El 6D como farsa electoral es una treta del postchavismo, militarista y golpista a los dos grupos confrontados del sistema político venezolano que, haciendo uso supuestamente de la política, han generado de una manera arbitraria, previas negociaciones, un cambio en el Ambiente Político Real creando una expectativa alrededor del hecho electoral. La abstención electoral cierta, definitiva y crítica del 6D no tiene una explicación única, pero sí puede afirmarse que la maniobra irracional encubierta por normas, procedimientos y grupos interesados muestra una abstención activa. Abstención activa causada por la inmiseración, el militarismo perverso y una guerra psicológica acompañada por organizaciones políticas llamadas organizaciones partidistas que nada saben de política, mucho menos de ética.
La abstención del 6D no tiene nada de opaca, así lo verifican los resultados numéricos que los objetivan las angustiosas órdenes reclamando traslados y presencia de posibles votantes, que se negaron a obedecer los demócratas -a los operadores de última hora- demostrando el mismo día del hecho electoral la enormes abstención. Vergüenza y desprecio por quienes aún se imaginaron que el postchavismo como gobierno de calle y gobierno militar de calle podría motorizar la insatisfacción y el rechazo que sienten que fue el origen y causa de tan brutal abstención del 6D. La abstención demostró como reacción o mecanismo opaco, que rechazó la más grotesca expresión del cubanismo, instrumentado por ignaros de la política, asentados en una cuerpo armado que nada tiene que ver con el estamento militar de la nación.
El 6D como farsa electoral mostró una abstención que creció en lo inmediato a la Resistencia Civil. Resistencia civil como desobediencia al gobierno postchavista y a la desideologizción, la vacuidad e inutilidad de la fanfarria comunicacional de una masa dirigente que ya no tiene espacio en Venezuela. Un gran escepticismo crece en los venezolanos, ya demostrado en estas supuestas elecciones que dibujan en la política doméstica un momento crítico. Momento crítico en el cual quienes se entiendan como ciudadanos demócratas, tendrán que diseñar, activar y proceder en búsqueda de una democracia a través de Movimiento Político Democrático para detener la direccionalidad a la usurpación. El resultado del 6D irradia, también, el 91% de venezolanos desde el 14-A reclamaron el cumplimiento de la Constitución vigente, siendo ya tiempo para detener en los dos nuevos momentos electorales a la barbarie socialista, cubana, militarista y autoritaria.
El 6D tiene un mensaje para los demócratas, una propuesta: No privarse en el ambiente político real electoral impuesto desde ya, sino accionar conciliando una conceptualización política democrática para que un liderazgo político emergente, debidamente preparado y sabio, colme de política al país, a la nación y a la sociedad. Fomente en la vía pública –haciendo uso del derecho legítimo votar- un entramado de poder democrático para la elección de los gobernadores y los alcaldes. El 6D como expresión brutal y arbitraria devenida del militarismo, se ha transformado y se exponenciará como ejercicio de la política, mediante la acción de un Movimiento Político Democrático que, ejerciendo la democracia, pueda ubicarse como poder en el municipio y en los estados. El 6D se transfigura, entonces, en un momento en el cual los demócratas deben crear Corriente de Participación Activa en la cual el ciudadano visibilizado como político, además de los prohombres, mostrará la venezolanidad, exigirá las condiciones universales necesarias y defenderán sus derechos a hacer política para construir la república.
La Corriente de Participación Activa reconoce desde ya que todo gobierno político tiene que hacer política, asumida como el conjunto de ejecutorias enmarcadas en la Constitución y las leyes, que además desarrolla una actividad en la cual se Concilian Intereses Divergentes, pero ello está abrazado a la ética utens y a la ética docens, van desde la confianza y responsables por el respeto a la acción política. La Corriente de Participación Activa apunta a la democracia, entiéndela como aquella ecuación donde le individuo está por encima dela comunidad y del Estado. Conciliar Interese Divergentes significa atarse a la ley y jamás al capricho ni al grupalismo. El desarrollo y éxito de la Corriente de Participación Activa surgida de la mutación del 6D nos lleva a una conclusión simple: No habrá actitudes, menso acciones, en la Corriente de Participación Activa que se desliguen de la política, la subestime o menosprecie como lo ha hecho el régimen socialista derrotado en Venezuela desde los últimos 20 años hasta la farsa electoral del 6D.
La abstención del 6D desnuda a un régimen oprobioso y oportunista que, lleno de angustia y mostrando su pavor adireccionado, cree que podría instrumentalizar los próximos momentos electorales. Los momentos electorales del 2021 tienen ya una consecuencia que impone comprender que el espacio de acción política es la política doméstica, en el cual el prohombre y la ciudadanía harán valer la política con deliberación y decisión. Deliberación y decisión que surge como un aprendizaje del resultado de la farsa electoral, sobre todo de la inteligencia, agudeza y capacidad de la masa democrática para recuperar la república, que es recuperar a Venezuela de un caos. Además de una manto de vergüenza hemisférica y mundial del cual es responsable el gran derrotado del 6D… el postchavismo.
La Corriente de Participación Activa está constituida por todos los ciudadanos demócratas que tienen como reflejo natural la democracia, y como fuerza espiritual el anhelo por construir la república que han destrozado los socialistas como bocas de fuego, más una corrupción exponencial y una enorme cobardía como grupo antipolítico. El nuevo ambiente político real reta a la locura, a la ignorancia, a la corrupción a los violadores de la Constitución y las leyes para imponer la Decencia Política. La decencia política que vendrá por vía de la participación política contendiente, para crear los nuevos gobernadores y alcaldes que, como líderes políticos ciertos ya como resistencia civil generada el 6D, se convertirán en el gobierno de la mayoría de los demócratas dejando arrinconado al régimen en el Palacio de Miraflores, donde ubicados físicamente, son la muestra histórica de la corrupción y la antipolítica en pleno siglo XXI.