Qué vendría después de la expulsión de la embajadora de la Unión Europea de Venezuela

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En el 2020 a raíz de la medida de expulsión de Isabel Brilhante embajadora de la Unión Europea en Venezuela porte de Nicoás Maduro, se recogieron las mediad, pero en aquella oportunidad el Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad  de la Unión Europea Josep Borrell,  expreso claramente que el bloque podría adoptar medidas “de reciprocidad” y expulsar a los embajadores de Venezuela en los países europeos.

costa del Sol

Nicolás Maduro expulsó a Isabel Brilhante la embajadora de la Unión Europea en Venezuela

El Gobierno de Nicolás Maduro declaró este miércoles persona non grata a la embajadora de la Unión Europea en Caracas, Isabel Brilhante Pedrosa. La diplomática tiene un plazo de 72 horas para abandonar el país. Fue el canciller venezolano, Jorge Arreaza, el encargado de trasladar personalmente a Brilhante la expulsión, ordenada directamente por Maduro un día después de que la Asamblea Nacional pidiera al presidente echar a la embajadora.

El chavismo ha respondido así, primero desde el Parlamento, bajo su control, y después desde el Ejecutivo, a las nuevas sanciones de la Unión Europea contra 19 funcionarios venezolanos. En la sesión plenaria del martes, el presidente del legislativo, electo en diciembre pasado sin reconocimiento internacional, Jorge Rodríguez, presidente de la Cámara, declaró persona non grata a Brilhante, embajadora de Bruselas en Caracas. El dirigente había pedido a Maduro que ordenara su expulsión y cerrara la oficina de su legación. Los legisladores chavistas lanzaron además un desafío al alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, al ofrecerle una lista completa de los miembros del Parlamento para que los “sancionen a todos”. “Sería un honor”, dijo Rodríguez.

Las medidas contra 19 funcionarios incluyeron la congelación de activos dentro de la UE y la prohibición de ingreso. Así respondió Bruselas a las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre, marcadas por la ausencia de candidatos opositores, serias irregularidades y una alta abstención. Los comicios no fueron reconocidos por la Unión Europea, EE UU y gran parte de las democracias de la región. Según la decisión de la UE, los sancionados socavaron la democracia en Venezuela. “Son responsables, en particular, de menoscabar los derechos electorales de la oposición y el funcionamiento democrático de la Asamblea Nacional, y por serias violaciones de los derechos humanos y restricciones de libertades fundamentales”, dice el comunicado difundido el lunes y firmado por los Veintisiete.

La decisión europea afecta a los diputados José Brito y Bernabé Gutiérrez —que forman parte de un sector opositor coaccionado por el chavismo, los llamados alacranes— y a los miembros del Consejo Nacional Electoral, empezando por su presidenta, Indira Alfonzo. También al comandante del máximo órgano de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Remigio Ceballos; al gobernador del Estado de Zulia, Omar José Prieto; al fiscal militar Jesús Vasquez y los jefes policiales y militares de las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional, la Dirección de Contrainteligencia Militar y el Cuerpo de Investigaciones Científicas.

Con los nuevos sancionados, la lista negra de la Unión Europea pasa de 36 a 55 venezolanos, incluidos la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y Diosdado Cabello, número dos del chavismo. Son más de 150 los funcionarios chavistas con sanciones internacionales de Estados Unidos, Canadá, Panamá y Suiza, entre otros países.

El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, emitió el lunes un comunicado en el que consideraba las sanciones una “torpe decisión, cuya única intención apunta a afectar negativamente el diálogo político que se desarrolla en el país”. Y hacía un llamamiento al bloque a cesar lo que consideró “agresiones imperiales”.

No es la primera vez que el chavismo carga contra la embajadora Brilhante. El 29 de junio del año pasado, Maduro ordenó su expulsión horas después de que Bruselas aplicara sanciones contra 11 funcionarios. La expulsión fue dejada sin efecto días después tras una conversación entre Borrell y Arreaza.

La reciente medida también tuvo reacciones en algunos sectores moderados de la oposición y la sociedad civil, que consideran que la presión se puede convertir en una cuña que frene la posibilidad de lograr un acuerdo político sobre las elecciones regionales de este año que, aún con los visos de ilegitimidad del nuevo Parlamento, está promoviendo otra renovación del árbitro electoral. El cambio en la Casa Blanca ha abierto un nuevo escenario sobre la crisis política venezolana en el que podrían relajarse las sanciones económicas. La política de Joe Biden con respecto a esto todavía no está clara.

El País

 

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