Día de Santa Inés, Patrona de Cumaná

Compartir

 

La Doncella Mártir

Los indígenas en su afán de defender su territorio formaron una coalición de las tribus de los alrededores, y con más de 600 hombres atacaron la ciudad de Cumaná, en la madrugada del 21 de enero de 1572. La hazaña la iniciaron lanzando una lluvia de flechas sobre la ciudad. De pronto, empieza a producirse paulatinamente un eclipse total de sol y todo se va oscureciendo, lo que obliga a los aborígenes abandonar despavoridos el escenario de la batalla, creyendo que sus dioses estaban molestos por la acción acometida.

Los españoles, mestizos e indios adoctrinados residentes en Cumaná, quienes no tenían la suficiente capacidad para el momento de repeler la arremetida de los aborígenes, atribuyeron el fenómeno a un milagro que produjo la Santa Inés por ser ese 21 de enero su día. Desde ese entonces la venerada mártir es la Patrona de Cumaná.

Quién fue Santa Inés

Santa Inés nació en Roma, y ha sido catalogada por la iglesia católica como Patrona de la Pureza; es una de las figuras religiosas más reconocidas y populares. Esta valerosa niña de apenas trece años entrego su vida a Dios.

Santa Inés era una de las adolescentes más codiciada por los jóvenes de las familias más importantes de Roma, pues su riqueza y belleza eran anheladas por aquellos que competían por su mano. Sin embargo, Inés les contestaba a todos que había ofrecido su virginidad a un esposo celestial.

Al pasar los años fue juzgada y sentenciada a vivir en un prostíbulo, donde, milagrosamente permaneció virgen. Según las actas de su martirio, aunque fue expuesta desnuda, los cabellos le crecían de manera que tapaban su cuerpo. El único hombre que intentó abusar de ella quedó ciego, pero Inés lo curó a través de sus plegarias. Más tarde fue condenada a muerte, y, cuando iba a ser decapitada, el verdugo intentó que se retractase a lo que ella respondió: “Injuria sería para mi esposo que yo pretendiera agradar a otro. Me entregaré sólo a aquél que primero me eligió. ¿Qué esperas, verdugo? Perezca este cuerpo que puede ser amado por ojos que detesto”. Estas fueron las últimas palabras dichas por la joven mártir.

 

 

Traducción »