A mediados de esta semana recibimos una muy buena noticia. Y es que el Banco Central de Venezuela (BCV) redujo de 93% a 85% el encaje legal.
Aunque mantiene en 31% el encaje para las captaciones en divisas extranjeras, la medida es positiva.
Se trata de una petición largamente acariciada por la banca y los sectores de la economía.
Esta rebaja de 8% en el volumen de los depósitos que los bancos deben congelar en el BCV, representa un alivio para la crisis de liquidez que tienen los bancos.
De hecho, recientemente conocimos que, por ejemplo, algunas instituciones bancarias han limitado el envío de remesas de venezolanos en el exterior, por el problema de liquidez.
Por ello, esa rebaja de 8% es positiva, aunque sigue siendo muy alta, en comparación con estándares internacionales. Un encaje legal tan alto limita la expansión del crédito.
Hemos repetido que el crédito es básicamente la base de la recuperación de la economía. Pero, esa rebaja en el encaje es un comienzo.
En el caso de los bancos microfinancieros, la resolución del BCV prevé que aquellos que tengan una intermediación mínima de 50% deberán mantener un encaje legal mínimo de 40%.
Sabemos que la decisión se toma porque la banca ya tiene tres semanas consecutivas con saldo negativo de reservas bancarias excedentes.
Es más, el déficit asciende a 80 billones de bolívares en los sistemas de banca universal y microfinanciera. Con esta disminución del encaje de 8 puntos, habrá una liberación de recursos de unos 40 billones de bolívares.
Con esta cantidad, se puede cubrir el déficit actual.
El Ejecutivo debe tomar otras medidas como dar prioridad a los productos nacionales por encima de los importados y no retomar el control de precios, como se ha anunciado en los últimos días.
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