…En el que el capitalismo y el enriquecimiento están permitidos, pero la democracia y la libertad de expresión no. Se podría llamar lo peor de ambos mundos. Nos dicen que tengamos fe”. Christopher Hitchens. Amor Pobreza y Guerra. Random House Mondadori. Debata. España, 2010.
Primero fue la palabra, segundo, tercero, cuarto y mucho más, puras palabras, sin compromiso con la realidad verificable. Así suele ser la comunicación oficial, vacía de compromiso con el trabajo que hay que hacer para que este país no siga deslizándose por el sumidero de la historia.
Es que Venezuela marcha en la dirección de un sistema político opresivamente sectario, combinado con un liberalismo económico de rasgos dominantemente salvajes, de espaldas a los intereses y necesidades de las mayorías. Donde la Educación de esas mayorías es absolutamente secundarizada, en alivio irresponsable de los compromisos constitucionales del Estado. Tal y como se manifiesta con inhumana contundencia en el comportamiento de las autoridades frente a las incidencias de la pandemia en la gente común, en la escolaridad que persiste y en la multitud que hoy está fuera del Sistema Educativo Escolar Venezolano. Exclusión educativa que se demuestra, con dolorosa elocuencia, en el Informe Anual que se elabora en la Línea de Investigación Memoria Educativa Venezolana del Centro de Investigaciones de la Escuela de Educación-FHE-UCV, disponible libremente como servicio público de información, por: https://app.box.com/s/fxyc616uoqteti0ifca69id3rk06sic5
836 Memoria Educativa Venezolana, paso a paso
