El régimen de Nicolás Maduro y sus seguidores tiene clara la ruta por la que deben transitar, y no dan puntada sin dedal en cada acción que acometen. Su estrategia va direccionada a establecer las comunas a lo largo y ancho de la geografía nacional, y lo vienen organizando desde hace años, solo que en oportunidades se les ha presentado cierta dificultad para concretarlas porque algunos ciudadanos han decidido no regalar los espacios, y luchan en el terreno de la participación ciudadana en los procesos electorales.
La desesperada y atorrante estrategia de la abstención, le viene facilitando las cosas a los revolucionarios siglo XXI, quienes abiertamente convocan sus asambleas partidistas para evaluar los pasos a seguir en la implementación del Estado Comunal, que no figura en la Constitución Nacional, pero eso para ellos es insignificante, porque han conseguido en la promoción de la desesperanza la puerta abierta para alcanzar el propósito. Materializa sus fechorías con base al control social, y promueve la confrontación entre trabajadores y autoridades en espacios donde registra rechazo su pretensión colectivista, buscando intervenirlas. Juegan al pan y circo con los salarios de los funcionarios de la administración pública en todos sus niveles, y asfixian las gestiones gubernamentales que son piedras de tranca a sus aberraciones. El caos es su norte ante la resistencia ciudadana.
Las elecciones regionales 2021 son básicas para establecer punto de encuentro en los sectores de la alternativa democrática. La lucha hay que darla en la calle con la participación ciudadana en esos comicios. Seguir apostando a intervenciones extranjeras, golpes de estado o renuncias al poder por la vía de gracia, es ser ingenuos ante la realidad presente. Se puede soñar en el cambio de sistema de gobierno, pero la concreción del mismo viene con el trabajo y la organización. La inclusión de los diversos sectores de la sociedad no tiene porque molestar, al contrario, es importante su reconocimiento. Tampoco el dialogo debe ser descartado, ni satanizado. La actividad política conlleva a entenderla y accionar en correspondencia. La ausencia de estrategia es lo que perjudica, y allí hay que hacer esfuerzo para debatirla con la altura del caso.
El estado comunal pretendido por el régimen será posible si los llamados a la abstención prosiguen y son asumidos por la mayoría de las personas, esperando por el liderazgo mesiánico desde la “comodidad” de sus casas. Todos los ciudadanos tienen derecho a aspirar un cargo de representación popular y a presentar sus propuestas a sus semejantes. Son estos quienes se encargaran de juzgar si son validas o no para el momento que se registra, por ello, la importancia de las primarias para canalizar y concretar la alternativa a ser presentada en las elecciones de gobernadores y Consejos Legislativos por los sectores demócratas del país.
Al régimen no le agradan las elecciones con la participación de los ciudadanos, a ellos les conviene decidir quiénes son las autoridades a dedo, por ello apuestan al Estado Comunal, y avanzan con la insertación de las comunas en los espacios locales, ofreciendo libertad para imponer la esclavitud.
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