Alejandro Bautista González: Venezuela; Entre la anarquía, la egolatría y testarudez de la oposición

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Preocupación y dilema a resolver  es la constante permanente que ocupa mayoritariamente la mente de los venezolanos, que incrédulos por lo que ocurre y estupefactos ante la deplorable situación a que sido conducido el país, bien por  mala praxis gubernamental, incapacidad, o, fines preconcebidos que acatando  recomendaciones  y planes foráneos, hoy, pretenden someter y adueñarse de buena parte de las naciones de nuestro continente y aún del mundo democrático. No olvidemos que el actual régimen se ha declarado abiertamente socialista, es decir, comunista y al caso viene lo señalado por el economista austriaco, Ludwig Heinrich Edler von Mises, al afirmar con razón “…el socialismo moderado no deja de ser socialismo, y por ello es inestable, porque su dirigismo económico lleva al fracaso, y su fracaso conduce directamente al socialismo radical si no hay alternativa liberal políticamente disponible.” Esto es, nada más ni nada menos, lo que ha ocurrido en Venezuela en las dos últimas décadas, donde la destrucción y fracaso del Gobierno es público y notorio.

Cada día la expectativa crece: el país continúa en caída libre, los precios nos abruman, nuestra moneda dejó de ser apetecida…perdió su valor, la inmigración pareciera indetenible y las carreteras se llenan de caminantes; el gobierno entre anuncios y amenazas no pone orden, existe anarquía. Por su parte, la oposición política, particularmente la capitalina, plagada de dirigentes de pensamiento mezquino, engreídos de poseer un falso liderazgo que dista mucho de la realidad, porque no lo tienen y la gente lo sabe, muestran su testarudez personalista al pretender insinuarse e imponerse como los salvadores y poseedores de la verdad. Fuera de mí no hay otro, parecieran insinuar: nada más falso que su misma egolatría.   De esta manera, entre la anarquía oficialista y la testarudez política, el país no ve luz y no encuentra salida posible. Pero la construiremos.

Compatriotas venezolanos: somos víctimas de esta catastrófica la vorágine que nos arropa y destruye. El problema es nuestro y nuestra debe ser la solución. No esperemos milagros que no han de venir. Olvidemos los protagonismos personales. Si equivocadamente te consideras insustituible: ¡Hazte a un lado para poder avanzar! Piensa que candidato no obliga, ni pueblo acepta imposiciones. Todos somos necesarios, pero nadie es indispensable. Entiéndelo. Renunciar al personalismo es un buen paso hacia el CONSENSO que nos lleve a integrar “el gran torrente de la auténtica UNIDAD”, que siendo sólida y coherente lucirá invencible. Rescatar a Venezuela, es nuestro objetivo.

Políticos con verdadero sentido nacionalista: deponiendo personalismos mezquinos, ustedes tienen un serio compromiso con la nación venezolana, no la defrauden, reflexionen con mente y corazón: Si no son coherentes y capaces de unificar criterios  para salvar la República, el anunciado Estado Comunal se impondrá. Serán ustedes responsables y el pueblo soberano, os lo demandará. Tengan muy presente que el enemigo a vencer es minoría, pero, está unido y apertrechado financieramente; mientras que la oposición es mayoría, pero fracturada como está, no cuenta. Mucho cuidado con sus decisiones: el pueblo ya no es el mismo de antes y desconfía de sus dirigentes. Justo es hacer la salvedad que todavía, aun cuando muy pocos, existen  políticos y dirigentes de recta conducta que merecen nuestra consideración.

Todos: opositores y chavistas, excluyendo a la cúpula destructora y corrupta, aboguemos por el rescate de nuestro bello país,  este nos duele y nos interesa por igual. Sin mezquindad y como herederos de una raza libertadora y de patria abierta e integradora, depongamos nuestras diferencias para hacer de Venezuela un territorio libre, en paz y de progreso.

¿Para que diálogos dilatorios que siempre han fracasado? La salida posible a la crisis que vive el país la tenemos, sólo falta cobrarla y en ello está trabajando el ente responsable. Recordemos que el pasado 12 de Diciembre, el pueblo soberano de Venezuela, mayoritariamente (99%) aprobó el mandato de la Consulta Popular, concretado en  el cese de la usurpación de la Presidencia de la República y convocar la realización de elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables. La referida Consulta fue realizada en apego a lo dispuesto en nuestra vigente Constitución Nacional en su artículo 70 y tiene carácter vinculante. Requisito este, exigido por Organismos de la Comunidad Internacional para hacer posible las acciones conminatorias a tal efecto.

Nuestro Papa Francisco, nos hace la siguiente exhortación: “Roguemos por los gobernantes para que nos gobiernen bien. Para que lleven a nuestra patria, a nuestra nación, adelante, y también al mundo; y que exista la paz y el bien común. Que esta Palabra de Dios nos ayude a participar mejor en la vida común de un pueblo: los que gobiernan, con el servicio de la humildad y con el amor; los gobernados, con la participación y sobre todo con la oración. (16 de septiembre de 2013).

Doctor en Cooperación Internacional. Integración y Descentralización: Los Desafíos del Desarrollo Internacional

 

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