Una de las pancartas que H. Chávez en los 90 y parte del 2000 sostenía, era que nuestra industria petrolera era una caja negra, aunque en realidad cumplía rigurosamente con presentar sus informes de gestión y financieros. Hoy, irónicamente PDVSA no solo es una caja negra, donde nadie informa sobre planes, ni estrategias, sino una empresa en deuda con el país al no presentar informes financieros, ni de gestión, desde 2016-17. Sus autoridades han impuesto un cerco a todo flujo informativo, impulsando a su vez recurrentes campañas de desinformación para no solo confundir, sino para justificar la visible e inocultable destrucción que van creando. Una empresa que pretender justificar sus desaciertos, con delirantes y truculentas teorías de conspiración [https://www.aporrea.org/energia/a297012.html].
PDVSA no pertenece a Chávez, ni Maduro, ni a gobierno alguno, nos pertenece a todos; y todos unidos estamos en el derecho y el deber de defender lo que nos pertenece y exigir explicaciones sobre su manejo y es destino de sus dineros.
El hambre como negocio:
En Venezuela el hambre del ciudadano se ha convertido en un negocio exclusivo de las mafias del poder político, que permitió explotar la necesidad del más humilde a través de dadivas llamadas claps, intentando crear una base clientelista sustentada en la misma miseria creada por ellos mismos.
A los pobres los mantendremos pobres dijo un pupilo de la revolución [https://www.youtube.com/watch?v=Y7jb4koFi1M]. Utilizaron el hambre para crear una falsa ilusión de bondad mediante una herramienta de manipulación social llamada carnet de la patria. Una ilusión creada por un mal gobierno que ha sido el mismo responsable de esa hambre que sufre el ciudadano Venezolano al que llaman “pueblo” para minimizarlo como ente social. En esencia, crearon un negocio del hambre del desposeído.
De la misma manera que se ha creado un gran negocio a partir de la criminal explotación del hambre, se estaría en proceso de crear un gran negocio, a partir de la devaluación propiciada de industria petrolera, donde los grandes capitales parecen provenir de la misma mano que mese la cuna del poder.
Durante 2017 aseguramos [https://www.aporrea.org/energia/a247769.html], que de continuar PDVSA en manos equivocadas, se dirigiría hacia una segura privatización segmentada. Hoy dicha privatización es una realidad y se iniciaría con el negocio de la gasolina y el control de las importaciones en una primera etapa [https://twitter.com/ladenuncia11/status/1356060387133841410?s=11], para luego pasar al área de refinación y producción en una etapa sucesiva.
Para ello y con el propósito de destruir su ya menguado valor, PDVSA esta siendo gradualmente desmantelada frente a los ojos de todos. Sin tapujo saquean sus activos y el futuro de los venezolanos, mientras calientan el brazo con la oscura ley antibloqueo [https://twitter.com/einsteinmillan/status/1355244881518718977?s=11] para su venta final a pedazos. La vieja táctica de devaluar para rematar. La ley antibloqueo crea el sustrato para la entrada de capitales oscuros producto de la misma corrupción y no hay nadie en Venezuela que pueda hacer nada, ya que el monopolio del poder es total y la sociedad Venezolana esta atomizada peleándose entre si. Representantes políticos devaluados, muchachos que se creen hombres, incapaces que se creen genios y ladrones que se presentan como hombres probos.
De la caja negra a la caja de pandora:
Las sanciones dieron el golpe de gracia a un cáncer que comenzó a crecer a partir del entorno de 2008. Un cáncer que hoy sigue en pie [https://twitter.com/einsteinmillan/status/1355126566360141825?s=11] a punto de hacer metástasis. Hoy PDVSA no existe para el mundo. Lo que existe es un verdadero saqueo de los bienes de todos, con la venia o la mirada complaciente de factores del poder y en nombre de una revolución, que con N. Maduro dejó de serlo desde hace mucho tiempo. Un saqueo que unidos, estamos obligados a detener cuanto antes, por el bien de la patria y sus futuras generaciones.
Mientras H. Chávez estuvo en Miraflores fue menos ganado a la penetración del tentáculo político-militar en las filas de la industria petrolera, al nivel que lo ha hecho N. Maduro. Pero H. Chávez cayó en el error de poner oído las locuras de Ramírez, distrayendo PDVSA de su negocio natural y expropiando empresas de servicio además de comprar el nefasto plan siembra petrolera En tiempo de R. Ramírez el mal también provino de la desaparición progresiva del talento en las distintas directivas y alta gerencia, mientras reunía a sus compinches en posiciones claves, para luego poder hacer de las suyas. Desplazó la gerencia preparada y experimentada que recuperó la industria luego del paro petrolero a partir de 2002, para sustituirla por su “gente de confianza”.
A partir de la llegada de Maduro, se sumó una creciente apetencia por los negocios de la industria desde distintos sectores del poder político y militar, que “alimentó” una masiva penetración [https://www.analitica.com/sin-categoria/delcy-rodriguez-designada-directora-de-asuntos-internacionales-de-pdvsa/] que acabó por llevarla a donde hoy se encuentra.
Dicha apetencia y penetración [https://www.reuters.com/article/us-venezuela-pdvsa-military-idUSKCN0WA1XW] motivó un rápido deterioro en todas sus operaciones, impulsando costos al eliminar la continuidad operativa y destruir la eficiencia, al albergar paracaidistas sin la debida preparación [https://www.controlciudadano.org/noticias/almiranta-zuliana-es-designada-nueva-vicepresidenta-ejecutiva-de-pdvsa/], que terminaron por minarla de corrupción [https://www.bancaynegocios.com/manuel-quevedo-es-el-nuevo-presidente-de-pdvsa-y-ministro-de-petroleo/] y desgracia.
Cifras oficiales 2005-2020:
Entre 2006-14 una PDVSA sin sanciones que llegó a producir sobre 3.250.000 BPD con un barril (OPEP) promedio de $88, se adentraba en una imparable deuda financiera que crecía al 2.000%, mientras la producción se desplomaba ante las nuevas estrategas que adoptaba la directiva de Ramírez luego de 2007.
A la par que ello sucedía el valor intrínseco de las exportaciones representaba una cifra cada vez menor, dado que su composición de mezcla requería de cada vez mayor componente importado, terminando por centrifugar nuestros ingresos de vuelta al exterior, precisamente por la destrucción paulatina de nuestra producción convencional, refinerías y procesos.
No es que Ramírez y Del Pino estén libres de culpa, dado que durante sus gestiones, además de los desaciertos operacionales y pésima visión estratégica, se registró a todo nivel una galopante corrupción Pero tabmien es cierto que PDVSA fue objeto de la “vulgarización” del saqueo político y militar una vez salido Ramírez. Saqueo que no solo no pudo detener Eulogio del Pino, sino que le impidió hacer las inversiones necesarias para poder dar el debido mantenimiento preventivo a la infraestructura y para poder invertir además en mantener la capacidad de producción.
Pero llegado M. Quevedo, todo se terminó de hundir. Las exportaciones, capacidad de refinación y producción se esfumaban, mientras que la corrupción hacia piso firme. Bajo Quevedo las exportaciones llegaron a 959.000 BPD a Enero 2020, representando un desplome adicional de 443.000 BPD, para un gran total de perdida de mercado de 1.269.000 BPD respecto a 2008. La composición de nuestras exportaciones pasó de 13% destino Asia y 60% norteamérica en 2008, a más de 80% destino Asia y solo 9% norteamérica hacia 2019. Mientras las exportaciones con destino Norteamérica aportaban flujo de caja, las de China representaban solo pago en especie de un dinero que nunca llegó al pueblo, pero si a las manos de los corruptos. Del total desaparecido de nuestras exportaciones en los mercados globales, el 65% ocurrió previo a las sanciones que iniciaron en 2017, de forma ya directa contra PDVSA.
En cuanto a necesidad de importación de crudo y refinados, entre 2008 y 2017 esta aumentó sobre 271%, mientras que entre 2017 y 2019 el incremento fue de 132%. El daño patrimonial causado a la nación fue superior a $16.000 millones a dólar nominal y hasta 2019. Del total de dicho daño patrimonial acumulado, el 63%; o sea $10.000 millones, ocurrió entre 2008 y 2017, aun previo a las sanciones.
En cuanto a producción, entre 2008 y 2017 PDVSA pasó de producir 3.260.000 BPD a 2.017.000 BPD, para caer luego a 441.000 BPD en la actualidad. Sin sanciones y en medio de la mayor alza del barril desaparecieron 1.243.000 BPD, mientras que durante las sanciones entre el cierre de 2017 y 2020 se esfumaron 1.459.000 BPD. Del volumen total desaparecido, el 46% ocurrió previo a las sanciones. El valor nominal de la producción destruida entre 2008 y 2019 fue de unos $45.000 millones, de los cuales el 55%; es decir $25.000 millones, se esfumaron entre 2005 y 2017, previo a las sanciones.
En cuanto a refinación, la realidad es más deprimente. Luego del sabotaje y hasta 2007; justo antes de la implementación del plan siembra petrolera, antes de la incorporación masiva de producción desde la FPO y antes del inicio de la destrucción de nuestros activos convencionales, PDVSA mantenía la dieta de nuestras refinerías al mismo nivel y con el mismo componente local, que se venia supliendo previo al sabotaje.
A partir de entonces, se observa una caída en la gravedad API promovida por la entrada de mayores volúmenes de crudos provenientes de la FPO. Mas adelante, se irían desincorporando procesos de forma paulatina, a medida que se alteraba la composición de la dieta, obligando a exponer nuestra industria a un creciente gasto y dependencia de productos importados.
El factor de utilización de nuestras refinerías pasaba de cerca de 85% a la llegada de Ramírez, a entre 55% a 65% a su salida, para luego caer a menos del 10% durante M. Quevedo. En la actualidad, aunque la estrategia de desinformación no permite acceso a cifras reales, se calcula que se ubique en el entorno del 13% al 16%.
ABC de la ruina
Las cifras oficiales señalan que alrededor de un 60% a 65% de la destrucción de PDVSA ocurrió previo a 2017 y no como se pretende hacer ver desde el gobierno y sus directivas en la industria, que todo ha sido producto de las sanciones. Una empresa sin conocimiento, ni experticia entre su directiva no puede ser exitosa. Una empresa donde se produce y se vende menos, mientras se gasta más, y encima de ello, se expone a la merced de la corrupción, no puede ser rentable. Una empresa donde los intermediarios han estado presentes desde incluso 2005 no puede pretender ser íntegra, ni honesta.
Mientras desde el MENPET y PDVSA directivas disfuncionales destruyen las esperanzas de recuperación de la industria y no precisamente las sanciones [https://www.aporrea.org/energia/a299231.html], desde el ámbito político nadie se inmuta y por el contrario parecieran apoyar su pronto desmoronamiento. N. Maduro en lugar de colocar al frente de la industria individuos con la preparación necesaria, prefirió penetrarla de una “lealtad”; pero de incompetentes. En lugar de abrir espacios para que la industria sea rentable, prefirió explotarla como herramienta de control político. En lugar de querer salvarla todo indica que pareciera preferir venderla a pedazos cobijado en una oscura ley creada para tal propósito.
Einstein Millán Arcia: Asesor Petróleo y Gas “Upstream” & RE SME/Estudios de Especialización a nivel de doctorado en flujo de fluido en medios porosos – The University of Oklahoma, 1991 / Master of Science Petroleum Engineering – The University of Oklahoma, 1990 / Ingeniero de Petróleo Universidad de Oriente, 1979. Ha publicado y presentado en diversas revistas y conferencias internacionales más de 12 trabajos especializados en materia de Petróleo y Gas. Ha escrito más de 300 artículos de opinión y sido citado en materia de petróleo y gas en: spglobal.com, aporrea.org, NoticiasVenezuela.org, Plattsblog, Oilpro.com, las armas de coronel, Vanguardia de España, segurosybanca.com, The Slush Pit (Oklahoma Oil & Gas News), Energy Economist, Kaieteur-news & Stabroeknews Guyana, Sputnik-news y Los Ángeles Times – @EinsteinMillan