Christoph Strack: La lucha contra el coronavirus en Alemania

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Alemania, confinada durante casi dos meses, sufre por el coronavirus. Más de 63.000 víctimas en un año. Es una cifra que lleva a la reflexión, asusta, conmociona. Además, Alemania está sufriendo cada vez más por el debate sobre cómo lidiar correctamente con la pandemia. Se mezclan posturas científicas, ideologías, aspectos económicos, sociales, culturales y la ofuscación.

La esfera política debe garantizar que se tomen en cuenta las exigencias enfrentadas entre sí y que la situación no se desborde (más).La esfera política incluye a la canciller con su gabinete, también al Parlamento, así como al sistema de estados federados de Alemania. A menudo, durante estas semanas, no parecen trabajar juntos sino en contra.

Camino individual antes de negociar

Apenas se ha fijado la próxima fecha de la próxima reunión entre la canciller y los primeros ministros de los estados federados (entre tanto ya van por la número 21), y estos últimos ya dan a conocer sus especiales deseos o medidas propias. ¡Antes de comenzar a negociar! Hay primeros ministros que actúan como reyes cuando brilla el sol y, cuando hay una tormenta, es el molesto gobierno central el que tiene que actuar. Para comprobar esto, a veces, solo basta con ver los tuits, aparentemente valientes, de un primer ministro  o los informes de las agencias de noticias.

Varias veces durante las últimas semanas, los periódicos regionales del país informaron con orgullo y diversión que la canciller había telefoneado con el  comisionado del respectivo distrito para hacerse una idea de la situación en el lugar en cuanto al coronavirus. Tal vez confíe más en él que en el primer ministro de dicha región. Con frecuencia, el principal tema de interés fue la situación en los hogares de ancianos.

Fracaso aplastante en las escuelas

El fracaso más aplastante es la situación en las escuelas. Niños, padres, maestros: hay pocos sectores que afecten a tantas personas a la vez. Se trata de las familias, a las que siempre se alaba en los discursos dominicales.

Desde hace un año, se supone que todos los niños socialmente desfavorecidos tienen una computadora, pero no es así. Desde hace un año, los políticos han tenido tiempo para ofrecer a las escuelas otros sistemas de ventilación distintos a las “ventanas abiertas” (¡porque los hay!). Desde hace un año, los políticos podrían haber buscado salas adicionales (cines, iglesias, pasillos vacíos). Desde hace varias semanas, podrían haber organizado pruebas de coronavirus semanales o varias pruebas por semana para que las clases comiencen de nuevo, pero ¿dónde tiene lugar todo esto? ¿Qué político llevó a cabo todo esto?

Los estados federados compiten entre sí

En la reunión número 21, se entregó responsabiliad a los primeros ministros y  se estableció un objetivo concreto, a pesar de las peligrosas mutaciones del virus: la apertura de tiendas y museos será posible siempre y cuando la incidencia sea de 35, es decir, cuando haya un máximo de 35 nuevos contagios por cada 100.000 personas a la semana. Esto podría ser un incentivo para lograr esfuerzos locales o regionales, para que haya una competencia sana. Que unidos  en la competencia logren que la incidencia sea “35”. Los Länder enfrentan ahora desafíos. Este país lleva demasiado tiempo sufriendo consigo mismo.

 

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