Perú movilizó sus militares a la frontera con Ecuador para controlar a los migrantes venezolanos

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Unidades blindadas del Ejército de Perú se dirigen a la frontera con Ecuador en apoyo a la Policía Nacional para controlar el acceso de migrantes.

El operativo se presenta días después de que la Policía Nacional peruana anunció la detención de al menos 500 inmigrantes, en su mayoría de nacionalidad venezolana, que intentaron ingresar a Perú de manera ilegal. Las autoridades militares peruanas señalan que la presencia de las unidades en la frontera con Ecuador se llevó a cabo con la coordinación de la Fuerzas Armadas ecuatorianas.

“Se decidió reforzar las medidas de control y se continuará durante los siguientes días con las medidas pertinentes para el bloqueo de ingreso de inmigrantes ilegales”, dijo el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas peruanas.

En Tumbes, región fronteriza ubicada a 1.280 kilómetros al norte de Lima (capital del país) y uno de los principales pasos para cientos de venezolanos que ingresan a Perú, medios locales informaron sobre la presencia de vehículos blindados en las principales calles.

El plan contempla, además de las unidades blindadas, el despliegue de vehículos patrulleros y de más de 1.200 efectivos militares que serán desplazados hasta unos 30 pasos ilegales detectados en la zona por las autoridades.

Según las fuerzas militares de Perú, el operativo, además de controlar la inmigración ilegal, busca evitar otros fenómenos fronterizos como el contrabando o el crimen.

Días atrás, César Astudillo, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Perú, participó en una reunión con su homólogo ecuatoriano, general Luis Lara Jaramillo, en el punto fronterizo entre Aguas Verdes y Huaquillas, donde las dos partes hablaron de los problemas fronterizos.

De acuerdo con la agencia de noticias EFE, que cita fuentes consultadas, por el momento no está previsto el despliegue de unidades militares ecuatorianas en la frontera.

Migración constante a pesar del cierre de fronteras por el Covid-19

En marzo de 2020, la frontera entre Ecuador y Perú fue cerrada como una medida para evitar la propagación del brote de Covid-19 y aún no ha sido reabierto el paso. Aun así, en enero del presente año las Fuerzas Armadas de ambos países detectaron y destruyeron al menos 11 pasos ilegales, tanto de personas, como de vehículos con contrabando.

A pesar del cierre fronterizo, el movimiento migratorio no se ha detenido. La zona, es el principal paso en Perú para cientos de inmigrantes venezolanos que parten desde Ecuador para quedarse en territorio peruano o seguir a otras naciones de América del Sur como Chile o Argentina.

Ante el operativo desplegado, Carlos Scull, embajador en Perú designado por el líder opositor venezolano Juan Guaidó, solicitó a la Defensoría del Pueblo “velar por los derechos humanos de los venezolanos en la frontera”.

“Estamos de acuerdo con una migración segura, pero tiene que prevalecer un enfoque humanitario que considere casos como la reunificación familiar y refugio”, dijo Scull.

Precisamente la Defensoría del Pueblo peruana emitió un comunicado en el que insta a investigar la presunta acción de militares peruanos al disparar al aire contra venezolanos que intentaban llegar al país.

Desde 2015, la movilización de venezolanos que huyen de la crisis en su país se ha incrementado en todo el sur del continente. De acuerdo con la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela, Perú alberga 1.043.460 (cifra de agosto de 2020) de los 5,4 millones que ha salido del país, siendo la segunda nación con la mayor cantidad de ciudadanos de ese país, después de Colombia.

Luis Méndez Urich – France – EFE – AFP

 

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