La Libertad de Expresión es piedra angular en el sistema democrático, no solo por el reconocimiento a la existencia de este derecho, sino por las garantías plenas establecidas en los diferentes instrumentos para su real efectividad: la libertad de todo individuo a buscar, recibir y difundir información y opinión, así como el derecho de participación a través del intercambio plural de ideas, conocimiento e información.
Sería imposible un sistema democrático, donde los ciudadanos no puedan ejercer su derecho a buscar, recibir información o participación, sin el riesgo de sanciones o represalias por parte de los gobiernos.
Si observamos la libertad de expresión desde la perspectiva del proceso político, debemos entender que constituye una parte fundamental de la política, porque evidentemente el debate, el intercambio de ideas y opiniones le es menester, además con las garantías propias en un Estado de Derecho.
El valor social de la información, es el medio para que los ciudadanos puedan informarse e informar, lo que permite fortalecer la participación logrando además que el ciudadano pueda influir en las decisiones en el campo político.
Para el profesor Héctor Faúndez, la Libertad de Expresión permite al ciudadano comprender los asuntos de interés público, logrando que este éste pueda participar eficazmente en el funcionamiento ideal de la democracia.
Ciertamente este derecho representa un impulso fundamental para la participación ciudadana en el hecho político, su conocimiento de los asuntos de interés que fortalecen la democracia como forma de gobierno.
Estas dimensiones de la libertad de expresión quedan claras a través del artículo 13 de la Convención Americana que señala “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras…”
Es importante señalar que la información posee en sí misma un valor social, porque es el medio para que los ciudadanos puedan informar y estar informados, lo que permite fortalecer la participación logrando influir en las decisiones públicas.
La utilidad de la información desde la perspectiva ciudadana se fundamenta entonces en la importancia que esta le atribuye en el contexto de su actuación social; porque al conocer los distintos fenómenos de la sociedad en el marco de la realidad existente, son factor fundamental para orientar a la opinión pública en la búsqueda del bien común.
Por otra parte, el derecho a informar y estar informados permite que la sociedad conozca las reglas y normas que regulan la actuación social.
La libre información funciona como vehículo para que la sociedad pueda lograr el óptimo de la dignidad humana dentro del contexto de respeto al marco jurídico que regula las relaciones sociales. ¿Cómo hacer una gestión ante las instancias públicas sin estar informados? ¿Cómo saber si nuestros derechos no son violentados por las esferas de poder? ¿Cómo participar en el ámbito político sin la debida información?
Miembro de la directiva de Expresión Libre y Secretario General del CNP Distrito Capital