José Machillanda: Participación activa y resistencia civil

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El aturdimiento que sufre el socialismo militarista después del 6D y su conexo 12D, fuentes de la resistencia civil de la venezolanidad democrática, es tal que durante todo el mes de enero ha sido incapaz de desarrollar una acción política, que oriente el desenvolvimiento de la república según la Constitución vigente. En consecuencia, la Corriente de Participación Activa, que muéstrese como resistencia civil, ha venido desarrollando la iniciativa para construir una respuesta política, propia de la invención de la política para, como una irrupción social nacional legítima, reponer y ordenar a una masa social de venezolanos importantísima, que está dispuesta haciendo vida ciudadana y de espaldas a la antipolítica lograr la transición política de la república.

El aturdimiento del régimen -torpeza política que muestra carencia de recursos y falta de serenidad- lo convierte un actor repetitivo, repugnante, confundido que sólo como actos antipolítico sigue empleando el engaño de su grotesca estructura de gobierno, para perseguir, encarcelar y maltratar al venezolano. El aturdimiento lo lleva a darle preeminencia a la violencia de espaldas a la sociedad. Es pánico lo que demuestra el régimen, que permite que se reconozca a este disfraz de proyecto, que ya no sabe cómo mentirle a la Venezuela democrática, valiente y capaz que hoy se muestra como una Corriente de Participación Activa. Participación activa para reponer la democracia en Venezuela, ello crecerá y animará a todos los venezolanos de bien, asqueados de este militarismo ocioso y cobarde.

La venezolanidad democrática como resistencia civil, haciendo política, política horizontal distante del partidismo, participación política incluyente creativa, con nuevas formas de coaliciones, con nuevos contenidos político-sociales le permitirán nuevo contenidos y activar un renacimiento de la política, en el cual la ley, la tradición y la ética estarán por encima la verticalidad, la sumisión y el grupalismo. Nuevas coaliciones y formas de agrupación política para compartir el poder y reiniciar un futuro de la república, totalmente contrario al revolucionarismo perverso y retrógrado, que ha puesto a la república en la desesperación y permanente conflicto.

La política será en base a convocatorias, comunicaciones históricas, acercamientos sociales, encaminados todos por la ciencia y amparados en el poder legítimo, ajustado a la Constitución. Será un hacer político por convicción y dará a pie a la transición política, que será entendida por todos y cada uno de los actores y ciudadanos que aspiramos la democracia. Saldremos del pantano de las palabrerías, de la improvisación. En cambio, se abrazará a la política, la geopolítica y, sobre todo, se respetará la historia. Ese desarrollo impactará por igual a cualquier grupo social que apunte al éxito y a la democracia. La política que se desarrollará desde esas acciones será dirigida por la Corriente de Participación Activa que, como una práctica permanente y continua del realismo, definirá formas, foros y estructuras que mostrará el virtuosismo de la venezolanidad.

La política que desarrollará esa estructura surgida de la resistencia civil le asquea la desocupación, el conflicto, el desempleo, el ladronismo, es decir todo cuanto destruye, por cuanto la política se apoya en la construcción, la iniciativa, el mejor ciudadano para los mayores logros de la república y su propio beneficio. Es tiempo de política… después de 20 años de antipolítica y por lo menos 45 años de conspiración, como consecuencia y responsabilidad de cúpulas partidistas y militaristas, comparsa responsable de lo que se conoce como huerco organizacional militar. Hueco organizacional que defiende el absurdo del Estado Cuartel, vergüenza y desgracia para la historia político-militar de Venezuela en el siglo XXI.

La Corriente de Participación Activa es el camino y el ejercicio y reconstrucción de un país, sociedad e instituciones asaltadas, manipuladas por operadores y grupos de espaldas a la historia, la sociología y moralidad del venezolanismo. Fueron y son grupos simplistas, que desconocen la tesis de la decencia en y del gobierno, pero más grave aún, nunca reconocieron los tres discursos que los acompañan como raza. Son los ignaros que se tragó el revolucionarismo, por ello convirtieron a la república en un espacio donde la explosión violenta y adireccionada los puso en el poder, pero un poder entendido como fuerza. La respuesta que crece que después del 6D y 12D es una respuesta de convicción profunda general de lo que es la venezolanidad, de lo que significa la política por lo cual se logrará desplazar el revolucionarismo, que se alimenta de la ignorancia y la rebelión. Será, entonces, un gran cambio que afectará a la mayoría de demócratas después de la farsa electoral, que hoy ya se entienden como una Corriente de Participación Activa.

La venezolanidad será la propulsora de la reinvención de la política en Venezuela, de la política como la gran orientación para arribar a la democracia, que requiere cultura política y estabilidad necesaria para establecer el orden y el cumplimiento de la Constitución y las leyes. Los venezolanos después del 6D y 12D se niegan a seguir verificando lo ocurrido el año 2020, en consecuencia a partir de 2021 será necesario no ver más la miseria exponencial y estimular el crecimiento de la venezolanidad. La venezolanidad ha dicho presente y lo político no será más trivial, ni se confundirá con los colores, ni con el partidismo o el simplismo que hasta el 6D venía afectando a la sociedad. La sociedad ha mostrado su responsabilidad por la política, está presente y dispuesta para la reconstrucción de la república democrática. ¡Manos a la obra! Ese es el qué… cada uno de los demócratas definirá el cómo.

 

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