gobernador de Miranda Héctor Rodríguez, éste, avergonzado, me dijo que recibió “instrucciones” de no ir al debate. Héctor es testigo de lo que digo.

Lo que todos vimos en esa plenaria de la Asamblea Nacional, fue un aquelarre de la oposicion más extremista y golpista, quienes procedían a un linchamiento político del Ministro de Petróleo del Presidente Chávez por 12 años consecutivos, en una sala donde NO HABÍA NI UN SOLO DIPUTADO DEL PSUV. Fue un acto grotesco.

Lo triste de todo esto, es que, Freddy Guevara realmente arremetía contra Chávez y nuestra política petrolera, centrando su ataque en mi persona, como la figura más cercana del Presidente Chávez y responsable de la gestión de la Plena Soberanía Petrolera.

La protección y la solidaridad automática.

Donde sí funcionó la protección y solidaridad automática de la que hoy habla Maduro, fue en el caso de los sobrinos, capturados en Haití en el marco de una operación encubierta de la DEA contra el tráfico de drogas y llevados a los EE.UU., a la ciudad de Nueva York, donde fueron enjuiciados y condenados por narcotráfico.

En la Asamblea Nacional, cuando la oposición llevó ese caso a debate por las obvias implicaciones o relaciones del mismo con la pareja presidencial, la fracción parlamentaria del PSUV recibió la “orden” de que todos sus diputados tenían que estar presentes en el debate para salir a defender a los sobrinos de Cilia Flores, que se produjo paradójicamente al poco tiempo de la Sesión desarrollada en mi contra a la que no podían asistir ¨porque no reconocían a la Asamblea Nacional¨. Allí sí hubo protección y solidaridad automática.

Pero además de eso, Maduro ordenó a PDVSA otorgar un contrato millonario, cerca de 100 millones de dólares, al empresario Wilmer Ruperti, para que éste, a su vez, se hiciera cargo de costear la defensa de los sobrinos Flores. Es decir, la defensa de los sobrinos, luego condenados por narcotráfico, se pagó con recursos de PDVSA, con recursos de todos los venezolanos.

Se atrevieron incluso a utilizar el personal y los limitados recursos del hoy clausurado Consulado de Venezuela en Nueva York, para ponerlos a disposición de los sobrinos, lo cual es además, un delito de peculado de uso a todos los niveles del Estado.

La Actuación del TSJ.

Luego fui víctima de un intento de extorsión por parte de los diputados de la Comisión de Contraloría, pidiendo dinero para negociar su investigación, y asqueado de lo que estaba sucediendo en la esfera política del país, donde los factores del madurismo negociaban mi persona con la oposición, porque quemarme políticamente era una jugada ganadora para ambos: el gobierno me deslegitima y la oposición se endosa esto como un logro. Ambos bandos tienen un mismo fin: defenestrar al Ministro de Chávez, responsable de llevar adelante la política de Plena Soberanía Petrolera, mantener la producción de petróleo y a la empresa como la quinta más importante a nivel mundial,  y utilizar la renta petrolera en beneficio del pueblo.

Dándome cuenta de que, desde el PSUV no harían nada por defenderme en el debate parlamentario, ni que yo tendría la oportunidad de presentar mis alegatos ante la Asamblea Nacional, fue entonces cuando decidí recurrir ante una instancia, todavía en aquel entonces imparcial: el Tribunal Supremo de Justicia.

El 28 de septiembre de 2016 interpuse ante el Tribunal Supremo de Justicia una demanda de nulidad por razones de inconstitucionalidad conjuntamente con solicitud de medida cautelar innominada, en contra de las actuaciones y falsas acusaciones esgrimidas por la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, para que fuese considerada por la Sala Constitucional de la Máxima Instancia judicial del país.

El 4 de octubre de 2016, el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Plena, designó ponente del caso a la Magistrada Gladys María Gutiérrez Alvarado, Presidenta entonces del Máximo Tribunal de Justicia.

El 25 de octubre de 2016, la Sala Constitucional, mediante sentencia nº 893, admitió la solicitud de nulidad interpuesta por mí y el 4 de febrero de 2017 la Sala Constitucional de entonces, emitió sentencia con lugar en relación al fondo del caso, la cual invito a leer, decisión favorable a mis alegatos, en la cual se admite la solicitud de nulidad por inconstitucionalidad de todos los actos y declara inconstitucional las actuaciones de la entonces Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional.

En esta se decidió textualmente:

Procedente la presente demanda de nulidad por razones de inconstitucionalidad, conjuntamente con solicitud de medida cautelar innominada, contra los actos realizados en el marco de la investigación aprobada por la plenaria de la Comisión Permanente de Contraloría de la Asamblea Nacional, el 17 de febrero de 2016, que se reflejan en las comunicaciones suscritas los días 5 y 21 de abril de 2016 por el Presidente de la referida Comisión, con ocasión de supuestas irregularidades ocurridas en la empresa Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA), durante el periodo comprendido entre los años 2004-2014, en el que el accionante Rafael Darío Ramírez Carreño se desempeñó como presidente de la mencionada persona jurídica; y, en consecuencia:

Que carecen de validez y eficacia jurídica los actos realizados en el marco de la investigación aprobada por la plenaria de la Comisión Permanente de Contraloría de la Asamblea Nacional, el 17 de febrero de 2016, … ; así como, también carecen de validez y eficacia jurídica los actos derivados de aquellos, incluyendo las referidas notificaciones.

Se ordena al Presidente de la Comisión Permanente de Contraloría de la Asamblea Nacional y a los demás diputados o diputadas que también pudieren tener responsabilidad por los hechos evidenciados en esta sentencia, acatar el orden dispuesto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cuya vigencia y eficacia será protegida de manera irrestricta por este Máximo Tribunal de la República, en tutela del Pueblo venezolano y de los intereses de la Nación.

Entonces nicolás, no fuiste tú.

Ni tu “protección, ni tu solidaridad automática” lo que me permitieron hacer frente a la infamia de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, fue una decisión en Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, la Máxima Instancia legal del país, que creó autoridad de cosa juzgada por lo que, por si acaso, cualquier otra maniobra pseudo jurídica que pretendas inventarte, no podría revocarla, independientemente del Poder Público que intentes usar para ello (Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Ciudadano, Electoral);  pues, la misma, es decisión firme y definitiva y no puede ser extinguida por tribunal alguno. Eso es doctrina además en todos los organismos de protección internacional de los derechos humanos, más aún, en los jurisdiccionales.

Y que, además,    pareciera que no lo sabías, dicha sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, se pronuncia sobre todos y cada uno de los supuestos casos presuntamente investigados con posterioridad por tu valiente fiscal, quien, cumpliendo tus inmediatas órdenes, no se dio a la labor de identificar que todo aquello que me quieren imputar, había ya sido sentenciado; y que,  obviamente, por haberlo sido bajo un Poder Judicial de verdad, la decisión fue a mi favor.

Lo he dicho, el madurismo está dispuesto a hacer lo que sea para mantenerse en el poder, entregar y destruir al país. Maduro es un traidor que se ha propuesto como prioridad política desmantelar al chavismo,  y perseguirnos a los que estuvimos o mantenemos en alto las banderas de Chávez, todo a través de una política permanente y continua de violacion de los derechos humanos del pueblo,  para destruir nuestra política de Plena Soberanía Petrolera y entregar nuestro petróleo e instaurar en el país este desastre de sistema opresivo y explotador. Este “capitalismo de compinches” como lo señala el New York Times.

El madurismo ejecuta la entrega del país, y para eso miente y abusa de su poder, encarcela, exilia, tortura y mata. Nosotros, seguimos luchando, en todos los ámbitos, más temprano que tarde, con la verdad, junto al pueblo, daremos al traste con su infame gobierno y recuperaremos el país para beneficio de todo el pueblo venezolano.

 

Traducción »