Alfredo Michelena: Legalizando a los vecinos

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 Al agradecer al presidente Duque por  resolver la situación de los migrantes venezolanos y en especial por regularizar la situación de muchos de ellos,  hay que recordar que hace 40 años el presidente Luis herrera Campins hizo lo mismo con los colombianos.

La gran noticia de la semana es el anuncio del establecimiento de un “Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos”.  Nada más loable para este país hermano, el cual además ha recibido el impacto más grande de la crisis de Venezuela. En especial por la estampida migratoria que se viene produciendo desde hace varios años.

Para fines del año 2020, según cifras oficiales  de Migración Colombia, habitaban  1, 7 millones de compatriotas, de los cuales el 56%, es decir unas 950.000 personas, se encontrarían en condición irregular, en términos la legalidad de su permanencia.

La regularización de ese casi millón de venezolanos en Colombia es un alivio para los venezolanos y también para los colombianos.

Esta medida contrasta mucho con lo que sucedía al mismo tiempo en las fronteras de Perú, Ecuador y Chile. En el sur, el ejército peruano y el ecuatoriano tomaban sus fronteras para evitar el paso de migrantes, mientras que Chile deportaba un centenar de ellos, en su mayoría venezolanos.

Sin duda, ha habido reacciones negativas pues hay personas que piensan que hay que “construir un muro” para evitar las migraciones, pues consideran que los migrantes no aportan nada al país, e incluso los acusan de ser fuente de delincuencia.  Esta xenofobia que no apareció en las primeras olas de migrantes venezolanos, cuando se fueron los profesionales y técnicos e incluso inversionistas, es ahora una realidad.  No hay que sorprenderse.

Aquí pasó lo mismo con la nutrida llegada de los colombianos en los años setenta, luego de la intensa migración europea de los años cincuenta. No nos olvidemos que en Venezuela se les echaba la culpa de la delincuencia a los colombianos, incluso del crecimiento de los barrios y de los problemas en los servicios de agua y luz. También fuimos refugio de argentinos, chilenos y peruanos en tiempos de dictadura y de nuevo hubo muchas críticas pues estos en su mayoría técnicos y profesionales competían con los de la clase media. Pero si bien hubo animadversión, también hubo una integración y esto permitió limar estas percepciones.  Como esperamos que suceda en Colombia y en los otros países de la región con nuestros conciudadanos.

A pesar del sentimiento antiextranjero que se produce cuando las migraciones son masivas, los estudios disponibles de esta migración apuntan a que ella será positiva en términos económicos para el país receptor.  En lo personal, todos sabemos que los migrantes son personas dispuestas a trabajar pues su única opción es triunfar.

En esta “rivera del Arauca vibrador, al igual que el presidente Iván Duque, el presidente venezolano Luis Herrera Campins realizó un proceso de regularización de extranjeros en 1980.  Hace más de 40 años el gobierno venezolano llamó a los extranjeros en situación “irregular” a inscribirse en la “Matrícula General de extranjeros a fin de regularizar su situación.  Para esas fechas, según el censo  de 1981 unos 500.000 colombianos vivían en Venezuela, una cifra  que se había triplicado en 10 años según los datos censales 1971.

Allí se documentaron/regularizaron cerca de 300.000 personas. De ellas  más del 90% era colombiano. Para ser precisos se registraron 266.795 personas mayores de 10 años y se estimó que al incluir los hijos menores la cifra crecería a cerca de 290.000.

Al comparar porcentualmente estos dos procesos observamos que, en lo que se refiere a la población total del país, en Venezuela se documentó cerca del 2% de la población total. En el caso de Colombia, aunque la medida abarca otros aspectos,  también se regularizará la residencia del 2% de la población que está en situación irregular. Aquí se cumplió aquello de  “hoy por mi mañana por ti”.

Irónicamente fuimos un país receptor de migración y ahora somos generador de migrantes mientras que el caso colombiano es justo lo contrario. En nuestro caso  los colombianos se fueron integrando a nuestra cultura así como lo hicieron los europeos, tanto que en ocasiones algunas costumbres se comparten sin saber a simple vista el origen de ellas.  Y en esto la regularización de la situación legal de ellos fue un dato clave. Eso esperamos que suceda en Colombia y en todo el continente.

¡Gracias Colombia!. ¡Gracias presidente Duque!

 

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