(…) Y hace unos días, Nicolás Maduro anunció que Venezuela tenía unas “góticas milagrosas” que podían detener el coronavirus. El arrebato llegó meses después de que su gobierno dijera poseer una ignota molécula cuya eficacia jamás demostró contra el virus y de que el propio Maduro promoviera un tratamiento con un té de hierbas. Diego Fonseca Adiós a los cínicos.
Vacunación ordenada y masiva, sin los sectarismos que anuncian las declaraciones de la alta burocracia cuando se anuncia la entrada en escena de las opciones Rusa y China, por cierto en cantidades mínimas que no corrigen la ausencia de soluciones tipo COVAX. La reinstalación del salario como fórmula sagrada de relación entre el patrono y el trabajador. Lla recuperación de los servicios públicos que hacen posible la cotidianidad del conjunto del Sistema Educativo Escolar Venezolano, son condiciones fundamentales para la reapertura de la institucionalidad para todos, sea cual sea el diseño que se escoja. Se trate del uso intensivo de tecnología educativa que reclama conectividad pública medianamente eficiente o el regreso consciente a la presencialidad, tensionando el escrupuloso cuidado de la salud de los actores del acto pedagógico sustantivo. Puede ensayarse un régimen hibrido, combinando la presencialidad controlada con distintas formas de comunicación según sea la didáctica que prefieran de las instituciones reales. Lo importante es que se abran las instituciones hoy cerradas a las mayorías nacionales cuando están aplastadas por depresión económica, al ritmo de una hiperinflación que no deja vivir.
Contenido del Nº 834 Memoria Educativa Venezolana, paso a paso